Ibarretxe reaparece y pide un nuevo Estatuto que reconozca el derecho de autodeterminación

Ha vuelto. El ex lehendakari Juan José Ibarretxe reapareció ayer en la escena política vasca con la lectura de su tesis doctoral en la Facultad de Derecho de la Universidad del País Vasco, que recibió la calificación cum laude. Fue un acto académico, pero de enorme contenido político, en el que reivindicó su gestión al frente del Gobierno vasco entre 1998 y 2008 y su ideario: nuevo estatuto que reconozca a Euskadi como nación y el derecho a decidir de sus ciudadanos; derogación de la Ley de Partidos para que la izquierda abertzale vuelva a las instituciones, y fin dialogado de la violencia.

 

Ibarretxe anunció su retirada de la política en el pleno de investidura de Patxi López como nuevo lehendakari. Desde entonces ha mantenido silencio, que ha roto sólo de manera puntual con declaraciones públicas o con artículos en la prensa. Ahora regresa para quedarse al menos durante los próximos meses, ya que está a punto de publicar un libro de memorias que presentará por toda España.

Los siete folios de resumen de su tesis doctoral facilitados a este diario por uno de sus colaboradores se centran en su propuesta para resolver el denominado ‘conflicto vasco’. El reciente acuerdo alcanzado entre Rodríguez Zapatero e Íñigo Urkullu, presidente del PNV, para el traspaso de las competencias estatutarias pendientes a cambio de un pacto para lo que resta de legislatura, otorga especial relevancia a las palabras del ex lehendakari sobre este asunto.

Nuevo estatuto

Ibarretxe dice que “el verdadero problema de normalización política no estriba únicamente en un compendio de transferencia. El problema, en términos políticos y democráticos, es la falta de reconocimiento del Pueblo Vasco (…) al que le corresponden unos derechos históricos, existentes antes de la Constitución española y, en definitiva, con capacidad para decidir libre y democráticamente su propio futuro”. “El Estatuto de Gernika ha sido sinónimo de bienestar para la sociedad vasca (…) y ha permitido a las instituciones vascas mejor la utilización de los recursos disponibles”, dice su tesis, “pero está agotado para dar respuesta a los retos del futuro”.

La solución pasa por la Propuesta de Nuevo Estatuto Político, conocido como ‘plan Ibarretxe’, aprobado por mayoría absoluta del Parlamento vasco el 30 de diciembre de 2004, y rechazado después por el Congreso de los Diputados. Ese nuevo estatuto ya recogía algunas de las reivindicaciones sobre las que el ex lehendakari volvió ayer, como el reconocimiento de Euskadi como nación y el derecho de autodeterminación.

“Es concluyente que se debe abordar un diálogo político de fondo con el objeto de alcanzar un acuerdo de normalización política en torno a elementos fundamentales para nuestra convivencia como la identidad, la soberanía, la territorialidad, el derecho de autodeterminación y su ejercicio pactado, la presencia de Euskadi en Europa y en el mundo, el nivel de autogobierno deseado o el marco de relación entre Euskadi y el Estado español”.

El fin de ETA

Junto a la normalización política, Ibarretxe aborda el final dialogado de ETA, que sigue reivindicando pese al fracaso de los últimos procesos de paz. “Seguimos abogando por el final dialogado de la violencia. Es cierto que se ha intentado y no se ha conseguido, pero no podemos cejar en el empeño, no podemos darnos por vencidos; hay que seguir intentándolo, una y mil veces”.

La tesis recoge una condena sin paliativos de ETA, a la que pide que reconozca “la terrible brutalidad, inutilidad e inmoralidad de su violencia” y dé muestras inequívocas de su disposición a dejar las armas, y reclama al Gobierno el acercamiento de los presos y la derogación de la Ley de Partidos para que la izquierda abertzale vuelva a las instituciones. Y diálogo, mucho diálogo: “diálogo en público y en privado, diálogo bilateral y multilateral, diálogo sin vetos personales ni políticos, diálogo sin condiciones previas, diálogo como fórmula para buscar soluciones. Diálogo que sólo exige un principio básico: respeto”.