La conferencia pide el cese de la violencia y que España y Francia negocien

“Llamamos a ETA a hacer una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada”. Este es el principal de los cinco puntos de la Declaración de Aiete con la que ha concluido la Conferencia de Paz celebrada durante el día de hoy en San Sebastián. Rufi Etxeberría, líder de la izquierda abertzale, dijo a este diario que la banda terrorista responderá al emplazamiento. “Cuando hay una interpelación de este tipo, hay una respuesta, pero no sé cuando”.

La declaración, que ya había sido acordada previamente por los organizadores, fue leída previamente a todos los presentes, a quienes se cuestionó si querían hacer alguna puntualización. Ninguno de los presentes lo hizo. Acto seguido Kofi Annan, ex secretario general de la ONU y premio Nobel de la paz, y las autoridades internacionales que acudieron a la conferencia descendieron la escalinata principal del palacio de Aiete, hasta un atril preparado para hacer pública la declaración. Bertie Ahern, exprimer ministro de Irlanda, fue el encargado de ello.

El primer punto es una petición a ETA para que declare públicamente el “cese definitivo” de la violencia para acto seguido “solicitar diálogo con los gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto”.

Si la banda accede a ello, el segundo punto del texto “insta” a los gobiernos de España y Francia a “aceptar conversaciones para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto”, en alusión a la entrega de las armas y el futuro de los presos.

La declaración reconoce en su tercer punto el daño irreparable causado a las víctimas. “Instamos a que se adopten pasos profundos para avanzar en la reconciliación, reconocer, compensar y asistir a todas las víctimas, reconocer el dolor causado y ayudar a sanar las heridas personales y sociales”.

Los mediadores internacionales “sugieren” a los partidos políticos en el tercer punto de la declaración que “se reúnan y discutan cuestiones políticas, así como otras relacionadas con la consulta a la ciudadanía, lo cual podría contribuir a una nueva era sin conflicto”. Una alusión difusa al reconocimiento del derecho de autodeterminación que reclama la izquierda abertzale.

En este punto, los mediadores recurren a su “experiencia para resolver conflictos” para ofrecerse como “observadoras o facilitadoras” del diálogo, siempre que así lo solicitaran los partidos políticos. Por último, las organizaciones internacionales dicen estar dispuestas a organizar un “comité de seguimiento” de sus recomendaciones.

La conferencia concluyó con sensaciones muy dispares entre los asistentes. Jesús Eguiguren, presidente del PSE y junto a Carlos Totorika representante de su partido, dijo a este periódico que no salía satisfecho porque “todo queda en manos de lo que haga ETA”.

Antes, durante su intervención en la conferencia, Eguiguren fue muy claro con los mediadores: “Quienes nos visitan por primera vez habrán comprobado que aquí no hay muros de alambre de espino ni patrullas del ejército por las calles. Porque en nuestro país no ha existido un conflicto violento con dos bandos enfrentados sino, fundamentalmente, el ataque deliberado y sistemático de una banda terrorista, de una minoría totalitaria y violenta, a la convivencia democrática y a la pluralidad de la sociedad vasca (…) El final definitivo de ETA sigue siendo un objetivo irrenunciable. Y por ello todos exigimos a ETA, de forma pública y tajante, que deje todas las actividades terroristas y que se disuelva sin contrapartida ni condición”.

Íñigo Urkullu, presidente del PNV, por el contrario, valoró de forma muy positiva el encuentro. “El primer punto de la declaración es un emplazamiento claro a ETA para que desaparezca –dijo a El Confidencial-. También me parece muy importante el reconocimiento explícito al sufrimiento de las víctimas. Creo que la conferencia concluye con motivos para la esperanza”.

Quienes estaban verdaderamente exultantes eran los representantes de la izquierda abertzale. Su líder, Rufi Etxeberría, se mostró esquivo a la pregunta de si esperaba que ETA anunciara en breve su fin definitivo. “Espero que sí -dijo- pero no sé cuando. Siempre que ha habido un emplazamiento de este tipo ha respondido”.

Si las expectativas se cumplen según el guión esperado, la banda terrorista anunciará antes de fin de mes el “cese definitivo” de la violencia, pero no su disolución, que fuentes del PNV creen que no se producirá hasta finales de 2012, a escasos meses de las elecciones autonómicas, en las que esperan arrebatar a los ‘peneuvistas’ la hegemonía nacionalista en Euskadi.