Zapatero da garantías de que Batasuna no podrá presentarse a las municipales

La crisis que todo lo puede dejó escaso margen para otras cuestiones en el debate de ayer. Aun así, el presidente Rodríguez Zapatero aludió a ETA y a la izquierda abertzale para dar garantías de que no permitirá que concurra a las elecciones municipales y forales del próximo. Fue el único punto de encuentro con Mariano Rajoy. Curioso cuando en la anterior legislatura la presencia de “listas blancas” en las autonómicas y el debate sobre el fin dialogado de la violencia acapararon el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el PP.

La de ayer fue una mención escueta, una concesión entre tanto mensaje económico, tal vez porque es uno de los escasos asuntos en los que el presidente puede sacar pecho. Rodríguez Zapatero alabó la eficacia policial, “que ha descabezado, una y otra vez, su organización (la de ETA) y evitado los atentados de quienes siguen sin tener otro lenguaje que el de la violencia”; la colaboración de Francia y Portugal, donde la banda intenta instalarse, y la “unidad democrática” para acabar con la banda.

Una unidad que en las últimas semanas se ha concretado en una proposición de ley de ayuda integral a víctimas del terrorismo, que actualiza y mejora la existente hasta este momento, y el acuerdo para reformar la ley electoral e “incrementar las capacidades de actuación contra quienes utilizan las instituciones democráticas para apoyar al terrorismo”. Dicho en plata: el Gobierno no va a permitir que Batasuna concurra a los comicios de la próxima primavera. “Ambos objetivos normativos, atención a las víctimas y persecución del entorno de ETA -dijo el presidente- son fundamentales para la propia dignidad de nuestra sociedad y de sus instituciones”.

Víctimas con nombres y apellidos

Zapatero tuvo una mención para las últimas víctimas de la banda: el inspector Eduardo Puelles; los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáez de Tejada, y el gendarme francés Jean Serge Negrin. Nombres a los que añadió los del cabo 1º Cristo Ancor Cabello y el soldado John Felipe Romero, fallecidos en Afganistán. También recordó a Albert Villalta y Roque Pascual, los dos cooperantes españoles que permanecen secuestrados en África desde noviembre del año pasado.

El breve recorrido que hizo sobre los logros de su Gobierno en materia de seguridad culminó con el aserto de que los índices de criminalidad en España se han reducido hasta situarse en mínimos europeos, y en la paulatina mejora de la seguridad vial. Dicho lo cual, pasó a abordar la evolución de la crisis económica y, en particular, del empleo. Pero esa era ya otra cuestión.