Batasuna: el inminente comunicado de ETA será el primer paso hacia su desaparición

Será un paso más, pero no el definitivo. El inminente comunicado de ETA, que desde hace semanas se espera para antes de fin de año, no anunciará el fin definitivo de la violencia pero será “el primer paso hacia el abandono definitivo de las armas”. Esto último lo dijo este jueves el dirigente abertzale Rufi Etxeberria en su primera entrevista en Radio Euskadi desde que gobierna el PSE. Este primer paso se concreta en el anuncio de una tregua “unilateral, permanente y verificable”. Los servicios de inteligencia son mucho más cautos porque creen que la apuesta por el fin de la violencia es mayoritario, pero no unánime, y esperan un comunicado light para ganar tiempo y que la izquierda abertzale presente un nuevo partido a finales de enero.  

 

Las dos interpretaciones, aparentemente antagónicas, no lo son. Que la tregua sea unilateral, permanente y, sobre todo, verificable, es para Batasuna la prueba inequívoca de que ETA asume la apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas que defienden las declaraciones de Bruselas y Gernika. Sin embargo, lo que para la izquierda abertzale es un enorme avance para el Gobierno es insuficiente y la demostración de que la banda no tiene decidido aun echar el cierre. Unos ven la botella medio llena y otros medio vacía. Cuestión de interpretaciones.

Pese a su optimismo, la izquierda abertzale no descarta por completo que el esperado comunicado no satisfaga sus expectativas. En ese caso, seguirá reclamando a la banda una tregua “unilateral, permanente y verificable” como primer paso hacia su desaparición. El problema es que el tiempo apremia y a finales de enero presentará en público un nuevo partido que cumplirá la Ley de Partidos. Sus estatutos serán propios y no una copia de los del PSOE, como se ha especulado, y respetarán todos los requisitos legales exigidos. El objetivo es que la nueva formación concurra a las elecciones municipales y forales de la próxima primavera. Un dirigente abertzale manifestó a este diario que no tendrá siglas, de lo que se deduce que su denominación será una sola palabra.

Las dudas del Gobierno

Los servicios de inteligencia no lo ven tan claro, y en los análisis que cada semana remiten al vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sostienen que el comunicado de la banda será light porque no hay unanimidad. Las posiciones a favor de la violencia son mayoritarias, pero hay un sector que no está de acuerdo en ceder la iniciativa política al nuevo partido. Entre los documentos que se manejan para llegar a esta conclusión está una comunicación que la banda envió el pasado octubre a EKIN (partido ilegalizado con el que se identifica a los inmovilistas de Batasuna) en el que le ordenaba que asumiera el control de la izquierda abertzale y neutralizara a Arnaldo Otegi.

La no inscripción del nuevo partido en el Registro del Ministerio del Interior supondría mantener de facto la ilegalización de la izquierda abertzale y su exclusión de las instituciones. Una circunstancia que los más radicales podrían utilizar para descalificar al sector mayoritario con el argumento de que ni aun asumiendo la Ley de Partidos el Gobierno les permite volver a la política.