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Crisis de Gobierno: Corbacho cesará antes de 15 días y su sustituto no será catalán
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MANUEL CHAVES Y OCTAVIO GRANADO SUENAN CON FUERZA PARA OCUPAR EL MINISTERIO DE TRABAJO

Crisis de Gobierno: Corbacho cesará antes de 15 días y su sustituto no será catalán

Aseguraba recientemente Celestino Corbacho que no había tenido "ni un día de alegría" desde que llegó al Ministerio de Trabajo, en abril de 2008. Y probablemente era sincero:

Foto: Crisis de Gobierno: Corbacho cesará antes de 15 días y su sustituto no será catalán
Crisis de Gobierno: Corbacho cesará antes de 15 días y su sustituto no será catalán

Aseguraba recientemente Celestino Corbacho que no había tenido "ni un día de alegría" desde que llegó al Ministerio de Trabajo, en abril de 2008. Y probablemente era sincero: la sangría del desempleo, sus enfrentamientos con Elena Salgado a cuenta de la edad de jubilación o de la economía sumergida, el fracaso del diálogo social y, ahora, el trago amargo de la huelga general -su último servicio a José Luis Rodríguez Zapatero- habrían atormentado a cualquiera. Pero el via crucis de Corbacho -al menos en Madrid- parece a punto de acabar.

El ex alcalde de L'Hospitalet de Llobregat y futuro compañero de José Montilla en la candidatura a la Generalitat cesará como ministro antes de 15 días, según aseguran fuentes solventes del PSC consultadas por El Confidencial, y forzará a Zapatero a abordar una crisis -o minicrisis- de Gobierno que podría incluir también a Trinidad Jiménez sólo si ésta vence el domingo en las primarias de Madrid. Lo que sí es seguro, según las mismas fuentes, es que el sustituto de Corbacho en Trabajo no será, necesariamente, catalán.

"Quien ocupe la cartera de Trabajo no tiene por qué ser catalán. Nadie le va a reprochar ahora a Zapatero que no cumpla con las cuotas territoriales, y desde luego el PSC no lo va a hacer. Lo importante es que quien releve a Corbacho tenga un perfil político muy marcado y el peso suficiente para gestionar la reforma laboral, negociar la de las pensiones y retomar el diálogo con los sindicatos", sostienen las mismas fuentes, que admiten que el presidente del Gobierno "no ha dado ninguna pista" acerca de a quién encargará esa complicada tarea.

El Consell Nacional del PSC, máximo órgano del partido, aprobará el próximo sábado la candidatura para las elecciones autonómicas del próximo 28 de noviembre, encabezada por Montilla y en la que Corbacho ocupará, con toda seguridad, uno de los cinco primeros puestos. Pero el presidente de la Generalitat no sólo mantiene la incógnita sobre quién será su número dos, sino que algunos pesos pesados del PSC, como el consejero Ernest Maragall, ni siquiera saben a estas alturas si irán o no en las listas, lo que ha desatado una espiral de tiranteces y especulaciones.

En octubre, no en noviembre

Las fuentes consultadas dan por seguro que Corbacho dejará el Gobierno antes del próximo 15 de octubre -y no a principios de noviembre, coincidiendo con la publicación de las listas por la Junta Electoral, como había insinuado el todavía ministro de Trabajo- para incorporarse activamente a la precampaña catalana y reforzar a Montilla, que ya habría pactado con Zapatero la fecha de la salida de Corbacho y, por tanto, el momento elegido para anunciar la crisis -o minicrisis- de Gobierno.

Para entonces ya se sabrá también si Tomás Gómez ha ganado las primarias de Madrid -se celebran el próximo domingo- o es Jiménez la vencedora. En este último caso, Zapatero podría abordar un doble cambio -Trabajo y Sanidad- o impulsar una remodelación ministerial más ambiciosa. Pero tampoco hay que descartar que, incluso aunque Trini se imponga en las primarias, el presidente del Gobierno limite la crisis a la cartera de Trabajo, ya que nada impide que la actual ministra de Sanidad siga ocupando ese cargo hasta las elecciones autonómicas de la próxima primavera.

Las fuentes consultadas reconocen que es "muy arriesgado" pronosticar quién relevará a Corbacho porque "eso sólo lo sabe Zapatero", pero admiten que algunos nombres "han sonado con mucha fuerza" en los últimos días, entre ellos el del vicepresidente tercero del Gobierno -y ex ministro de Trabajo- Manuel Chaves y el de Octavio Granado, secretario de Estado de Seguridad Social y responsable de Economía y Empleo en la Ejecutiva del PSOE. "Ambos tienen un perfil político muy acentuado y mucho peso en el partido", añaden las mismas fuentes.

Aseguraba recientemente Celestino Corbacho que no había tenido "ni un día de alegría" desde que llegó al Ministerio de Trabajo, en abril de 2008. Y probablemente era sincero: la sangría del desempleo, sus enfrentamientos con Elena Salgado a cuenta de la edad de jubilación o de la economía sumergida, el fracaso del diálogo social y, ahora, el trago amargo de la huelga general -su último servicio a José Luis Rodríguez Zapatero- habrían atormentado a cualquiera. Pero el via crucis de Corbacho -al menos en Madrid- parece a punto de acabar.

José Montilla PSC