ETA asalta una empresa en Francia y siembra de dudas el fin de la violencia

ETA robó la tarde del pasado lunes 6.000 tarjetas magnéticas de seguridad y los programas informáticos para configurarlas en la empresa francesa Impuls France, dedicada a este tipo de tecnología. El asalto se produce cuando la izquierda abertzale está a la espera de que la banda haga público un comunicado que anuncie una tregua “unilateral, permanente y verificable” y siembra de dudas el fin definitivo de la violencia.

El asalto a la mencionada empresa, situada en la localidad de Bourg de Péage, en la región de Ródano-Alpes, a un centenar de kilómetros de Lyon y ochenta de Grenoble, fue perpetrado por dos hombres y una mujer que hablaban entre ellos en castellano y que se identificaron como miembros de ETA ante el único empleado que en ese momento se encontraba en las instalaciones. Los etarras de hicieron con seis mil tarjetas magnéticas, varios programas informáticos para configurarlas y seis impresoras. Las fuentes consultadas sostienen que con el material robado la banda terrorista puede diseñar tarjetas de control de acceso a empresas e instalaciones.

Un alto cargo del Ministerio del Interior manifestó en la noche de ayer a este diario que no estaba plenamente confirmada la autoría de ETA, pero fuentes de los servicios antiterroristas manifestaron que sus homólogos franceses consideran segura la misma por el modus operandi de los asaltantes, similar al que la banda ha utilizado en otros episodios similares contra armerías y fábricas deexplosivos.

Sin unanimidad en la decisión final 

El robo se suma a la sustracción de un coche Ford Focus el pasado día 14 en la localidad de Champagne-Mouton, también en el país vecino. Ambos incidentes siembran de dudas el futuro inmediato, justo cuando la izquierda abertzale está a la espera de que la banda haga público un nuevo comunicado que avance hacia su desaparición, previsto inicialmente para antes de fin de año. Posteriormente, a finales de enero, tiene previsto presentar una nueva formación política para concurrir a las elecciones municipales y forales de la próxima primavera.

Fuentes de los servicios de inteligencia creen que el asalto reafirma la tesis de que hay un sector minoritario en la banda que no quiere dejar las armas. “Es una pelea que mantienen desde el mes de septiembre y definal indeciso”, señala un analista. La decisión de poner fin a la violencia es mayoritaria en ETA y en la izquierda abertzale, dicen, pero no unánime.