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El caso Cobo reabre la ‘guerra’ entre Aguirre y Gallardón por el control del PP de Madrid
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GRANADOS VUELVE A PEDIR LA CABEZA DEL VICEALCALDE

El caso Cobo reabre la ‘guerra’ entre Aguirre y Gallardón por el control del PP de Madrid

Si el Partido Popular se aferra a su reglamento interno, Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid y mano derecha de Alberto Ruíz Gallardón, ya no forma parte

Foto: El caso Cobo reabre la ‘guerra’ entre Aguirre y Gallardón por el control del PP de Madrid
El caso Cobo reabre la ‘guerra’ entre Aguirre y Gallardón por el control del PP de Madrid

Si el Partido Popular se aferra a su reglamento interno, Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid y mano derecha de Alberto Ruíz Gallardón, ya no forma parte del grupo municipal del Ayuntamiento. Suspendido de militancia por el Comité de Garantías del PP, las normas internas del partido son tajantes, tal y como en los últimos días se ha encargado de recordar el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, que mantiene su pulso con el alcalde para apartar a Cobo de la portavocía municipal.

La continuidad del vicealcalde al frente del Grupo Municipal ha reabierto las fracturas nunca cicatrizadas entre los dos sectores que pugnan por el control del PP de Madrid. Los aguirristas quieren hacer del futuro político de Cobo un nuevo ariete de batalla contra el alcalde de Madrid y presionan para que sea la teniente de alcalde, Ana Botella, figura de consenso y más próxima a Esperanza Aguirre, quien tome las riendas del grupo.

La guerra interna, lejos de apaciguarse, sigue abiertamente declarada en un intento porque las críticas de Cobo hacia Esperanza Aguirre no queden, únicamente, en una suspensión de militancia revisable. El propio Francisco Granados aprovechó ayer un acto como consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid para volver a arremeter contra el vicealcalde. Y con una copia del reglamento interno en la mano, no dudó en leer el artículo 28.4 que dice, taxativamente, que “la pérdida de la condición de afiliados al PP producirá automáticamente su exclusión del Grupo Municipal”.

En opinión del consejero y secretario general del PP madrileño, “las normativas internas están para aplicarse y no al albur de lo que un Grupo Municipal decida o deje de decidir”. Unas palabras que, sin embargo, difieren por completo de la visión que en Génova se tiene de todo este asunto. De hecho, la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, ya tomó partido, la semana pasada, por Cobo al asegurar que es “un magnífico portavoz municipal” y que la previsión es que siga en el cargo pese a haber sido suspendido de militancia durante un año por sus polémicas declaraciones al diario El País contra Esperanza Aguirre. El vicealcalde dijo entonces que las maniobras de la presidenta regional por hacerse con el control de Caja Madrid eran “de vómito”. La sanción, no obstante, es revisable, por lo que el Partido Popular podría rehabilitarle en cualquier momento y se prevé que así se haga cuando se cumplan los seis meses de suspensión.

Granados: “Los reglamentos se aplican y ya está”

A un año vista de las próximas elecciones municipales y autonómicas, las tensiones entre aguirristas y gallardonistas se acrecientan por ver qué sector mantendrá el control en la lista al consistorio. La figura del número dos cobrará especial importancia entonces como sucesor de Alberto Ruíz Gallardón en el hipotético caso de que éste entre a formar parte de un virtual gobierno de Mariano Rajoy

Mientras tanto, en la pugna entre un sector y otro del PP de Madrid ha vuelto a sonar con fuerza el nombre de la esposa de José María Aznar. En opinión de Granados y, por tanto, también de Esperanza Aguirre, Ana Botella sería “la persona que puede reunir todas las cualidades necesarias para ser portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, pues concita la unanimidad de todos los concejales". 

Sea como fuere, la decisión última sobre el futuro de Cobo está en manos del propio Grupo Municipal que, en los próximos días, podría volver a debatir si debe seguir ejerciendo como portavoz. Granados admite que le corresponde a ese órgano dar el siguiente paso aunque, a su juicio, la decisión es muy sencilla: “Los reglamentos se aplican y ya está. No tienen más discusión”. “Esta normativa está vigente desde 1996 y hasta donde el PP de Madrid sabe no ha sido revocada ni sustituida. Espero que en los próximos días alguien lo interprete de manera adecuada. En mi muy modesta opinión el reglamento es de obligado cumplimiento, pero en cualquier caso estoy dispuesto a que el reglamento se interprete bajo el órgano correspondiente". 

La última vez que se planteó apartar a Cobo de la portavocía del grupo, Gallardón logró, por los pelos, su continuidad. En octubre, trece concejales considerados aguirristas votaron a mano alzada contra el hecho de que continuase ejerciendo como portavoz, mientras que otros 19, entre los que estaba la propia Ana Botella, concejal de Medio Ambiente, avalaron su gestión. 

La cuestión volverá a plantearse en los próximos días si los aguirristas defienden la opinión de Granados, también compartida por el concejal Ángel Garrido, ex jefe de protocolo de Esperanza Aguirre. A su juicio, desde el momento en el que Cobo ha sido suspendido de militancia, “ya no es miembro del Grupo Municipal y por tanto, portavoz”. 

Si el Partido Popular se aferra a su reglamento interno, Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid y mano derecha de Alberto Ruíz Gallardón, ya no forma parte del grupo municipal del Ayuntamiento. Suspendido de militancia por el Comité de Garantías del PP, las normas internas del partido son tajantes, tal y como en los últimos días se ha encargado de recordar el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, que mantiene su pulso con el alcalde para apartar a Cobo de la portavocía municipal.

Manuel Cobo