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El maharajá de Kapurthala: un turbante a cambio de una figurita de Lladró
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EL MINISTRO FUE AGASAJADO EN SU VISITA A BADGHIS

El maharajá de Kapurthala: un turbante a cambio de una figurita de Lladró

Miguel Ángel Moratinos viajó este domingo al otro extremo del globo con el propósito, al parecer, de protagonizar las portadas de los periódicos. El escudero de

Foto: El maharajá de Kapurthala: un turbante a cambio de una figurita de Lladró
El maharajá de Kapurthala: un turbante a cambio de una figurita de Lladró

Miguel Ángel Moratinos viajó este domingo al otro extremo del globo con el propósito, al parecer, de protagonizar las portadas de los periódicos. El escudero de Zapatero en la Alianza de Civilizaciones no dudó en dejarse fotografiarse en su visita a Afganistán como un marajá, tras verse agasajado con un turbante y una capa en un ritual jirga. El ministro de Exteriores había correspondido previamente a su anfitrión, el gobernador de Badghis, con una typical spanish figurita de Lladró, guardada a buen recaudo en su maleta.

Tras ser recibido por niños y recibir el homenaje del gobernador Delban Jan Arman y de los jefes tribales de esta pobre zona, la segunda menos desarrollada de Afganistán, llegó el turno de los regalos. El mandatario local se sacó de la manga un turbante plateado y una capa marrón que Moratinos, a pesar del sofocante calor, no dudó en endosarse para continuar su visita.

El ministro, como un genio salido de la lámpara, prosiguió con la “emotiva” ceremonia, agradeciendo ritualmente el trato que los badghasíes dispensan a los cooperantes y militares españoles desplegados en esta zona, a la que no llegan las ayudas del Gobierno central afgano, pero sí los 130 millones de euros del AECID.

Al son de los ventiladores y de los aplausos de los agradecidos caciques tribales, Moratinos prosiguió engalanado, aunque falto de una alfombra mágica, la visita al centro multiusos inaugurado para tan magna ocasión.

Acto seguido, el jefe de la diplomacia española dejó de lado sus flamantes ropajes para volver a comer con los militares en la nueva base Ruy González de Clavijo.

Camino a Kabul, para continuar con la agenda y ver al poderoso general David Petraeus, Moratinos prescindió de su atuendo de zoco, ya guardado en la maleta. Quién sabe si llegó a enseñar estos regalos al presidente, Hamid Karzai, con el que también mantuvo un encuentro.

Miguel Ángel Moratinos viajó este domingo al otro extremo del globo con el propósito, al parecer, de protagonizar las portadas de los periódicos. El escudero de Zapatero en la Alianza de Civilizaciones no dudó en dejarse fotografiarse en su visita a Afganistán como un marajá, tras verse agasajado con un turbante y una capa en un ritual jirga. El ministro de Exteriores había correspondido previamente a su anfitrión, el gobernador de Badghis, con una typical spanish figurita de Lladró, guardada a buen recaudo en su maleta.

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