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El policía filmado en el Faisán declaró que no sabía si había estado en el bar
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LA GRABACIÓN ERA DESCONOCIDA HASTA AHORA

El policía filmado en el Faisán declaró que no sabía si había estado en el bar

El equipo policial que investiga el chivatazo a ETA entregó días atrás al juez Pablo Ruz, actual instructor de la causa, un informe según el cual

Foto: El policía filmado en el Faisán declaró que no sabía si había estado en el bar
El policía filmado en el Faisán declaró que no sabía si había estado en el bar

El equipo policial que investiga el chivatazo a ETA entregó días atrás al juez Pablo Ruz, actual instructor de la causa, un informe según el cual el inspector José María Ballesteros (uno de los imputados en al causa) fue grabado por la cámara situada frente al bar Faisán cuando entraba y salía del establecimiento en el tramo horario en que tuvo lugar la filtración. Una filmación desconocida hasta ahora, cuando han transcurrido ya casi cinco años desde que el 4 de mayo de 2006 un chivatazo alertara de una operación policial contra la red de extorsión etarra que operaba a través del citado establecimeinto. El magistrado ha declarado secreto el mencionado informe para realizar una serie de diligencias en relación con su contenido.
 
¿Estuvo usted en el bar Faisán esa mañana (la del 4 de mayo der 2006)? “Puf, es que no lo sé, en la hora que yo me levanté me tomaría un café con toda seguridad en algún sitio, seguro, no tengo ni idea. Pudo haber sido ahí, es que no lo sé”. La pregunta se la planteó el juez Baltasar Garzón al inspector de Policía José María Ballesteros el 23 de diciembre de 2008. El magistrado era entonces el responsable de la investigación del chivatazo y citó ese día a declarar como imputados a Víctor García Hidalgo, ex director general de la Policía, Enrique Pamies, jefe superior de Policía del País Vasco, y el citado Ballesteros.
 
José María Ballesteros mantuvo en su única comparecencia judicial hasta la fecha que fue hasta la zona por orden del comisario Enrique Pamies, que le encargó comprobar la presencia policial en la frontera. El jefe superior declaró que esa mañana iba a tener una cita con un confidente de ETA y que la labor de Ballesteros era dar cobertura a la cita. El encuentro se canceló, según su versión, porque en la frontera había numerosa presencia de Unidades de Intervención Policial (UIP).

El inspector fue sometido a un duro interrogatorio por Garzón, que tenía un informe con el cruce de llamadas con Pamies la mañana del chivatazo y la noche anterior. A continuación se reproducen los extractos más relevantes de su declaración. El salto entre secuencia de preguntas se establece con puntos suspensivos entre comillas. Tras una primera parte centrada en que identificara a los titulares de varios móviles, el magistrado se centró en conocer la razón por la que se encontraba en las inmediaciones del Faisán la mañana de los hechos pese a estar destinado en Vitoria y  no ser un especialista en ETA, sino en terrorismo islamista.

Juez.- ¿Qué fue a hacer?
José María Ballesteros.- La idea era ver, de comentarle (al jefe superior) como estaba aquello. Veo unidades de intervención y es lo que vi (…)  estuve perdido mucho tiempo, no conozco el sitio, la zona, y vueltas cincuenta mil. Recuerdo haber visto a compañeros de mi unidad.
Juez.- Señor Ballesteros, procure usted ser más concreto y procure usted recordar con más precisión lo que hizo, porque le voy a preguntar con mucha precisión por el lugar donde estaba y por lo que hizo esa mañana.
José María Ballesteros.- Si señoría, pero es que …
Juez.- Entonces, dígame qué órdenes recibió.
José María Ballesteros.- A mí lo único que me dijo el jefe superior es que tenía que ir allí y que le informara de lo que había, es todo lo que me dijo, yo no recuerdo más.
(…) Juez.- Vamos a ver, a las 6,30 horas de la mañana de ese día (4 de mayo de 2006) el jefe superior de Policía le llama a usted. ¿Recuerda para qué?
José María Ballesteros.- Pues no lo sé señoría.
Juez.- Sería en relación con el viaje que iba a hacer, ¿no?
José María Ballesteros.- Supongo, puf, si había salido, si no … no lo sé.
(…) Juez.- Entonces, puede usted decirme qué tipo de servicio iba usted a hacer que sale, va no sabe usted dónde, a hacer no se sabe bien qué, y no recuerda ni lo que hizo, ni hizo informe ni nada. Entonces, ¿qué es lo que fue usted a hacer?
José María Ballesteros.- Le digo que fui a  ver, que tenía que informar de presencia policial. Yo no sé para qué, no tengo ni idea porque a mí no me lo dice. Entonces, yo le digo lo que hay, hay unidades de intervención que son gente que yo conozco porque han trabajado conmigo; hay en una frontera y en la otra. (…) Yo me muevo por aquella zona varias veces hasta que creo que llega un momento que (me dice) vete de ahí, y punto. No me acuerdo de más.
(…)
Juez.- ¿Estuvo usted en el bar Faisán esa mañana?
José María Ballesteros.- Señoría, no lo sé. ¿Pude haber estado?, seguro. ¿Pude no haber estado?, pues seguro también, porque no lo sé señoría, no lo sé.
Juez.- A las 11 de la mañana, a las 11,08 de la mañana, ¿estuvo en el bar Faisán?
José María Ballesteros.- Vuelvo a repetir lo mismo, tomé un café, pero no sé dónde. Es que no lo sé. No lo sé, señoría.
Juez.- ¿Puede recordar cómo era, como era el bar donde estuvo tomando café? Estuvo un tiempo ahí.
José María Ballesteros.-  No lo sé.
Juez.- Estuvo 10-15 minutos.
José María Ballesteros.- Sí que estaría, es que no lo sé.
Juez.- ¿Por qué le cedió usted su teléfono para que hablara el jefe superior de Policía con Joseba Elosua?
José María Ballesteros.- ¿Que cedí el teléfono?
Juez.- Sí, le estoy preguntando que ¿por qué cedió usted el teléfono a Joseba Elosua para que el jefe superior de Policía hablara con él durante 8 minutos? (…) por eso está usted aquí.
José María Ballesteros.- Ni idea, no doy ese teléfono a nadie, jamás, salvo a mi hijo, salvo mi mujer, creo que no lo utiliza nadie.
(…) Juez.- ¿Estaba usted en el bar Faisán cuando habla, cuando usted o quién sea habla por el teléfono?
José María Ballesteros.- No tengo ni idea, podía haber estado.
Juez.- Se lo digo porque el teléfono se ubica exactamente en esa zona.
José María Ballesteros.- No lo sé, puesta estaría, no lo sé.
(…) Juez.- ¿Dónde estuvo usted tomando un café?
José María Ballesteros.- No lo sé.
Juez.- Además, efectivamente, el señor Elosua dice que la persona que le pone el teléfono tomó un café solo.
José María Ballesteros.- (…) Tomar café, seguro, porque me levanté temprano y estuve dando vueltas por ahí. Tomé el café seguro.

En otro momento del interrogatorio, Garzón incidió en el cruce de llamadas con el jefe superior de Policía, y si es habitual que un inspector se salte la escala de mando para hablar directamente con el máximo responsable policial en el País Vasco.

Juez.- ¿Cómo puede usted explicar que en el curso de un trimestre, de mayo a julio de 2006, usted hablara una vez por teléfono con el jefe superior, el 21 de julio, y, en cambio, entre las 00:06 y las 14:00 horas del 4 de mayo mantuvieran 8 conversaciones telefónicas.
José María Ballesteros.- No lo sé. Ha habido momentos…
Juez.- … y después desaparece. Por lo visto, le encomendó a usted esa misión y ya no le ha vuelto a encomendar ninguna más, porque no ha vuelto usted a hablar por teléfono con él.
José María Ballesteros.- Sí, sí hombre, por supuesto.
(…) Juez.- Ocho veces en el transcurso de doce horas escasas.
José María Ballesteros.- Señoría, yo no lo sé
Juez.- Una en tres meses.
José María Ballesteros.- No lo sé, señoría.  

El equipo policial que investiga el chivatazo a ETA entregó días atrás al juez Pablo Ruz, actual instructor de la causa, un informe según el cual el inspector José María Ballesteros (uno de los imputados en al causa) fue grabado por la cámara situada frente al bar Faisán cuando entraba y salía del establecimiento en el tramo horario en que tuvo lugar la filtración. Una filmación desconocida hasta ahora, cuando han transcurrido ya casi cinco años desde que el 4 de mayo de 2006 un chivatazo alertara de una operación policial contra la red de extorsión etarra que operaba a través del citado establecimeinto. El magistrado ha declarado secreto el mencionado informe para realizar una serie de diligencias en relación con su contenido.
 
¿Estuvo usted en el bar Faisán esa mañana (la del 4 de mayo der 2006)? “Puf, es que no lo sé, en la hora que yo me levanté me tomaría un café con toda seguridad en algún sitio, seguro, no tengo ni idea. Pudo haber sido ahí, es que no lo sé”. La pregunta se la planteó el juez Baltasar Garzón al inspector de Policía José María Ballesteros el 23 de diciembre de 2008. El magistrado era entonces el responsable de la investigación del chivatazo y citó ese día a declarar como imputados a Víctor García Hidalgo, ex director general de la Policía, Enrique Pamies, jefe superior de Policía del País Vasco, y el citado Ballesteros.
 
José María Ballesteros mantuvo en su única comparecencia judicial hasta la fecha que fue hasta la zona por orden del comisario Enrique Pamies, que le encargó comprobar la presencia policial en la frontera. El jefe superior declaró que esa mañana iba a tener una cita con un confidente de ETA y que la labor de Ballesteros era dar cobertura a la cita. El encuentro se canceló, según su versión, porque en la frontera había numerosa presencia de Unidades de Intervención Policial (UIP).

Baltasar Garzón