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“Mamá, quiero ser controlador”: la liberalización llega a una de las profesiones mejor pagadas
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AUGE EN LA FORMACIÓN DE CONTROLADORES EN ESTE 2011

“Mamá, quiero ser controlador”: la liberalización llega a una de las profesiones mejor pagadas

Los jóvenes ya no quieren ser futbolistas ni modelos. Ni siquiera artistas, como Concha Velasco. En plena crisis, el de los controladores se perfila prácticamente como

Foto: “Mamá, quiero ser controlador”: la liberalización llega a una de las profesiones mejor pagadas
“Mamá, quiero ser controlador”: la liberalización llega a una de las profesiones mejor pagadas

Los jóvenes ya no quieren ser futbolistas ni modelos. Ni siquiera artistas, como Concha Velasco. En plena crisis, el de los controladores se perfila prácticamente como el único gremio en el que no hay paro. Si a esto le unimos la huelga encubierta de aquel puente en el que todos los españoles nos hicimos una idea de lo que se puede llegar a cobrar y la progresiva liberalización del sector, la ecuación ya está hecha. El futuro pasa por ser controlador.

 

El pasado verano ya vimos cómo varios centenares de jóvenes pagaban el carísimo 'peaje' de formación para, en un futuro, poder pertenecer a una de las profesiones mejor pagadas en este país. Si a ello le sumamos la progresiva privatización del sector nos encontramos con que el control aéreo no sólo se ha convertido en una posibilidad de empleo, sino también en una fuente de ingresos para las empresas que quieran ofrecer formación.

En Ciudad Real ha surgido una de estas entidades de mano de IATA-Altius, una asociación que -Ministerio de Fomento mediante- empezará a formar controladores a partir de 2011. En colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, IATA-Altius pretende formar a más de 350 controladores en unos cursos que previsiblemente comenzarán en marzo de 2011. Además, y aunque aún no hay nada firmado, se pretende firmar un convenio con el Aeropuerto de Ciudad Real para que los alumnos hagan allí sus prácticas.

La directora general de la asociación, Miriam Vieco, se defiende de las posibles críticas que tachen de oportunistas a este tipo de iniciativas: “No somos especuladores. En España hay una necesidad real de controladores. El sector está cambiando mucho, se está liberalizando, y en este contexto hacen falta más controladores. Además, este interés formativo no nos ha venido de repente: llevamos varios años detrás de esto”.

Defensa del colectivo

 

Pese a las abrumadoras críticas que han recibido últimamente los controladores, Vieco, sin querer entrar demasiado en polémicas, los defiende: “Este último puente lo ha cambiado todo, pero la profesión de controlador merece el respeto de todo el mundo. Son unos grandísimos profesionales”.

Sea como fuere, es evidente que ésta y otras iniciativas dan respuesta al interés real de varios centenares de españoles de desechar profesiones antes anheladas y querer optar a dirigir y controlar nuestro espacio aéreo. Un camino con un gran futuro, pero para el que previamente hay que tener también un buen talonario.

Los jóvenes ya no quieren ser futbolistas ni modelos. Ni siquiera artistas, como Concha Velasco. En plena crisis, el de los controladores se perfila prácticamente como el único gremio en el que no hay paro. Si a esto le unimos la huelga encubierta de aquel puente en el que todos los españoles nos hicimos una idea de lo que se puede llegar a cobrar y la progresiva liberalización del sector, la ecuación ya está hecha. El futuro pasa por ser controlador.

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