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ETA expulsa del Colectivo de Presos a tres disidentes más de Nanclares
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INTERIOR ACERCA A DOS ENCARCELADOS AL PAÍS VASCO

ETA expulsa del Colectivo de Presos a tres disidentes más de Nanclares

ETA sigue respondiendo a las disidencias internas de sus reclusos con la expulsión del Colectivo de Presos (EPPK). Durante el último verano la banda ha decidido

Foto: ETA expulsa del Colectivo de Presos a tres disidentes más de Nanclares
ETA expulsa del Colectivo de Presos a tres disidentes más de Nanclares

ETA sigue respondiendo a las disidencias internas de sus reclusos con la expulsión del Colectivo de Presos (EPPK). Durante el último verano la banda ha decidido apartar a otros tres históricos etarras que cumplen condena en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca a los que acusa de actuar "fuera de la disciplina" etarra: Aitor Bores, Rafael Caride Simón y Koldo Carrasco, informaron a Europa Press fuentes penitenciarias.

Estas mismas fuentes confirmaron que, mientras tanto, en estos dos últimos meses, el Ministerio del Interior ha acercado al menos a otros dos internos a las cárceles vascas de Martutene (Guipúzcoa) y la propia Nanclares de Oca (Álava). Se trata del dirigente batasuno José Luis Elkoro y Sagrario Yoldi Múgica, condenada por los secuestros del abogado Cosme Delclaux y el empresario, José María Aldaya.

Desde hace ya meses, entrar en la cárcel de Nanclares es motivo de sospecha por parte de la banda. Es el lugar en el que el Ministerio acerca a los presos que han mostrado su disposición a abandonar la banda y su rechazo de la violencia. Fue el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien aseguró que en ese penal no hay presos de ETA.

Así, de los cerca de 25 internos que cumplen condena en Nanclares de Oca, tan sólo tres se mantienen aun en la nómina del Euskal Preso Politikoen Kolektiboak (EPPK). Se trata de Joseba Arizmendi; Idoia López Riaño, alias la Tigresa o Margarita y Sagrario Yoldi Múgica. No obstante, como ha sucedido en las ocasiones anteriores, podrían ser expulsados también próximamente una vez se acredite su distanciamiento de la banda.

Aitor Bores es uno de los presos de ETA que ha seguido el camino habitual de quienes demuestran su ruptura con el terrorismo. Llegó al penal alavés el pasado abril después de pasar unos meses en la cárcel de Zuera (Zaragoza), donde ingresó el 9 de julio de 2009, procedente de Murcia. Detenido el 19 de marzo de 1998, fue condenado por el atentado contra la base militar de Araca (Álava) en mayo de 1997 y por constituir en 1996 el comando Araba.

Trayectoria similar ha protagonizado Rafael Caride Simón, uno de los autores del atentado contra el Hipercor de Barcelona. Llegó a Nanclares de Oca en febrero después de pasar dos años en la cárcel de Zuera (Zaragoza). Hoy está fuera de la banda terrorista pese a haber participado en el atentado más brutal de su historia.

Por su parte, Koldo Carrasco ha sido uno de los disidentes más activos en los últimos meses al firmar una carta, junto a otros siete presos -Caride Simón entre ellos- en la que, por primera vez, llegaban a plantear la posibilidad de pedir perdón a las víctimas de sus atentados. Accedió a Nanclares el pasado febrero tras unos meses en A Lama (Pontevedra), donde llegó después de pasar años cumpliendo condena en Almería.

Imagen de debilidad

La sangría de miembros de ETA que han manifestado su alejamiento de la disciplina etarra en los últimos meses llevó a la banda a plantearse dejar de expulsar a sus disidentes para evitar ofrecer una imagen de debilidad entre sus bases y entre el propio colectivo que ve como desde el Estado se responde con premios a los gestos de distanciamiento.

Pero si el capítulo de expulsiones no cesa, el de acercamientos tampoco. En los dos últimos meses han sido al menos dos los presos por pertenecer a ETA acercados a sendas cárceles del País Vasco. Así, a la cárcel de Nanclares ha llegado recientemente Sagrario Yoldi Múgica, condenada por colaborar junto a su pareja sentimental, Francisco José Ramada Estévez, en los secuestros del abogado Cosme Delclaux y el empresario José María Aldaya. Por su parte, José Luis Elkoro, condenado en el proceso 18/98 a 24 años de cárcel, ha sido trasladado en la cárcel donostiarra de Martutene, procedente de la cárcel de Dueñas (Palencia).

ETA sigue respondiendo a las disidencias internas de sus reclusos con la expulsión del Colectivo de Presos (EPPK). Durante el último verano la banda ha decidido apartar a otros tres históricos etarras que cumplen condena en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca a los que acusa de actuar "fuera de la disciplina" etarra: Aitor Bores, Rafael Caride Simón y Koldo Carrasco, informaron a Europa Press fuentes penitenciarias.

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