Es noticia
Zapatero ordenó abrir una investigación interna sobre Bono para acabar con su carrera política
  1. España
ENCARGÓ A JESÚS CALDERA EN 2000 BUSCAR 'TRAPOS SUCIOS' DEL AHORA PRESIDENTE DEL CONGRESO

Zapatero ordenó abrir una investigación interna sobre Bono para acabar con su carrera política

"Los de los propios partidos son unos hijos de puta". Lo dijo José Bono en noviembre de 2008, durante una conversación informal captada por un micrófono

Foto: Zapatero ordenó abrir una investigación interna sobre Bono para acabar con su carrera política
Zapatero ordenó abrir una investigación interna sobre Bono para acabar con su carrera política

"Los de los propios partidos son unos hijos de puta". Lo dijo José Bono en noviembre de 2008, durante una conversación informal captada por un micrófono indiscreto, en respuesta a las críticas del PSOE por su decisión de colocar en el Congreso de los Diputados una placa de homenaje a sor Maravillas de Jesús, la monja nacida en unas dependencias parlamentarias y más tarde perseguida en la Guerra Civil. Pero también pudo haberlo dicho -y tal vez con mayor motivo- en la primavera del año 2000.

José Luis Rodríguez Zapatero, entonces diputado y aspirante a secretario general del PSOE, ordenó a su hombre de confianza y portavoz de la ya desaparecida corriente Nueva Vía, Jesús Caldera, que abriese una investigación interna, para la que utilizó medios humanos y materiales del partido, en busca de pruebas del supuesto enriquecimiento ilícito de Bono, en aquel momento presidente de Castilla-La Mancha y rival de Zapatero al cargo de secretario general en el 35º Congreso Federal socialista celebrado en julio de 2000.

Tras el descalabro del PSOE en las elecciones generales de marzo de ese año, en las que el PP de José María Aznar alcanzó la mayoría absoluta, el candidato del PSOE y secretario general del partido, Joaquín Almunia, presentó su dimisión y abrió un periodo de interinidad que culminó en el 35º Congreso Federal, cuando Zapatero, contra todo pronóstico y por un estrechísimo margen de sólo nueve votos, se impuso a Bono -y a las también aspirantes Rosa Díez, hoy líder de UPyD, y Matilde Fernández, del llamado sector guerrista- y fue proclamado secretario general del PSOE.

"No era trigo limpio"

Fuentes muy cercanas al PSOE de Castilla-La Mancha y a la extinta Nueva Vía -la corriente interna impulsada en 2000 por Zapatero, Caldera y otros jóvenes dirigentes socialistas de la época, entre ellos los ex ministros Juan Fernando López Aguilar y Jordi Sevilla o la actual titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, para hacerse con las riendas del partido- han revelado a El Confidencial que Zapatero encargó a Caldera, entonces portavoz del PSOE en la Comisión de Infraestructuras del Congreso, una exhaustiva investigación sobre el patrimonio de Bono, de quien ya entonces "sospechaban que no era trigo limpio".

El objetivo de Zapatero y de Nueva Vía, según las fuentes consultadas, era "sacar a relucir los trapos sucios de Bono para eliminarlo como candidato a secretario general del partido, porque sabían que era el rival a batir en el Congreso Federal, y de paso acabar con su carrera política". Bono fue el último de los cuatro aspirantes a suceder a Almunia al frente del PSOE en formalizar su candidatura, pero desde la debacle socialista en las urnas, el 12 de marzo de 2000, nunca ocultó sus aspiraciones. 

Caldera, que además de portavoz en la Comisión de Infraestructuras había sido número dos del Grupo Parlamentario Socialista, cumplió la orden de Zapatero y encargó la investigación del patrimonio de Bono a un fontanero del partido, Julio Pérez Sanz, actual jefe de Gabinete del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y anteriormente del propio Caldera durante su etapa como titular de ese departamento en el primer Gobierno de Zapatero.

Estrecho colaborador de Bono

Pérez Sanz, íntimo amigo de Caldera y entonces asesor del PSOE en el Congreso, se puso al frente del equipo de sabuesos que debía investigar contrarreloj el patrimonio de Bono -el Congreso Federal se iba a celebrar apenas tres meses más tarde-, del que también formaron parte otros tres asesores del Grupo Parlamentario Socialista.

La elección de Pérez Sanz para dirigir ese equipo no fue casual, ya que Zapatero y Caldera sabían perfectamente que el fontanero socialista había sido anteriormente jefe de Gabinete del propio Bono en la Presidencia de Castilla-La Mancha y, por lo tanto, conocía información sensible sobre éste. "Cuando Pérez Sanz recibió el encargo de Zapatero y Caldera ya no era, precisamente, forofo de Bono", apuntan con ironía las fuentes consultadas. 

El actual jefe de Gabinete de Corbacho, contactado por El Confidencial, ni confirmó ni desmintió todos estos extremos. Pérez Sanz se limitó a señalar a este periódico: "Ha pasado mucho tiempo. No recuerdo haber recibido ninguna indicación de Zapatero o Caldera para investigar a Bono". Pero, según las fuentes consultadas, la investigación para hacer aflorar los "trapos sucios" del ex presidente de Castilla-La Mancha no se limitó a su patrimonio personal. "El equipo dirigido por Pérez Sanz", aseguran, "tenía instrucciones de husmear en todo lo relacionado con Bono, incluida su vida privada".

El ahora presidente del Congreso, según las mismas fuentes, abortó la investigación, una vez que ésta ya se había iniciado, tras ser alertado por un estrecho colaborador. Bono, aseguran esas fuentes, puso los hechos en conocimiento de Ferraz y de la dirección del Grupo Parlamentario Socialista.  

 De 'Bambi' a 'El killer'  

"Los de los propios partidos son unos hijos de puta". Lo dijo José Bono en noviembre de 2008, durante una conversación informal captada por un micrófono indiscreto, en respuesta a las críticas del PSOE por su decisión de colocar en el Congreso de los Diputados una placa de homenaje a sor Maravillas de Jesús, la monja nacida en unas dependencias parlamentarias y más tarde perseguida en la Guerra Civil. Pero también pudo haberlo dicho -y tal vez con mayor motivo- en la primavera del año 2000.

José Bono Jesús Caldera