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El PP llamó al Rey para expresarle su enfado por marginar a Rajoy del pacto anticrisis
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LOS 'POPULARES' SOSPECHAN QUE ZAPATERO HA UTILIZADO AL MONARCA

El PP llamó al Rey para expresarle su enfado por marginar a Rajoy del pacto anticrisis

El enfado del PP con el Rey por haber marginado a Mariano Rajoy del pacto anticrisis auspiciado por el monarca es mayúsculo. Y así se lo

Foto: El PP llamó al Rey para expresarle su enfado por marginar a Rajoy del pacto anticrisis
El PP llamó al Rey para expresarle su enfado por marginar a Rajoy del pacto anticrisis

El enfado del PP con el Rey por haber marginado a Mariano Rajoy del pacto anticrisis auspiciado por el monarca es mayúsculo. Y así se lo hizo saber el pasado viernes un alto cargo de la dirección del partido al jefe de la Casa Real, Alberto Aza, pocas horas después de que Don Juan Carlos recibiese en el palacio de La Zarzuela a los líderes de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, para expresarles su preocupación por las "graves consecuencias de la crisis económica". Aza se comprometió con su interlocutor a que el Rey convocaría a Rajoy de inmediato para informarle de sus gestiones, pero anoche esa llamada aún no se había producido, según las fuentes del PP consultadas por El Confidencial.

Pese a los esfuerzos del Gobierno -y de la propia Casa Real- por darle un barniz de normalidad a las intensas gestiones del Rey para impulsar un pacto de Estado entre las principales fuerzas políticas, el malestar en las filas del PP es más que palpable. Las fuentes de Génova consultadas consideran que la sucesión de acontecimientos de la semana pasada, con epicentro en La Zarzuela, "no puede ser casual". Y sospechan que Don Juan Carlos no ha actuado por propia iniciativa, sino a instancias de un José Luis Rodríguez Zapatero que, acorralado por la crisis económica y los sondeos de opinión, trata de buscar una vía de escape en la Corona para forzar al PP a rechazar un pacto en el que no cree, haciéndole aparecer ante la opinión pública como un partido que carece de visión de Estado para salvar una situación de emergencia nacional y al que únicamente obsesiona recuperar el poder.

El pasado martes el Rey se entrevistó en La Zarzuela con José Luis Rodríguez Zapatero; y aunque nada ha trascendido oficialmente de lo tratado en ese encuentro, diversas fuentes coinciden en señalar que el presidente del Gobierno pidió al monarca que, en su papel de árbitro de la Constitución, abanderase un gran pacto de Estado para reflotar la economía. De ser cierta esa extendida versión, Don Juan Carlos tardó menos de 48 horas en satisfacer los deseos de Zapatero: el jueves por la mañana, durante la ceremonia de entrega de unos premios de investigación, y en presencia de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, afirmó solemnemente que "es hora de grandes esfuerzos y amplios acuerdos para superar juntos cuanto antes" la recesión.

El mismo jueves, pocas horas después de que el Rey pronunciase ese discurso, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, anunciaba la apertura de una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios para explorar las posibilidades de sellar el pacto auspiciado por el monarca, al tiempo que destacados dirigentes socialistas reprochaban ya al PP su desinterés por el consenso. Ese mismo día, por la tarde, Don Juan Carlos recibía a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que agradeció la implicación del monarca. Y el viernes eran Méndez y Fernández Toxo quienes visitaban La Zarzuela.

El 'abrazo del oso'

Para entonces, el enojo y la indignación del PP eran ya difíciles de ocultar. Ni Rajoy ni ningún otro miembro de la dirección del partido habían sido previamente informados de las gestiones del Rey, y en la sede de la calle Génova se había extendido ya la sospecha de que el monarca había sido utilizado por Zapatero como un instrumento de su estrategia política, bien para aislar al PP -si rechazaba sumarse al pacto- bien para dar a Rajoy el abrazo del oso -si lo apoyaba-, pues en este caso dejaría a los populares sin su principal arma de oposición: los estragos de la crisis económica.

A media mañana, Rajoy autorizó a uno de sus hombres de confianza -estrecho colaborador del líder del PP y miembro de su Ejecutiva- a trasladar a La Zarzuela el malestar de la dirección de Génova por haber mantenido al principal partido de la oposición al margen de las gestiones del monarca. El delfín de Rajoy habló telefónicamente con el jefe de la Casa Real, y éste trató de enfriar el enfado de su interlocutor argumentando que los contactos mantenidos la semana pasada por Don Juan Carlos formaban parte de su agenda habitual de trabajo. Aza aseguró que el Rey llamaría de inmediato a Rajoy para abordar también con él en La Zarzuela su posible apoyo al pacto anticrisis, pero las fuentes consultadas aseguran que, al menos hasta anoche, esa llamada aún no se había registrado.

Según fuentes de Génova, ese eventual encuentro entre el monarca y Rajoy difícilmente podría producirse esta semana. El Rey emprenderá mañana viaje a Estados Unidos para una visita oficial de dos días, que tendrá su punto culminante el próximo miércoles, cuando Don Juan Carlos será recibido en la Casa Blanca por el presidente Bark Obama. Y el líder del PP trabaja intensamente en la preparación del debate que, sobre la crisis y sus efectos, le enfrentará a Zapatero ese mismo día en el Congreso, y que se anuncia a cara de perro.   

El enfado del PP con el Rey por haber marginado a Mariano Rajoy del pacto anticrisis auspiciado por el monarca es mayúsculo. Y así se lo hizo saber el pasado viernes un alto cargo de la dirección del partido al jefe de la Casa Real, Alberto Aza, pocas horas después de que Don Juan Carlos recibiese en el palacio de La Zarzuela a los líderes de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, para expresarles su preocupación por las "graves consecuencias de la crisis económica". Aza se comprometió con su interlocutor a que el Rey convocaría a Rajoy de inmediato para informarle de sus gestiones, pero anoche esa llamada aún no se había producido, según las fuentes del PP consultadas por El Confidencial.