Es noticia
Fiebre inaugural de aeropuertos sin alas
  1. España
CASTELLÓN Y CORVERA, LOS ÚLTIMOS CASOS DE AERÓDROMOS RUINOSOS

Fiebre inaugural de aeropuertos sin alas

Hace una semana el aeropuerto de Castellón abría sus puertas sin un plan de vuelo. Se convertía así no sólo en el aeródromo civil número 50

Foto: Fiebre inaugural de aeropuertos sin alas
Fiebre inaugural de aeropuertos sin alas

Hace una semana el aeropuerto de Castellón abría sus puertas sin un plan de vuelo. Se convertía así no sólo en el aeródromo civil número 50 de España, sino en otro síntoma de la fiebre por llevar el transporte aéreo a todas las provincias españolas. Corvera, Burgos, Lérida, Ciudad Real y León son algunos de esos municipios que han probado el jugoso caramelo de invertir en el sector aeroportuario, pero que finalmente se les ha atragantado.

El 25 de marzo fue la fecha elegida para que el aeropuerto privado de Castellón desplegase sus alas. Así lo decidió el presidente de la Diputación castellonense, Carlos Fabra, principal impulsor del sueño aeronáutico de la provincia. Bajo la sombra de la polémica, Fabra, de la mano de Camps, inauguraba una infraestructura fantasma, sin papeles y con un futuro incierto, que ha costado unos 151 millones de euros. Catorce años ha necesitado el castellonense para cumplir su objetivo: que su tierra dejase de ser la única provincia del Mediterráneo sin transporte aéreo.

Ese mismo día, la sociedad gestora Aerocas –ente de titularidad autonómico y provincial- aún no había enviado la documentación exigida por Fomento, para lograr la autorización para la navegación aérea. Un permiso que, en el mejor de los casos, no lo obtendrá hasta dentro de tres meses.

No obstante, la ambición de ponerse medallas y la despedida política de su promotor son las razones por las que el proceso se ha acelerado y que ha llevado a que los populares quisieran cortar la cinta tres días antes de finalizar la carrera de inauguraciones fuera de la campaña electoral.

Tres aeropuertos en la zona

Con esta infraestructura, los vecinos de esta capital podrán elegir entre tres aeropuertos en un radio de menos de 200 kilómetros: Castellón, Valencia –a 72 km- y Reus (Tarragona) -a más de 180 km-.

De momento, no habrá aviones ni pasajeros, pero sí curiosos que deseen visitar las desoladas instalaciones. Tal y como informa el Aeropuerto, la terminal estará abierta al público a partir del próximo lunes, a través de visitas gratuitas en las que los turistas podrán deambular por unos pasillos sin pasajeros estresados, carritos con maletas y paneles informativos que anuncien retrasos, y con unas pistas, huérfanas de descomunales modelos de la ingeniería aeronaval. Sólo con el autobús turístico que recorrerá las instalaciones.

Ante el aluvión de críticas, el presidente de la Diputación aseguró este jueves que ha inaugurado un aeropuerto sin aviones “para aviones” y no “para hacer carreras de bicicletas”. “Las gilipolleces las dicen ustedes, no yo", sentenció Fabra.

Sin embargo, la polémica no ha podido sortear las redes sociales. Un grupo de Facebook ha convocado a los internautas a una rave inaugural del aeropuerto castellonense, el próximo 24 de abril. Bajo el título 'Gran fiesta rave inaugural y pública del aeropuerto de Castellón', esta iniciativa es una sátira de la decisión de los populares de abrir el aeródromo sin licencia de navegación. Finalmente, Aerocas impedirá la celebración de la fiesta por instar a “hacer barbacoas, comerse 'la mona' o empinar el catxirulo", según informó a Europa Press el director de la promotora del aeropuerto, Juan García Salas.

Corvera quiere un hueco en ‘Romeo 63’

Un caso similar es el del aeropuerto murciano de Corvera. Al igual que Fabra, el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, se quiere subir al carro de las inauguraciones aeroportuarias con un aeródromo situado a pocos kilómetros del gestionado por Aena en San Javier (Murcia) y que según el Gobierno murciano estará operativo dentro de un año "con aviones y no para pasear".

La nueva infraestructura será otra de las perlas del sector aeroportuario, pero que en su caso cuenta con una peculiaridad: no dispone de ningún hueco en el cielo español.

Tal y como informaron diversos medios este martes, CCOO adelantó que el aeropuerto de Corvera arrancará sin un plan de vuelo y se convertirá en "una infraestructura de ladrillo sin plan aéreo". Según explicó la agrupación sindical, el aeropuerto se sitúa sobre ‘Romeo 63’, un espacio aéreo “restringido” y de uso militar en la Región murciana. Dicha zona se extiende a las provincias colindantes y por ella transitan los aviones del Ejército del Aire, de la Academia general y de la base aérea de Alcantarilla.

Por ello, en palabras del portavoz sindical, Antonio Lucas, la presencia de otro aeródromo murciano supondría la reestructuración del espacio aéreo o la realización de bruscas maniobras de los aviones civiles para esquivar el pasillo restringido.

Asimismo, CCOO advierte que el propósito de Valcárcel es cerrar el único aeropuerto público de la Región, que acogió a casi unos 1.350.000 pasajeros en 2010.Una denuncia que desmienten desde Aena a El Confidencial. “No se va a cerrar el aeropuerto de Murcia-San Javier”, confirman.

Gestión privada, financiación pública

De todas formas, Corvera es de esos aeropuertos de tipo mixto que queda fuera de las garras de Aena. Actualmente, el ente público gestiona 47 aeropuertos de los 50 que hay en España. Los tres restantes son iniciativa externa del Ministerio de Fomento: Ciudad Real, Lleida-Alguaire y Castellón. Unos aeropuertos calificados como privados, por no ser gestionados por el ente nacional, pero que cuenta con financiación pública para el desarrollo de sus actividades.

En el caso de Lérida, aeropuerto inaugurado en enero de 2010, fue financiado por la Generalitat catalana, con una inversión de cerca de 95 millones de euros. A pesar de que superó sus expectativas económicas en el primer año, tuvo que atravesar un duro obstáculo: nadie se quería hacer cargo de su gestión. A dos semanas de su inauguración no se había presentado ninguna oferta para adjudicarse la dirección del aeródromo. Sólo una carta de Abertis que mostraba un cierto interés, pero con unas condiciones distintas a las exigidas por la Generalitat. Según informó La Vanguardia, los requisitos se centraban en una inversión de 20 millones de euros para ampliar las instalaciones y un canon de 2,2 millones al año para llenar las arcas del Govern.

Actualmente, Lérida-Alguaire es gestionado por Aeroports de Catalunya, un ente público de gestión principalmente privada y creado por el propio Ejecutivo catalán. En él transitan tres aerolíneas: Air Nostrum (Iberia), Ryanair y Vueling, pero la low cost irlandesa ya anunció el pasado 28 de marzo que dejará de operar el próximo mes de junio, ante las discrepancias entre la compañía y la Generalitat. Un duro varapalo para los leridanos.

La manzana envenenada de Díaz de Mera

No obstante, si hay que hablar de fracasos sonados es preciso señalar el caso del aeropuerto de Ciudad Real. Una iniciativa personal de unos empresarios que arrastraron a entidades públicas regionales a financiar un negocio sin futuro y sin unas previsiones económicas realistas.

Tal y como adelantó este diario, este aeropuerto se encuentra actualmente en estado de quiebra, debido a la mala gestión de sus promotores, que les ha llevado a engrosar una deuda de 319 millones de euros y ha empujado a diversas empresas a formar parte de una larga lista de acreedores liderada por la Caja Castilla-La Mancha (CCM) con el 68,28% de las acciones del aeródromo.

Inexistencia de estudios de mercado, concurso de acreedores, aplicación de EREs para hacer frente a la suspensión de pagos… son algunas de los acontecimientos ocurridos en la pesadilla de unos propietarios locos por deshacerse de un proyecto nefasto.

Los grandes fiascos del sector aeroportuario público

Dejando a un lado el sector privado, lo público también tiene mucho que callar. El aeropuerto de Burgos, abierto al cielo español el 7 de julio de 2008 de la mano de la ex ministra de Fomento Magdalena Álvarez, sólo cuenta con tres vuelos –Barcelona, París y Palma de Mallorca- estos dos últimos estacionales. Por aquel entonces, Álvarez estimó una capacidad de medio millón de pasajeros al año. Un dato muy por debajo de los 33.595 turistas que se registraron en 2010.

Hace una semana el aeropuerto de Castellón abría sus puertas sin un plan de vuelo. Se convertía así no sólo en el aeródromo civil número 50 de España, sino en otro síntoma de la fiebre por llevar el transporte aéreo a todas las provincias españolas. Corvera, Burgos, Lérida, Ciudad Real y León son algunos de esos municipios que han probado el jugoso caramelo de invertir en el sector aeroportuario, pero que finalmente se les ha atragantado.

Aeropuertos