Zapatero lleva al PSOE al límite de su resistencia al negarse a aclarar su futuro

José Luis Rodríguez Zapatero volvió a dejar pasar el sábado otra oportunidad para aclarar su futuro y enviar a su partido un mensaje tranquilizador. El líder socialista parece dispuesto a mantener en un estado de hipertensión el corazón del PSOE, llevando al límite de su resistencia a los órganos federales y locales. En estas circunstancias, hasta los barones que no concurren a las elecciones del próximo 22 de mayo pierden la paciencia. Patxi López fue el último en reclamar que se “despeje” la incógnita cuanto antes, mientras la debilidad de Ferraz se contagia como un virus a diversas direcciones regionales, como las de Andalucía o Cataluña. 

“¿Para qué se decidió a última hora Zapatero a tomar la palabra en el Comité Federal del sábado, si no dijo nada nuevo?”, se preguntaron fuentes del PSOE. “Era un mensaje de ánimo para que el partido salga a ganar. A veces se pierden las elecciones por falta de energía o desánimo, más que por el rival. Por ejemplo, si no hubiéramos estado tan desmoralizados en 1996, Felipe hubiera incluso podido ganar otra vez”, respondieron otras fuentes socialistas. En efecto, la breve intervención del presidente versó sobre la necesidad de las reformas que ha puesto en marcha el Gobierno, así como sobre la tradicional capacidad del partido para doblegar al PP y a las encuestas.

Pero Zapatero ya no es la figura adecuada para inyectar optimismo a los socialistas, que, además, cada vez cuentan con menos argumentos para defender a pie de calle las cadena de medidas impopulares del Ejecutivo. “Estamos en un momento de debilidad extrema. Los sociólogos de Ferraz dicen que perdemos con Zapatero, Rubalcaba o Chacón. Pero el problema es que los candidatos locales no pueden escapar del debate nacional ni de la sucesión del presidente”, señaló un diputado socialista.

Los estrategas del PSOE y del PP coinciden en que si Zapatero anunciara antes de la campaña electoral su renuncia a repetir como cabeza de cartel en 2012, los candidatos socialistas se verían claramente beneficiados. No solo podrían desmarcarse con más facilidad de los errores y recortes del Gobierno central, sino que podrían volver a marcar la agenda política de su municipio o comunidad autónoma. Precisamente, tanto José Blanco como Alfredo Pérez Rubalcaba vienen aconsejando a los diversos líderes locales y regionales que centren su campaña en compromisos programáticos, y no en peleas concretas.

Los 'barones', a punto de estallar

Por todo ello, los barones esperan con ansiedad que su secretario general aclare cuál será su futuro político y les proporcione tiempo suficiente para maniobrar hasta el 22-M. Uno tras otro, los principales líderes autonómicos se han retratado para recordar a Zapatero que ocho años en Moncloa son suficientes y que no debe retrasa el a nuncio: Patxi López, Tomás Gómez, José María Barreda y Guillermo Fernández Vara. Pero el presidente del Gobierno parece disfrutar de la incertidumbre que él miso ha creado y, ajeno al malestar general, no hizo ninguna referencia a esta situación en su discurso ante el Comité Federal. Ahora, todas las miradas están puestas en el cónclave socialista del 26 de marzo, cuando Zapatero disponga de su penúltima oportunidad para despejar la incógnita que resquebraja al PSOE.