Montilla vuelve al desfile de la Hispanidad en un guiño al electorado no nacionalista

Tras dos años de ausencia, el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, volverá hoy a la tribuna de invitados del Paseo de la Castellana para presenciar el desfile militar del Día de la Hispanidad. Un gesto cargado de simbolismo cuando queda poco más de un mes para las próximas elecciones catalanas y que supone un guiño hacia su electorado menos nacionalista, de cuyo granero de votos puede salir el impulso que necesita el PSC para remontar su mala situación en las encuestas. 

Los socialistas catalanes llevan meses trabajando por acercarse a sus bases menos nacionalistas, las que hablan castellano y catalán y viven en las grandes ciudades como Barcelona, Lérida o Tarragona. El PSC ha cerrado las puertas al sector más catalanista para presentarse ahora como el partido moderado que no está para “aventuras inconstitucionales”, tal y como señalaba ayer la ministra de Defensa, Carme Chacón. Y en esta clave interna de cambio de discurso se han sucedido hechos significativos como la renuncia a ir en las listas del consejero de Economía, Antoni Castells, o el desembarco en las mismas del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que fue alcalde durante 14 años de L´Hospitalet de Llobregat, importante núcleo urbano del cinturón rojo de Barcelona. 

Así las cosas, la presencia hoy de Montilla en el desfile militar del 12 de octubre no ha pasado inadvertida y ha vuelto a resquebrajar un poco más las ya de por sí maltrechas relaciones del tripartito catalán. Ni en Esquerra Republicana ni en Iniciativa entienden que Montilla acuda al desfile después de los recortes realizados por el Constitucional al Estatut. Para Carme Capdevila, de ERC y consellera de Acción Social y Ciudadanía, el “12 de octubre no hay nada que celebrar”, mientras que para Joan Herrera, candidato de ICV a la Generalitat, se trata de un gesto que solo se entiende “en la lógica electoral”.

Montilla no asistía al desfile militar de la Hispanidad desde hace dos años. En 2008 no estuvo porque acaba de llegar de un largo viaje a México y el año pasado alegó motivos familiares para no acudir. Su presencia será todavía más significativa ante la ausencia de otros destacados presidentes autonómicos como los de Murcia, Andalucía, Baleares o País Vasco, y sobre todo ante la escasa representación catalana. Como es tradicional, los portavoces parlamentarios de CIU, ERC e ICV han declinado la invitación cursada por el Ministerio de Defensa. 

Pero el presidente de la Generalitat no acude a Madrid para participar solo en la parada militar. Mañana miércoles pronunciará una conferencia en un acto organizado por el Foro de la nueva Economía y en el que contará con el importante respaldo del ex presidente del gobierno Felipe González. El ex presidente del Gobierno ha participado en las últimas campañas electorales del PSC y dado su tirón en Cataluña el partido quiere que tenga también en esta ocasión una participación importante ante los comicios del próximo 28 de noviembre. 

El desfile de la crisis y de la polémica con el PP

El desfile militar de este año estará marcado por los recortes propiciados por la crisis (participarán 1.000 militares menos que el año pasado) y por la polémica generada en torno a la nueva ubicación elegida por Defensa para la parada militar. Algo que el departamento de Chacón atribuye a la remodelación de la plaza de Colón llevada a cabo por el Ayuntamiento de Madrid, que ha situado la estatua del conquistador en mitad del paseo de la Castellana, donde antiguamente se celebraba el acto central de la fiesta.

El Ministerio argumenta que en la nueva sede del desfile, en la plaza de Lima, caben menos tribunas que en Colón, lo que ha obligado a reducir el número de diputados y senadores que han sido invitados. El PP, por su parte, ha criticado la medida y ya ha anunciado que pedirá explicaciones.