La Audiencia deja libre a la etarra Arantza Zulueta porque trabaja como abogada

Arantza Zulueta es, según el juez Fernando Grande-Marlaslaka, la coordinadora de la estructura Amaruna, 'tela de araña', la nueva red de información de ETA. La banda le ordenó obtener la máxima información posible sobre la Audiencia Nacional para preparar un atentado y sin embargo un tribunal de este mismo órgano judicial acaba de ordenar su puesta en libertad. Entre otras cosas, la letrada queda libre por su “innegable arraigo a la Abogacía”. 

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 ordenó la detención e ingreso en prisión de Zulueta en diciembre de 2010 bajo fianza de 60.000 euros en una operación contra la red de abogados de ETA. La letrada pagó y quedó libre. Incluso, acudió como defensora en el juicio al ex portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, y otros siete acusados por intentar reconstruir la mesa nacional de esta formación, bajo el nombre de Bateragune. Pocos días después de quedar el juicio visto para sentencia, Grande-Marlaska envió por segunda vez a la abogada a la cárcel. 

La razón fue que los investigadores descubrieron que la organización terrorista le había ordenado obtener la máxima información posible para preparar un atentado contra la Audiencia Nacional. Dos meses después, la Sección Tercera de este tribunal, presidida por Alfonso Guevara, ha estimado el recurso de la letrada al entender que los nuevos indicios que mandaron a Zulueta de nuevo a la cárcel no se produjeron a posteriori de su puesta en libertad. Esto quiere decir que aunque las pruebas aparecieran más tarde, el acto supuestamente ilícito ya se había producido y por lo tanto prevalece el primer auto en el que el instructor fijaba una fianza de 60.000 euros que ella ya ha abonado.

Pero no sólo eso, la Sala considera que ante el “innegable arraigo ejercitando la Abogacía, disponiendo de domicilio conocido y estable y habiendo depositado una fianza en metálico, y no habiendo variado la imputación provisional, procede alzar la medida de prisión, con retorno a la situación pretérita”. 

Durante el registro de su domicilio tras su detención en 2010, la Policía halló unos ‘pen drive’ que no fueron descodificados hasta meses después y cuyo contenido motivó su segundo ingreso en prisión. En ellos, aparecían planos de los zulos en los que los 'comandos' esconden el material destinado a cometer atentados. En esos zulos, que fueron encontrados posteriormente cerca de la localidad francesa de Bayona y de la frontera española, se hallaron dos fusiles de asalto G-3 y munición para los mismos, 20.000 dólares en metálico, 120 metros de cordón detonante, un temporizador con el anagrama de ETA y clorato y azufre.

La abogada Zulueta está imputada por integrarse, junto con otras nueve personas, en la estructura H-Alboka, que actuaba de enlace entre ETA y los presos de la banda y recababa información sobre posibles objetivos.