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Montilla forma un nuevo equipo para desmarcarse de ERC y acortar distancias con CiU
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‘GUERRA’ EN EL TRIPARTITO

Montilla forma un nuevo equipo para desmarcarse de ERC y acortar distancias con CiU

La radicalización de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha soliviantado a sus socios del Gobierno catalán. La estrategia proindependentista que ha llevado las últimas semanas ya

Foto: Montilla forma un nuevo equipo para desmarcarse de ERC y acortar distancias con CiU
Montilla forma un nuevo equipo para desmarcarse de ERC y acortar distancias con CiU

La radicalización de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha soliviantado a sus socios del Gobierno catalán. La estrategia proindependentista que ha llevado las últimas semanas ya levanta ampollas incluso en las filas del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que hasta ahora se había distinguido por su moderación y su silencio. Pero las elecciones están a ocho meses vista y ERC necesita “marcar perfil propio” y movilizar a su electorado.

 

Al PSC le ocurre otro tanto y por eso su candidato José Montilla ha presentado este lunes al nuevo equipo de la campaña -era el único de los grandes partidos que no lo había hecho todavía-. Además, ve que el líder de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, ha tomado impulso y quiere reducir distancias. “Pero no sólo tenemos el enemigo en la oposición, sino dentro de nuestra propia casa, porque los dirigentes de Esquerra se están comportando ahora como si estuvieran en la oposición, mientras que Montilla o los consejeros del PSC se limitan a desempeñar su labor institucional”, se queja una fuente de la dirección socialista.

No es para menos. Las encuestas apuntan a una consolidación de la intención de voto de CiU, que podría estar cerca de la mayoría absoluta, mientras que para los socios del Tripartito las perspectivas son a la baja. Aunque PSC e ICV se mantienen o apenas bajan, los sondeos más benévolos sitúan a ERC con 14 ó 15 diputados (en la actualidad tiene 21) y los más duros le dan 11 escaños. En otras palabras: según reconoce un dirigente de ERC, este bajón significaría una catástrofe.

La estrategia de Esquerra los últimos meses ha sido la del discurso independentista por antonomasia. Por un lado, ha impulsado las consultas soberanistas que se celebraron en distintos ayuntamientos. Por otro, presenta como la gran propuesta para la próxima legislatura que el Gobierno que salga de las urnas apoye un referéndum independentista, diga lo que diga la ley. “Si plantean un referéndum independentista como imprescindible para formar Gobierno, es que están como chotas -dice un alto dirigente del PSC-, porque nadie va a aceptar una cláusula como ésta”.

Esta misma fuente señala que “una parte del electorado de CiU se pasó a Esquerra porque pensaba que se había derechizado mucho. Con el apoyo a los referéndums y las cuestiones de soberanismo que ERC pone sobre la mesa, lo que hace es atender sólo a una parte de su electorado. Puede atraer a un sector joven, ciertamente, pero descuida a los demás. Pero si siguen haciendo tonterías, será un desastre para ellos, porque restringen su espacio político. Y ahora, CiU hará de aspiradora para coger los votos descontentos que le había prestado”.

“Hasta cierto punto, es comprensible una cierta radicalización -reconocen en el PSC-, porque han de mover a su electorado, pero muchas veces se pasan de la raya. No tienen en cuenta que ellos son Gobierno y lo que debemos hacer es visualizar gestión de gobierno. Hemos de vender gestión y eso es a lo que está dedicando el presidente. Pero tenemos unos socios que sólo se dedican a crear problemas”.

Ante esta coyuntura, en las filas socialistas son conscientes de que “hemos de espabilar, porque todos están ya en campaña”. Y para después de Semana Santa comenzarán actos semanales en los que serán movilizados todos los dirigentes del partido. Todo para, dicen, “visualizar que hacemos cosas, que cumplimos a pesar de que los problemas del Gobierno no dejan ver sus éxitos”.

El recién nombrado director de la campaña del PSC, Jaume Collboni, piensa hacer una “campaña en positivo”. No será la defensa del Gobierno, sino del PSC como factor de equilibrio dentro del Gobierno. “Explicaremos por qué se han hecho las cosas”, dicen fuentes oficiales del PSC. La agresividad de las otras campañas que había dirigido el secretario de Organización, José Zaragoza, se verá, así, reducida, estrategia que también ha seguido CiU.

“Un valor no rentabilizado”

De esta manera, los socialistas quieren cambiar la imagen de CiU frente al Tripartito por la de PSC frente a CiU. Porque, afirman desde la calle Nicaragua (donde el PSC tiene su sede), ERC ha padecido grandes problemas internos y ha vivido situaciones convulsas en los últimos años, lo que ha repercutido en la imagen del Gobierno y, por ende, de sus miembros: desde el traumático desencuentro entre los máximos dirigentes -hasta el punto de que el vicepresidente del Gobierno, Josep Lluís Carod-Rovira fue borrado de un plumazo de las listas electorales por su oponente, Joan Puigcercós- hasta la escisión protagonizada por el ex consejero de Gobernación Joan Carretero, partidario de un frente nacionalista con CiU.

Tienen a una figura de peso dentro del Gobierno, como es Carod, pero no lo han rentabilizado -critica un dirigente del PSC-. Pero también es verdad que, cada diez años, los de Esquerra se matan entre ellos. Ya pasó cuando Àngel Colom cogió el poder. Y luego, cuando lo desalojaron a él. No son capaces de consolidar lo que van consiguiendo. El sector soberanista está muy fragmentado y, además de ser pocos, se llevan mal. Una prueba la tenemos en el hecho de que hicieron la consulta independentista del 13 de diciembre y al día siguiente ya se estaban peleando por los resultados”.

Pero si las relaciones con el PSC comienzan a resentirse, con el otro socio del Gobierno, los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV), ya hace años que van mal. Hace escasos días, el consejero de Innovación, Universidades y Empresa, el republicano Josep Huguet, admitía públicamente que el próximo gobierno ideal sería un nuevo Tripartito con Convergència i Unió (CiU), PSC y ERC. No incluía a sus socios ICV, con los que han gobernado los últimos 8 años. La afirmación de Huguet provocó una crisis entre bambalinas. La cúpula de Esquerra no tuvo más remedio que desautorizar públicamente a su consejero y loar la coalición del Tripartito de izquierdas.

Pero el detalle es muy importante, especialmente en el momento en que los dos representantes ecosocialistas en el Gobierno están cuestionados: el consejero de Interior, Joan Saura, y el de Medio Ambiente, Francesc Baltasar. Ellos han sido la diana de la oposición en los últimos meses por dos temas: su actuación en el incendio de Horta de Sant Joan, donde murieron cinco bomberos, y la actitud que mantuvieron cuando la última gran nevada colapsó Cataluña. Y ello dio pie al nuevo hombre fuerte de ICV, Joan Herrera, para lamentarse este fin de semana en una entrevista radiofónica de que “atacar a Joan Saura se ha convertido en el deporte nacional”.

Cierto es que el presidente de ERC, Joan Puigcercós llegó a defender a su socio ante las acusaciones de pasividad durante la nevada, pero ello no es óbice como para que las relaciones entre los dos partidos sigan siendo tensas. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, las predicciones son las de seguir con esta tensión.

La radicalización de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha soliviantado a sus socios del Gobierno catalán. La estrategia proindependentista que ha llevado las últimas semanas ya levanta ampollas incluso en las filas del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que hasta ahora se había distinguido por su moderación y su silencio. Pero las elecciones están a ocho meses vista y ERC necesita “marcar perfil propio” y movilizar a su electorado.

PSC José Montilla Josep Lluis Carod-Rovira