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Zapatero entierra su última promesa electoral con la prórroga de las nucleares
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EL PSOE 'TRAICIONA' SU PROGRAMA DE 2008

Zapatero entierra su última promesa electoral con la prórroga de las nucleares

No es probable que la Ley de Economía Sostenible (LES) consolide un nuevo modelo productivo, pero sí es muy posible que irrite a un buen número

Foto: Zapatero entierra su última promesa electoral con la prórroga de las nucleares
Zapatero entierra su última promesa electoral con la prórroga de las nucleares

No es probable que la Ley de Economía Sostenible (LES) consolide un nuevo modelo productivo, pero sí es muy posible que irrite a un buen número de votantes del PSOE. El que fuera el proyecto estrella de José Luis Rodríguez Zapatero se aprobó definitivamente ayer en el Congreso con una enmienda de última hora que permite prorrogar la vida de las centrales nucleares. PSOE, PP, CiU y PNV pactaron eliminar el límite de 40 años que había propuesto inicialmente el Gobierno para estas instalaciones, enterrando así otra de las promesas electorales con que Zapatero se presentó en 2008.

 

Los socialistas se comprometieron en su último programa electoral a sustituir la energía nuclear por fuentes renovables. Así, en la página 192 de este documento se puede leer: “Mantendremos el compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por energías seguras, limpias y menos costosas, cerrando las centrales nucleares de forma ordenada en el tiempo al final de su vida útil, dando prioridad a la garantía de seguridad y con el máximo consenso social, potenciando el ahorro y la eficiencia energética y las energías renovables, la generación distribuida y las redes de transporte y distribución local”.

 

Justo lo contrario de lo que votaron ayer los 169 diputados del Grupo Socialista. La enmienda aprobada en el marco de la LES elimina el límite de 40 años que había definido el Gobierno, y permite que se concedan “renovaciones” teniendo en cuenta las condiciones de seguridad y las necesidades energéticas del país. De esta forma, la energía nuclear podrá formar parte del mix energético previsto para 2035, fecha en la que, según los planes iniciales de Zapatero, ya no funcionaría ninguna de las centrales existentes.

 

Según el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, el acuerdo supone “un cambio de escenario y de actitud del Gobierno respecto al uso de la energía nuclear” y “pone fin a un debate ideológico innecesario”. Sin embargo, ni el PSOE ni el Gobierno reconocen tal cambio. El propio Zapatero negó ayer en los pasillos del Congreso que haya cambiado su política nuclear, pero el resto de partidos, así como organizaciones tan dispares como Greenpeace o la Sociedad Nuclear Española, reconocen que se trata de un giro tan radical como los que el presidente ha acometido en política económica en el último año.

 

De hecho, lo que ayer defendieron los parlamentarios del PSOE tampoco se parece en nada a las enmiendas que presentaron en septiembre a la LES. Entonces, el Grupo Socialista trató de impedir incluso las renovaciones extraordinarias de las centrales nucleares, pidiendo que se retirara del proyecto enviado por el Gobierno el párrafo relativo a los requerimientos necesarios para obtener una prórroga de funcionamiento.

 

Ni almacén de residuos ni consenso con Garoña

 

Y es que la energía nuclear se le ha atragantado a Moncloa durante toda la legislatura y ha partido en dos al PSOE. Esta división ideológica se ha traducido en continuos bandazos, por ejemplo, en el caso de Garoña. Zapatero, que se había declarado el miembro más “antinuclear” de su Ejecutivo, impidió que el Ministerio de Industria prorrogara la vida de la central diez años más. El Gobierno acabó desoyendo las recomendaciones del Consejo de Seguridad Nacional, favorable a la ampliación, y fijó el cierre para 2013.

 

La polémica volvió a estallar durante la negociación con los sindicatos para el llamado pacto social, cuando se filtró el intento de intercambiar energía nuclear por edad de jubilación. El Ejecutivo tampoco ha sido capaz de encontrar emplazamiento al almacén de residuos nucleares, ni de llegar a un  pacto energético con el PP para definir el futuro mix energético de España. Por ello, Soraya Sáenz de Santamaría no perdió ayer la oportunidad de burlarse del PSOE y aseguró que “el Gobierno es a la vez pro nuclear, no nuclear y un poco nuclear en función de a quién preguntes y qué día se lo preguntes”.

No es probable que la Ley de Economía Sostenible (LES) consolide un nuevo modelo productivo, pero sí es muy posible que irrite a un buen número de votantes del PSOE. El que fuera el proyecto estrella de José Luis Rodríguez Zapatero se aprobó definitivamente ayer en el Congreso con una enmienda de última hora que permite prorrogar la vida de las centrales nucleares. PSOE, PP, CiU y PNV pactaron eliminar el límite de 40 años que había propuesto inicialmente el Gobierno para estas instalaciones, enterrando así otra de las promesas electorales con que Zapatero se presentó en 2008.