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El show de Obama en el parque de atracciones de Copenhague
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LA EXPEDICIÓN ESPAÑOLA ES DE CASI MEDIO CENTENAR DE PERSONAS

El show de Obama en el parque de atracciones de Copenhague

a capital danesa se ha convertido en un auténtico parque de atracciones. Y no porque el afamado y clásico Tivoli sea la principal atracción de visitantes

Foto: El show de Obama en el parque de atracciones de Copenhague
El show de Obama en el parque de atracciones de Copenhague

a capital danesa se ha convertido en un auténtico parque de atracciones. Y no porque el afamado y clásico Tivoli sea la principal atracción de visitantes a esta ciudad nórdica, cuna, dicen, de los hombres y mujeres más guapos del continente – uno paseando por la céntrica Verstergade da fe de ello -. No, nada de eso. Aquí la gran atracción es la irrupción en escena del hombre más poderoso del mundo, de su numeroso y estridente séquito y del hollywoodiense Air Force One. En el, el presidente norteamericano Barack Obama, va a intentar llevarse los 50 votos necesarios para que la capital de la circunscripción de Illinois por la cual fue elegido Senador, Chicago, consiga los juegos de 2016. Todo ha cambiado desde que se confirmó su presencia, ya que se trata de la primera vez que un presidente apoya con su presencia a una ciudad candidata. ¿Exceso de confianza o inexperiencia en el cargo?

 

Más allá de las limusinas negras y los hombres del FBI con gafas oscuras a lo largo de la ciudad se han destacado cuatro o cinco puntos calientes en los que se cocinan la mayoría de noticias y donde la actividad ha sido frenética. El más importante ha sido el hotel Marriot, alojamiento de los miembros votantes del COI, aunque blindado a curiosos y periodistas literalmente por tierra, agua y aire. Lo que ha acontecido detrás de la puerta giratoria de entrada es todo un secreto, aunque ha transcendido que D. Juan Carlos no ha parado de conversar con muchos de los que pueden dar o quitar la gloria a la capital de España en la votación definitiva. De hecho tan sólo él, Alejandro Blanco, Alberto Ruiz-Gallardón, Mercedes Coghen y Jaime Lissavetzky tienen habitación propia en dicho establecimiento, mientras que el resto de la expedición ha montado el cuartel general en el Hotel Anglaterre, al norte de la ciudad.

Todo será cosa de tres

Los miembros de la candidatura de Tokio se han afanado en mantener ese hilo de esperanza que en toda competición deportiva se ampara mientras no se ha cruzado la meta. Pero sus actividades no parecen poseer gran tirón mediático y sus deportistas estrella, con los que se afanan en robar titulares de medios no nipones, parecen naufragar ya de salida. Sin embargo los miembros de Rio, atrincherados en el hotel First Skt Petri, y los de Chicago, haciendo lo propio en el hotel Admiral, sí que generan reseñas y transmiten señales de un eventual triunfo hoy. No obstante se han podido ver infatigables al mítico Pelé o al célebre tenista Gustavo Kuerten repartiendo sonrisas y gestos de triunfo a todo aquel que le preguntaba acerca de su pronóstico para las votaciones, o en el otro extremo de la ciudad al célebre atleta de los 400 vallas Edwin Moses – centenares de carreras imbatido en los años 80 – o al inmenso almirante David Robinson, antigua estrella de los San Antonio Spurs de la NBA, también intentando lanzar un mensaje de liderazgo. Y aunque dentro del colectivo de no deportistas, se ha prodigado en plena frenesí promocional la estrella televisiva Oprah Winfrey quien junto a la primera dama Michelle Obama encabezó la expedición norteamericana. La batalla, pues, como declaraba la primera dama al pisar suelo danés, está en pleno fragor.

La numerosa expedición española a lo suyo

 

El grupo de celebrities que apoya a Madrid no se ha quedado atrás. El madridista Raúl González llegó para unirse al elenco de mitos del deporte hispano tras su partido de Champions. De hecho será uno de los elegidos para hablar en la presentación final que con tanto mimo se ha preparado. Si lo hace en inglés, como ya lo descubrió en el video promocional de Lausanne de junio, más de uno quizás salga corriendo. Y recordemos que la Comisión de Evaluación encabezada por la marroquí Nawal El Moutawakel castigó duramente en aquella ocasión la calidad del material presentado. Pero también destacan otros muchos atletas. El campeón Miguel Induráin, la mayor leyenda y el mejor embajador de Madrid 2016, y siempre dispuesto a echar una mano cuando se lo piden, atendió solícito a los medios y se situó en cualquier foto para la cual era emplazado. También trabajaron sin parar el reciente y brillante oro del atletismo español femenino Marta Domínguez, la muy fotogénica sirena de la sincronizada Gemma Mengual y el último gran héroe olímpico de nuestro país, el soriano Fermín Cacho. Alrededor de ellos mucha, mucha gente. Y es que la expedición española, pese a que fue la última en aterrizar en Copenhague, es de casi medio centenar de personas. Y lamentablemente la mayoría de ellos gente ajena al mundo del deporte y muy ligada a la burocracia institucional de la villa de Madrid, y de quienes no se entiende muy bien que tipo de apoyo están ofreciendo en estas latitudes.

El último gran rumor: una final Chicago-Madrid

 

El presidente Rodríguez Zapatero por fin hizo acto de presencia pública – sin sus hijas esta vez -. Y con la llegada también de Mariano Rajoy quedó activado todo el peso político de la candidatura. Independientemente de los chistes de tinte gótico que irremediablemente acompañan desde hace una semana a nuestro presidente el rumor que a esta hora circula con insistencia es que las últimas cuentas podrían deparar una final entre Chicago y Madrid. Aparentemente la división de voto entre Rio y Chicago, tras la definitiva irrupción de Obama en escena, haría subir enteros a la capital de España para, incluso, desbancar a la ciudad brasileña en segunda ronda. El murmullo proviene de las opiniones recogidas en los pasillos del Marriot que darían la razón a aquellos que apostaban porque el perfil de miembro COI,  poco amigo de experimentos, no arriesgaría aún a llevar los juegos a Sudamérica.

Si esta circunstancia se diera la gran sorpresa podría saltar y Madrid, con la incógnita de saber si realmente el comentado acuerdo tácito entre brasileños y españoles tendría lugar para “prestarse” votos en una última ronda, podría alcanzar el milagro y ser elegida. En tal caso podríamos asistir a la curiosa situación de un empate a 50 votos –suponiendo que el griego Lambis Nikolau no se equivoque de tecla esta vez - en la que el gran crupier Rogge tendría que abandonar su papal condescendencia para ejercer el voto y decirle no, bien a todo un rey de España o bien a todo un Presidente de los Estados Unidos de América. ¿Qué pasaría en tal proceso? Nadie lo aventura. En todo caso la 121 sesión del Comité Olímpico Internacional ha sido ya inaugurada con toda solemnidad en el edificio de la ópera, y en pocas horas tendremos su primera conclusión en forma de ciudad organizadora de los juegos de 2016. Como declaraba Juan Antonio Samaranch a la salida del hotel Marriot ya hay un ganador: el propio COI, institución que ha conseguido movilizar por primera vez a cuatro jefes de estado a una elección de este tipo.

a capital danesa se ha convertido en un auténtico parque de atracciones. Y no porque el afamado y clásico Tivoli sea la principal atracción de visitantes a esta ciudad nórdica, cuna, dicen, de los hombres y mujeres más guapos del continente – uno paseando por la céntrica Verstergade da fe de ello -. No, nada de eso. Aquí la gran atracción es la irrupción en escena del hombre más poderoso del mundo, de su numeroso y estridente séquito y del hollywoodiense Air Force One. En el, el presidente norteamericano Barack Obama, va a intentar llevarse los 50 votos necesarios para que la capital de la circunscripción de Illinois por la cual fue elegido Senador, Chicago, consiga los juegos de 2016. Todo ha cambiado desde que se confirmó su presencia, ya que se trata de la primera vez que un presidente apoya con su presencia a una ciudad candidata. ¿Exceso de confianza o inexperiencia en el cargo?

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