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“Regalos envenenados” entre CiU y los socialistas de cara a la campaña de las autonómicas
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CIU PROPONE DOS ‘CARA A CARA’ DE ARTUR MAS Y JOSÉ MONTILLA

“Regalos envenenados” entre CiU y los socialistas de cara a la campaña de las autonómicas

Convergència i Unió (CiU) y el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) quieren hacer una campaña para las autonómicas de guante blanco. Los dos directores de

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“Regalos envenenados” entre CiU y los socialistas de cara a la campaña de las autonómicas

Convergència i Unió (CiU) y el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) quieren hacer una campaña para las autonómicas de guante blanco. Los dos directores de campaña, David Madí y Jaume Collboni, antiguos compañeros de estudios y bregados en sindicatos de estudiantes, se reunieron el martes por la tarde en la sede convergente para hablar del tono de la campaña. “Nos proponemos firmemente recuperar el buen tono de la política a través de este importante acuerdo de buenas prácticas cimentado sobre un ejercicio de autocrítica”, explica un documento que CiU llevó a la reunión. Se trata, en resumen, de preservar “el juego limpio y la responsabilidad política”. Diez puntos que se pueden quedar en papel mojado por la naturaleza intrínseca de la mayoría de ellos.

Era un “regalo” que Madí guardaba en la manga para obsequiar a quien no hace muchos años se sentaba con él a discutir la estrategia de las movilizaciones estudiantiles, pues ambos provienen de los sindicatos universitarios. Pero el presente estaba envenenado.

De hecho, tenía lógica el que los dos directores de campaña de CiU y PSC se viesen porque sus respectivos cabezas de lista, Artur Mas y José Montilla son, al fin y al cabo, los únicos que, con los números en la mano, pueden aspirar a presidir el Gobierno autonómico tras las elecciones. Por tanto, si bien a Artur Mas le interesa posicionarse frente a sus rivales como la gran baza del cambio, Montilla busca soltar el lastre del Tripartito y visualizar su propio proyecto sin estar sujeto a las presiones de sus socios, ERC e ICV.

Por ello, uno de los puntos que Madí propuso a Collboni fue el de que durante la campaña los dos jefes de filas de sus respectivas formaciones tengan dos debates cara a cara televisados “sin perjuicio de la coexistencia con otros debates con el resto de formaciones con representación parlamentaria para garantizar el necesario pluralismo de la campaña”. El documento aboga también por el mantenimiento de los bloques informativos en los medios de comunicación públicos, a los que los profesionales de estos medios se oponen.

Otra de las medidas del decálogo es la suspensión de los programas de publicidad institucional no vinculados a servicios básicos y urgencias. Y, “ante el actual contexto de crisis económica, los partidos hemos de hacer un ejercicio de austeridad y, por tanto, nos comprometemos a no aumentar el presupuesto de campaña respecto a las últimas elecciones al Parlamento de Cataluña”. Un aspecto más de las buenas intenciones la da el hecho de que CiU y PSC se comprometen también “a cumplir la legalidad vigente” en el tema de la financiación de las respectivas campañas electorales, sometiéndose a “todos los controles necesarios, previos y posteriores, que la Sindicatura de Cuentas particularmente, y otras instituciones legalmente habilitadas, requieran”.

Sólo un compendio de buenas intenciones

El texto es también compendio de buenas intenciones en el que ambos partidos se comprometen “a dejar de lado el insulto, la demagogia y la agresividad gratuita como instrumentos para reforzar la confrontación de ideas, proyectos y liderazgos”. Y, en el mismo sentido, se comprometen a “respetar la lista más votada el Parlamento de Cataluña para que ésta pueda formar gobierno de acuerdo con la voluntad popular expresada en las urnas. Asimismo, invitan al resto de las fuerzas políticas a que “se sumen a este acuerdo de juego limpio y responsabilidad política”.

Además, para vigilar que todo vaya sobre ruedas, se comprometen a constituir una comisión de seguimiento interna del acuerdo formada “por seis miembros designados paritariamente entre PSC y CiU”. Al mismo tiempo, proponen otra comisión de carácter externo donde ambos partidos propondrán a cinco independientes “de reconocido prestigio” para constituir un observatorio electoral “para valorar, después de los comicios, si las respectivas campañas se desarrollaron siguiendo los principios del presente acuerdo”.

Ambas partes subrayaron la buena disposición de los dos partidos mayoritarios a llevar adelante una campaña de guante blanco. En la última, de 2006, Madí provocó un terremoto al editar un vídeo sobre la primera legislatura del Tripartito en el que, bajo el título Confidencial.cat, se hacía un análisis sesgado de la labor del gobierno que hasta entonces había presidido Pasqual Maragall. El vídeo fue incluso criticado ferozmente por dirigentes de CiU, que rechazaban su contenido por manipulador. Ahora, Collboni, que ha tomado las riendas de la campaña en sustitución del secretario de Organización del PSC, José Zaragoza, se presentó en la sede de CiU con el vídeo de Senderos de Gloria, de Stanley Kubrick bajo el brazo. Una buena indirecta al cerebro de las campañas convergentes de los últimos años; en resumen, otro “regalo envenenado” para corresponder a la hospitalidad de Convergència.

Ahora, en las filas socialistas incluso hay algunas críticas a Collboni por haber empezado su andadura atando una reunión con Madí; cosas, dicen, de la falta de experiencia. “Han entregado un documento que saben que no podemos asumir, por las barbaridades que dice”, coincidieron en señalar diversas fuentes del PSC a El Confidencial. Una de estas fuentes da más detalles: “Madí ha querido escenificar que el todopoderoso Zaragoza ya no pinta nada, pero se equivoca, porque Collboni lleva muchos años trabajando a su lado... sin olvidar que incluso son vecinos”. Y un alto dirigente del PSC especifica que “ para empezar, los cara a cara levantarían ampollas entre los otros candidatos. En cuanto a que gobierne la lista más votada, todo es cuestión de lógica matemática. Si sumas, presides. Es el juego democrático. Luego, el tema de la publicidad institucional es pura demagogia. En el 2003, cuando las instituciones estaban en manos de CiU, algunos departamentos multiplicaron por 15 el gasto en publicidad antes de la campaña electoral. Ahora, ellos no tienen apenas instituciones y hacen bandera de la austeridad. Además, ¿cómo puedes invitar a los otros partidos a que entren en un proyecto pero luego eliges tú dos comisiones con gente sólo de tu cuerda? Habrá que darle algo de tiempo, pero el juego limpio del que habla CiU no parece ser el que ellos practican en esta campaña”.

Convergència i Unió (CiU) y el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) quieren hacer una campaña para las autonómicas de guante blanco. Los dos directores de campaña, David Madí y Jaume Collboni, antiguos compañeros de estudios y bregados en sindicatos de estudiantes, se reunieron el martes por la tarde en la sede convergente para hablar del tono de la campaña. “Nos proponemos firmemente recuperar el buen tono de la política a través de este importante acuerdo de buenas prácticas cimentado sobre un ejercicio de autocrítica”, explica un documento que CiU llevó a la reunión. Se trata, en resumen, de preservar “el juego limpio y la responsabilidad política”. Diez puntos que se pueden quedar en papel mojado por la naturaleza intrínseca de la mayoría de ellos.

CiU PSC David Madí i Cendrós