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La acampada de Sol trasciende fronteras: los ‘españoles por el mundo’ también se manifiestan
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FRENTE A LAS EMBAJADAS DE PARÍS, ROMA, BERLÍN, LONDRES, BUENOS AIRES...

La acampada de Sol trasciende fronteras: los ‘españoles por el mundo’ también se manifiestan

Del #spanishrevolution al #europeanrevolution. El ánimo está por las nubes y comienza a extenderse también por Europa a través de las redes sociales como Twitter. Los indignados

Foto: La acampada de Sol trasciende fronteras: los ‘españoles por el mundo’ también se manifiestan
La acampada de Sol trasciende fronteras: los ‘españoles por el mundo’ también se manifiestan

Del #spanishrevolution al #europeanrevolution. El ánimo está por las nubes y comienza a extenderse también por Europa a través de las redes sociales como Twitter. Los indignados de la Puerta del Sol han contagiado su repulsa hacia nuestro sistema político también a los españoles que viven fuera de España. Por eso, durante toda la noche han pedido a sus compatriotas que formen parte activa de este movimiento frente a las embajadas españolas por el mundo. Algo que se intuye puede ser el próximo paso de unas concentraciones espontáneas que, de momento, no dejan de sumar adeptos.

Cuatro días después del 15-M, el objetivo ahora es vitorear desde cualquier rincón del mundo que ningún español, viva donde viva, está de acuerdo con el sistema político español. A las seis de la mañana, ya había convocadas para la tarde de este jueves nuevas acampadas y concentraciones en las embajadas de España en Lisboa, Londres, Roma, París, Berlín y Buenos Aires

El modelo a copiar es Madrid, donde ni siquiera la lluvia, que irrumpió en la Puerta del Sol a medianoche, ha podido disipar la resistencia de miles de manifestantes que prometieron no moverse de allí en toda la noche. En apenas unas horas el Kilómetro Cero se convirtió en una microciudad en la que confluían más de 7.000 personas de lo más dispares, organizadores y cientos de mecenas que participaron sin mostrar ni un ápice de rebeldía. El ambiente festivo predominó durante la vigilia reivindicativa. Y donde un grupo de personas improvisaron un concierto con guitarras y cajas, en otro grupo hasta una performance animó durante un rato la noche.

La bandera de España que hirió sensibilidades

Solo se registró un pequeño incidente a las ocho de la tarde, cuando un señor entró en la Puerta del Sol levantando una bandera de España que hirió el sentimiento de más de un manifestante. Disuelta la discusión que se prolongó pacíficamente durante una hora, en toda la noche no se volvió a vivir ningún rifirrafe más.

Los portavoces del movimiento del 15-M se esforzaron por transmitir por megafonía a los concentrados que no se enfrentaran a la policía ni hicieran botellón para evitar el desalojo. Y así pasaron la cuarta noche en la calle cientos de indignados entre gritos, cánticos que cuajaban, asambleas, comisiones y miradas que denotaban curiosidad y asombro. “Aquí está ocurriendo algo grande”, vaticinaba una viandante. Eso es, por lo menos, lo que esperan los indignados españoles. Estén donde estén.

Rechazo a los dos principales partidos

El altruismo ha aflorado desde el domingo de forma constante. Anoche, los acampados se pasaron las horas reunidos en las ocho comisiones que se gestaron el lunes, tras el levantamiento policial. Los organizadores se encargaron, durante la madrugada, de diseñar cómo sería la quinta jornada de protesta. Organizar de forma espontánea la convivencia de cientos de personas que tienen que comer, beber, dormir, limpiar, comunicarse con los medios y organizarse no es tarea fácil. Lo más complicado es saber dirigir bien hacia dónde va el movimiento, cómo canalizar la información y evitar que se desvirtúe el sentir colectivo: que ellos no apoyan a ninguna clase política; que su intención no es perjudicar más al PSOE, sino que detestan por igual al PP y que quieren cambios, aunque todavía no saben cuáles.

El mayor caos de organización fue decidir qué forma va a tomar el discurso: si seguir reivindicando el manifiesto que se creó el martes o levantar otro nuevo sobre esas mismas bases, pero con más forma. Son conscientes de que el lema “queremos un mundo mejor” ya no sirve a una sociedad que se siente parte del movimiento pero reclama cambios puntuales, como cambiar la Ley Electoral.

Los organizadores saben que los políticos que se han sentido incómodos con su levantamiento popular les han acusado de exigir cambios sin fundamentos. Ellos se refugian en que solo tienen cuatro días de vida y su ritmo no es el mismo que el de ellos. Pero son conscientes de que ahí es donde surge el complejo desafío al que deberá enfrentarse el movimiento. Quieren cambiar el sistema, "¿pero cómo lo hacemos?". Lo más urgente para ellos, por ahora, es sobrevivir, por lo menos, hasta el domingo, aunque parece que tienen muy claro que la causa seguirá incluso después de pasar por las urnas.

A las 3 de la madrugada, la lluvia seguía tomando el pulso a los nuevos inquilinos de la Puerta del Sol. Ya no eran miles, pero sí se contaban por cientos las personas que se refugiaban entre las lonas y los pocos portales que habitan en Sol. La Policía Municipal daba alguna vuelta, pero la Policía Nacional ya se fue y no volvió. Todos seguían interesándose en qué podían ayudar y cómo se organizarían ante la nueva jornada, donde hay que volver a colocar lonas y hierros, alimentos, bebida, baños y medicinas.

Los organizadores ya habían hecho el inventario a las 4 de la mañana, mientras que los más risueños no dejaban que la basura se acumulara. Para hoy faltan más lonas, cuerdas, latas de conservas y neveras para mantener los alimentos. El cuadrado rojo señala que la demanda es urgente. Las cartulinas, las mantas o los rotuladores, menos importantes, están pintadas en color amarillo o verde. En rojo chillón, mucho más urgente que cualquier otro material, está escrita en mayúsculas la palabra democracia a la que tanto nombran durante toda la noche.

Del #spanishrevolution al #europeanrevolution. El ánimo está por las nubes y comienza a extenderse también por Europa a través de las redes sociales como Twitter. Los indignados de la Puerta del Sol han contagiado su repulsa hacia nuestro sistema político también a los españoles que viven fuera de España. Por eso, durante toda la noche han pedido a sus compatriotas que formen parte activa de este movimiento frente a las embajadas españolas por el mundo. Algo que se intuye puede ser el próximo paso de unas concentraciones espontáneas que, de momento, no dejan de sumar adeptos.