Rajoy culpa a los controladores del caos aéreo pero critica la "desidia" del Gobierno

No ha sido un debate a cara de perro, pero tampoco de guante blanco. El líder del PP, Mariano Rajoy, ha señalado en el Congreso a los controladores como los únicos "responsables directos" del caos aéreo del pasado fin de semana por su conducta "inadmisible, ilegítima e intolerable". Pero ha cargado también contra el Gobierno por su "desidia y pasividad" al no prever a tiempo el conflicto, y ha descalificado duramente a José Blanco, a quien se ha referido como "un ministro de Fomento a tiempo parcial".

José Luis Rodríguez Zapatero, en su intervención inicial, ha justificado el estado de alarma decretado por el Gobierno por la "abierta rebeldía contra el Estado de Derecho" protagonizada por los controladores. Y ha asegurado que si el Ejecutivo aprobó el viernes el decreto que modifica las condiciones laborales de los controladores -el detonador de la huelga salvaje- fue, precisamente, para evitar que el abandono de los puestos de trabajo que ya se estaba produciendo entonces en los aeropuertos de Galicia se extendiera al resto de España.

El presidente del Gobierno ha defendido la aplicación a los controladores del Código Penal Militar por bloquear el espacio aéreo, y ha asegurado que "sobre el Gobierno pesa la doble obligación de impulsar la depuración de las responsabilidades en las que se ha podido incurrir y de facilitar el resarcimiento de los daños y perjuicios causados". Sin embargo, Zapatero no ha aclarado si prorrogará más allá de 15 días el estado de alarma decretado el pasado fin de semana.

El líder del PP, tras condenar el "conflicto inadmisible" provocado por los controladores y expresar su apoyo a las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno, ha concentrado sus críticas en Blanco, titular de Fomento y número dos del PSOE, por ser un ministro "a tiempo parcial que no se dedica a lo que se tiene que dedicar".

Rajoy tenía preparado un golpe de efecto. Pura hemeroteca. Primero ha afirmado que "el señor ministro de Fomento es un inútil total con dosis importantes de caradura, porque siempre encuentra una excusa para no asumir sus responsabilidades". Y luego, tras observar con indisimulada satisfacción el revuelo, los abucheos y el conato de bronca -cortado de raíz por José Bono- desatado por sus palabras en la bancada socialista, ha añadido: "Tan cariñosos epítetos se los dedicó Alfredo Pérez Rubalcaba a un ministro de Fomento en 1999 por unos retrasos en Barajas", en alusión a Rafael Arias Salgado. Y ha añadido: "No seré yo quien diga esto del actual ministro, porque yo no soy así".