Trabajo multa con tres millones al arquitecto de Boadilla por no dar de alta 114 empleados

Leopoldo Arnaiz, el arquitecto que trabajó simultáneamente para el Ayuntamiento de Boadilla y para el Santander en la construcción de la Ciudad Financiera en el municipio madrileño, ha tenido en sus oficinas a 114 trabajadores sin darlos de alta en la Seguridad Social. Según el acta de la inspección del Ministerio de Trabajo, a la que ha tenido acceso El Confidencial, el urbanista debe pagar 3.371.161,97 euros, correspondientes a las cotizaciones en el Régimen General de la Seguridad Social de los citados 114 empleados entre noviembre de 2008 y marzo de 2011, incluido un recargo del 20 por ciento.

Un inspector de trabajo descubrió que Arnaiz Consultores S.L. tenía a sus empleados como autónomos, facturando, pese a que, por su relación con la empresa, tenían que haber sido dados de alta en el Régimen General de la Seguridad Social. Entre noviembre de 2010 y abril de 2011, el técnico del Ministerio mantuvo numerosas reuniones con los responsables del estudio, que reconocieron las infracciones y colaboraron con la investigación. El acta refleja que Arnaiz Consultores ha infringido “en cada uno de los 114 casos” lo dispuesto en trece artículos de la Ley General de la Seguridad Social y en otros quince de distintos reglamentos y ordenanzas. El urbanista ha declinado hacer declaraciones a este diario.  

Arnaiz contraataca con recortes

Tras la inspección, el empresario se vio obligado a dar de alta sus trabajadores, pero les comunicó que, a partir de ese día, su sueldo sería reducido en un 37,35 por ciento, el equivalente a las cuotas de la Seguridad Social que tiene que asumir empresario y trabajador. Además, “ofreció” a los trabajadores un nuevo sistema remunerativo según el cual debían renunciar “voluntariamente” al treinta por ciento de su sueldo, que pasa a ser variable en función de objetivos y que, según las fuentes consultadas, todas de primer orden, “estigmatiza” a quien se niega a firmarlo. Esas condiciones son para los afortunados que mantengan su puesto de trabajo, ya que Leopoldo Arnaiz está preparando un Expediente de Regulación de Empleo que afectará a entre el 60 y el 70 por ciento de la plantilla. Se irán a la calle unos 130 trabajadores.

La crisis del ladrillo ha pasado factura a la veintena de empresas que forman el grupo Arnaiz, aunque su patrimonio sigue siendo inmenso. No debemos olvidar que el arquitecto es el dueño de una estructura opaca de 33 empresas que está al margen de sus compañías oficiales y que acumula en inmuebles (suelo y construcciones) no menos de 500 millones de euros, entre los que se encuentran los dos edificios de oficinas que alquiló al Banco Santander. Sólo en Boadilla del Monte las empresas pantalla de Arnaiz acumulan parcelas valoradas en unos 70 millones de euros. Por su “voracidad inmobiliaria”, en el sector de la promoción inmobiliaria se refieren a Leopoldo Arnaiz como “Leopardo” Arnaiz. Esta estructura paralela, que la utiliza para operar en los municipios donde trabaja simultáneamente para el ayuntamiento y para sí mismo, está perfectamente descrita en una denuncia contra el arquitecto que tramitan los juzgados de lo mercantil de Madrid.