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Inmobiliarias, alimentarias y empresas del metal, tras el gran fraude del IVA descubierto en Barcelona
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LA TRAMA OPERABA EN VARIAS COMUNIDADES

Inmobiliarias, alimentarias y empresas del metal, tras el gran fraude del IVA descubierto en Barcelona

La investigación iniciada en Barcelona sobre un supuesto gran fraude del IVA que afecta a casi un centenar de empresas se lleva con el máximo sigilo

Foto: Inmobiliarias, alimentarias y empresas del metal, tras el gran fraude del IVA descubierto en Barcelona
Inmobiliarias, alimentarias y empresas del metal, tras el gran fraude del IVA descubierto en Barcelona

La investigación iniciada en Barcelona sobre un supuesto gran fraude del IVA que afecta a casi un centenar de empresas se lleva con el máximo sigilo tras decretarse el secreto de sumario. Empresas inmobiliarias, de alimentación, industriales y metalúrgicas han estado elaborando facturas falsas con el fin de defraudar al fisco durante los últimos años, aunque se sospecha que este modo de actuación puede llevar funcionando desde hace más de una década, según ha podido conocer El Confidencial. La señal de alerta se dio en las dependencias de Hacienda. Lo que llamó la atención de la Agencia Tributaria, según apuntan algunas informaciones, fueron las facturaciones de inmobiliarias (en operaciones de compra-venta de terrenos y de edificios) y empresas del metal que se encontraban con graves problemas económicos o que, simplemente, estaban en quiebra o en suspensión de pagos. También se utilizaban empresas inactivas y que no presentaban ni siquiera las cuentas en el registro mercantil. Tras ponerlo en conocimiento de la Fiscalía, ésta activó las pesquisas.

En total, los Mossos d’Esquadra, bajo la supervisión de la Fiscalía, han detenido a una treintena de personas, según reconocieron a El Confidencial fuentes de este cuerpo policial. Entre los detenidos se encuentra P.B., el supuesto cerebro de la red. Este empresario, según algunas fuentes consultadas, compraba empresas en quiebra o con grandes dificultades para después trocearlas y vender los activos. Al mismo tiempo, las sociedades con las que se hacía, emitían facturas que, por un lado, repercutían el IVA, con el consiguiente fraude, y por otro lado, permitían a los que las recibían el rebajar los beneficios de sus empresas, por lo que se producía otro fraude en el Impuesto de Sociedades. Al frente de estas sociedades solían figurar como administradores familiares directos o testaferros.

Sus oficinas centrales se encuentran en la calle Consell de Cent de Barcelona, que fue registrada por la Policía autonómica y de donde se llevaron dos grandes bolsas con documentación. En Castelldefels, donde tiene su domicilio el empresario, fueron registradas también empresas inmobiliarias vinculadas a familiares suyos directos. Otras sociedades suyas tienen domicilios en lugares tan dispares como Sant Joan Despí, cerca de Barcelona, o Zaragoza.

“Compro sociedad con actividad o sin actividad”

Para realizar los contactos, la red no sólo se servía de sus relaciones personales, sino que incluso publicaba anuncios en Internet (ver noticia) o en diarios de ámbito nacional. El teléfono de contacto de los anuncios solía ser el de la sede de Consell de Cent, aunque en ocasiones la dirección que facilitaban fuese distinta. Además de solicitar empresas “con pérdidas fiscales demostrables para compra inmediata” en diversos foros, también ofrecía una empresa de Navarra que “dispone de líneas de crédito, descuento de pagarés. Descontaría de industriales (no ramo de inmobiliaria)”. La agresiva estrategia que realizaba la red le llevó también a anunciar que necesitaba “proveedores de mecanizado para asociación o compra de su empresa. No importa situación económica. Pacto de confidencialidad”. Pero también requería, como en otro anuncio, “una sociedad anónima o limitada, con actividad o sin actividad. Se valorará y se tendrá en cuenta la antigüedad y la ausencia de incidencias bancarias y comerciales”.

La red compraba y vendía también una gran cantidad de productos. En julio pasado, por ejemplo, ponía a la venta un piso junto al conocido Mercado de la Boquería de Barcelona con 11 habitaciones (“Se aceptan intermediarios, alta comisión”). Por las mismas fechas, ofrecía un taller de tornos y centros de mecanizado de última generación con clientes multinacionales y pedidos garantizados para todo el año. Hace escasamente un mes, ponía también a la venta 785.000 botellas de vino de Rioja, de Rueda y de Tierra de Castilla, con productos como Carta de Oro, Marqués de Griñón o Marqués de la Concordia. Hace mes y medio, la oferta era por 15.000 botellas de cava Freixenet Cordón Negro Brut “con toda la documentación en regla”. Y a finales de octubre, eran 120.000 botellas de whisky J&B, también “con toda la documentación en regla”.

Especial sigilo

Las investigaciones se han llevado con total sigilo por parte de la Fiscalía y de Hacienda. Tanto es así que, aunque se conocen algunos detalles de otras dos operaciones que se están desarrollando, de ésta no había trascendido ninguna información. Fuentes cercanas al caso, sin embargo, señalan que es el mayor golpe contra el fraude del IVA realizado desde hace casi dos décadas.

Hasta el momento, sólo ha trascendido que se realizaron registros en Barcelona, Castelldefels, Sant Boi de Llobregat y Premià de Dalt, así como también la implicación de la gestoría Gestió Sis en la barcelonesa calle Espronceda. La tarea de la gestoría era la de meros intermediarios en algunas de las operaciones que realizaban las demás compañías de la red. Según algunas fuentes, el cerebro de la trama era poco dado a dejarse ver, aunque solía rematar siempre en persona las operaciones. Sus representantes solían ser intermediarios o abogados que no tomaban jamás ninguna decisión hasta consultárselo a su jefe.

Las operaciones mercantiles de las empresas implicadas se realizaban en varias comunidades autónomas, ya que las empresas participantes tenían sedes en Barcelona, Madrid y Navarra -donde la red compró varias empresas-, según ha podido conocer El Confidencial de fuentes solventes. Está por determinar todavía si las ramificaciones se extienden a otros territorios. Algunas empresas implicadas en la trama podrían incluso operar internacionalnente, especialmente con otros países de la Unión Europea. Muchas de las empresas que emitían facturas falsas estaban administradas por testaferros, que actuaban al mandato del cerebro de la trama.

La red, según comentaron diversas fuentes a El Confidencial, compraba también empresas a despachos profesionales dedicados a esta tarea. Los “bancos” de empresas permiten disponer de una sociedad en horas, ya que los trámtes de creación ya están hechos. Con ello, ahorran tiempo, aunque han de pagar una pequeña comisión por la tarea de intermediación.

La investigación iniciada en Barcelona sobre un supuesto gran fraude del IVA que afecta a casi un centenar de empresas se lleva con el máximo sigilo tras decretarse el secreto de sumario. Empresas inmobiliarias, de alimentación, industriales y metalúrgicas han estado elaborando facturas falsas con el fin de defraudar al fisco durante los últimos años, aunque se sospecha que este modo de actuación puede llevar funcionando desde hace más de una década, según ha podido conocer El Confidencial. La señal de alerta se dio en las dependencias de Hacienda. Lo que llamó la atención de la Agencia Tributaria, según apuntan algunas informaciones, fueron las facturaciones de inmobiliarias (en operaciones de compra-venta de terrenos y de edificios) y empresas del metal que se encontraban con graves problemas económicos o que, simplemente, estaban en quiebra o en suspensión de pagos. También se utilizaban empresas inactivas y que no presentaban ni siquiera las cuentas en el registro mercantil. Tras ponerlo en conocimiento de la Fiscalía, ésta activó las pesquisas.

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