Es noticia
El Supremo enfila a Garzón: le investigará el juez que ya se enfrentó a José Bono
  1. España
QUERELLA POR LOS COBROS DEL MAGISTRADO EN NUEVA YORK

El Supremo enfila a Garzón: le investigará el juez que ya se enfrentó a José Bono

El Tribunal Supremo le ha perdido definitivamente el respeto a Baltasar Garzón. La Sala de lo Penal del Alto Tribunal admitió ayer a trámite la querella

Foto: El Supremo enfila a Garzón: le investigará el juez que ya se enfrentó a José Bono
El Supremo enfila a Garzón: le investigará el juez que ya se enfrentó a José Bono

El Tribunal Supremo le ha perdido definitivamente el respeto a Baltasar Garzón. La Sala de lo Penal del Alto Tribunal admitió ayer a trámite la querella contra el magistrado por prevaricación, cohecho y estafa por los miles de dólares que percibió durante su estancia en la Universidad de Nueva York. El juez encargado de la investigación será Manuel Marchena Gómez, un instructor que ya demostró su carácter cuando calificó de “ilegal” la detención de dos militantes del PP acusados de agredir a José Bono durante una manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

 

Esta querella se une a las que ya han sido admitidas en el Supremo por la investigación de los crímenes del franquismo, y a la que está pendiente de ser evaluada por las escuchas en prisión que autorizó en el marco del caso Gürtel. Un conjunto de procesos que han puesto contra las cuerdas al magistrado español más mediático, y que evidencian la disposición del Alto Tribunal de sentar a Garzón en el banquillo. La última muestra es el auto de ayer, donde el Supremo señala que la investigación deberá aclarar si en la entrega de dinero del Santander “medió la consideración al hecho de tratarse de un juez de instrucción de la Audiencia Nacional o si por el contrario tal cosa puede valorarse como una mera suposición o conjetura”.

 

Y será Manuel Marchena Gómez, designado magistrado de la Sala de lo Penal en 2007 procedente de la carrera fiscal, quien lleve a cabo la instrucción. Un nombramiento que fuentes judiciales interpretan como la señal de que el Alto Tribunal "va en serio". "Es un juez con buenas referencias, y si lo han elegido a él es porque quieren que el proceso sigua adelante. No tendría sentido que admitieran ahora la querella para que el instructor la rechace sin más", afirmaron estas fuentes. Asimismo, sostuvieron que en la admisión ha tenido mucho que ver el trabajo del ponente, Miguel Colmenero, así como la opinión del presidente de la sala, Juan Saavedra.

 

Marchena se dio a conocer con un prolijo voto particular en la sentencia que absolvió a los policías del caso Bono de los delitos de detención ilegal, falsificación de documento público y coacciones. El magistrado señaló que los dos militantes del PP acusados de haber agredido al entonces ministro de Defensa habían sido detenidos ilegalmente, y que se había producido el citado delito de falsificación en documento oficial. “Ni la voluntad institucional favorable a la práctica de las detenciones ni, por supuesto, la militancia política de una persona, pueden integrar el tantas veces comentado presupuesto legitimante de la privación de libertad”.

 

Patrocinio del Santander

 

Los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea relacionan la percepción de 302.000 dólares por parte de Garzón con la decisión de éste de no admitir a trámite una querella formulada contra Emilio Botín y varios directivos del Banco Santander. Esto ya supuso una investigación previa del Supremo y otra del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que se han reabierto con la nueva documentación facilitada por el banco a la causa.

 

Entre la información remitida por el Santander al Supremo destacan cuatro cartas que Garzón dirigió a Botín con sus peticiones económicas y para agradecerle la financiación de los cursos en Nueva York. El magistrado se dirige a su interlocutor como “querido Emilio” y se despide de él con “un gran abrazo”. La documentación también incluye dos correos electrónicos y cartas de invitación a los seminarios.

 

Entre los e-mails figura uno donde la secretaria de Garzón reclama al Santander que ingrese 100.000 dólares en la cuenta de la Universidad de Nueva York, de donde cobraba el juez, en lugar de en los fondos del Centro Rey Juan Carlos, como hacía habitualmente, ya que éste era el organismo responsable de los cursos. La entidad financiera también pagó el sueldo y la casa de la asistenta del juez, así como la matrícula de su hija en la Escuela Internacional de la ONU.

 

Esta información entra en clara contradicción con las justificaciones expuestas por el magistrado. Garzón hizo pública una nota el pasado diciembre donde aseguraba que “ninguna cantidad de dinero procedente de los fondos habilitados por el Grupo Santander para ese patrocinio fue destinada, directa o indirectamente, a mi retribución. Tampoco intervine en la gestión o administración de tales fondos. Esos cursos fueron organizados aprovechando mi estancia en Nueva York para otras funciones académicas y de investigación, cuya retribución se efectuaba con cargo a las dotaciones presupuestarias ordinarias tanto de la Escuela de Leyes como de la Cátedra Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, según acuerdo cerrado con estas instituciones tiempo antes de que existiera el proyecto de los cursos que luego patrocinó el Grupo Santander”.

 

Ahora queda pendiente la decisión del CGPJ sobre si suspender o no de forma cautelar a Garzón, para impedir que sumarios importantes, como los que suele instruir en la Audiencia Nacional, queden contaminados por una sentencia contra el magistrado.

El Tribunal Supremo le ha perdido definitivamente el respeto a Baltasar Garzón. La Sala de lo Penal del Alto Tribunal admitió ayer a trámite la querella contra el magistrado por prevaricación, cohecho y estafa por los miles de dólares que percibió durante su estancia en la Universidad de Nueva York. El juez encargado de la investigación será Manuel Marchena Gómez, un instructor que ya demostró su carácter cuando calificó de “ilegal” la detención de dos militantes del PP acusados de agredir a José Bono durante una manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

Baltasar Garzón Tribunal Supremo Manuel Marchena