Haidar cumple su tercera semana de huelga con riesgos para su salud

La activista saharaui Aminatu Haidar, que hoy completa su tercera semana en huelga de hambre, ya no sale al vestíbulo del aeropuerto, donde ha recibido numerosas visitas desde el 15 de noviembre, sino que pasa su ayuno en el interior del habitáculo en el que pernocta. Haidar ha abandonado hoy el habitáculo, una especie de oficina para conductores situado en la zona de aparcamiento de autobuses del aeropuerto, solo para ir al baño.

Fuentes de la plataforma de apoyo han explicado a Efe que el médico ha visitado a primera hora de la tarde a la activista y ha afirmado que sigue en las mismas condiciones de anoche, en la que hizo público un parte que observa que su salud "se deteriora por momentos" y existe "un riesgo de deterioro irreversible de su salud, que se aproxima y que es incompatible con la vida".

Aminatu Haidar ha pasado "muy mala noche", según ha explicado la plataforma, y se encuentra "muy nerviosa y preocupada" por su familia, que espera desde El Aaiún noticias sobre su estado. La plataforma de apoyo de la activista ha exigido hoy de nuevo que intervenga ya en el asunto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el Rey de España.

 

Por su parte, el jefe del Ejecutivo aseguró hoy que "todo el Gobierno" está haciendo gestiones para solucionar la situación de la activista, ha descartado implicar al Rey Juan Carlos y ha abogado por mantener las buenas relaciones con Marruecos.

"A veces, como es normal, surgen dificultades, pero debe prevalecer lo que es un interés general" para el país, mantener buenas relaciones con los países vecinos, ha subrayado Zapatero a su llegada al Congreso para asistir a los actos conmemorativos del aniversario de la Constitución.

Tras escuchar que el líder del PP, Mariano Rajoy, le había acusado de "arrojar la toalla", le ha garantizado que todo el gabinete está implicado en la resolución del caso y no sólo el Ministerio de Asuntos Exteriores.

"Dejemos trabajar al Gobierno", ha señalado Zapatero, quien ha rechazado la posibilidad de que el Rey intervenga ante el monarca alauí, Mohamed VI. A su juicio, este caso no tiene que ser trasladado a otras instancias que no sean las del Gobierno; "debemos situar las cosas en su dimensión", ha añadido.

El Gobierno trabaja en evitar los daños de la huelga de hambre

El Gobierno estudia cómo evitar que la huelga de hambre que sigue la activista saharaui cause daños irreversibles en su salud y apunta a la necesidad de que un juez pueda intervenir para obligarle a alimentarse si su situación alcanza un punto crítico.

El complicado caso de Haidar ha centrado buena parte de los corrillos de la recepción celebrada en el Congreso, donde fuentes socialistas y del Gobierno han explicado que se está contactando con todas las instancias posibles, incluidas las autoridades argelinas, con el fin de buscar una solución para la activista.

Preocupa en el Ejecutivo la salud de Haidar, y la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, se ha puesto en contacto con el Gobierno para preguntar si existe algún protocolo que establezca cómo actuar y evitar la muerte de la activista. Ese protocolo no existe y se señala que sólo un juez podría establecer la alimentación forzosa.

Mientras, el Gobierno ha ampliado sus gestiones y, según apuntan las fuentes del Ejecutivo, está llamando a todas las puertas para intentar buscar una salida a la activista -desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hasta Argelia, país en el que se asientan los campamentos de los refugiados saharauis-.

La activista saharaui fue detenida el pasado día 13 de noviembre por la gendarmería marroquí al llegar a El Aaiún en un vuelo procedente de Gran Canaria, tras recoger un premio en Estados Unidos, y al día siguiente fue devuelta a España en un vuelo que aterrizó en Lanzarote; a las 00.00 horas del día 16 inició la huelga de hambre para conseguir volver a la capital del Sahara Occidental.