Zapatero da la campanada con Valeriano Gómez en Trabajo y hace un guiño a los sindicatos

José Luis Rodríguez Zapatero ha dado la campanada. Hoy tocaba anunciar al sustituto de Celestino Corbacho al frente de uno de los ministerios más complicados de la presente legislatura y ha vuelto a echar mano de la estrategia que más le gusta, el factor sorpresa. Valeriano Gómez se queda con la cartera de Trabajo cuando el país se encuentra a punto de alcanzar los cinco millones de parados y en plena reforma laboral.

De los muchos nombres que han sonado desde que se supo que Corbacho regresaba a Cataluña, desde Álvarez Areces, pasando por Octavio Granado y hasta el propio Manuel Chávez, ha sido Gómez el que se ha llevado el gato al agua. Y es que han sido dos factores los determinantes para Moncloa a la hora de inclinar a su favor la balanza: es un desconocido para la opinión pública y, sobre todo, es un hombre de UGT.

De esta manera, Zapatero hace un nuevo guiño a los sindicatos y busca calmar los ánimos alterados por la reforma laboral y de las pensiones. No en vano, Valeriano Gómez es un afamado defensor del diálogo social y activo miembro del movimiento sindical. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, ha sido un destacado economista del Gabinete Técnico de UGT durante varios años. 

Además, conoce bien las entrañas del Ministerio que va a capitanear a partir de ahora. Antes de ser elegido por UGT como miembro asesor del Consejo Económico y Social en 2007, fue secretario general de Empleo durante la era Caldera, cargo que abandonó por agotamiento físico y mental tras meses de negociación y puesta en marcha de la reforma laboral.

Y es que Gómez siempre ha actuado de nexo de unión entre partes durante el diálogo social. De hecho, 2006 trabajó activamente en la búsqueda de un consenso entre administración y sindicatos. De él, Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, defendió su "brillante gestión" y destacó "los resultados de éxito tanto por su posición como por su manera de llevarlos".