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La Generalitat busca alternativas para cerrar nuevas fusiones entre las cajas catalanas
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La Generalitat busca alternativas para cerrar nuevas fusiones entre las cajas catalanas

¿Fusión? ¿Qué fusión? Las cajas de ahorro catalanas que todavía no han comenzado el proceso de concentración viven momentos estresantes: por un lado, tienen la presión

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La Generalitat busca alternativas para cerrar nuevas fusiones entre las cajas catalanas

¿Fusión? ¿Qué fusión? Las cajas de ahorro catalanas que todavía no han comenzado el proceso de concentración viven momentos estresantes: por un lado, tienen la presión de la Administración, que les urge que se busquen novios y a que tengan diseñado su futuro antes del 31 de diciembre. Por otro lado, han de compatibilizar el devenir propio de su quehacer diario con las negociaciones con otras entidades similares para materializar las grandes corporaciones que les exige la Administración. En este momento, sólo cuatro cajas han iniciado el proceso de fusión: Sabadell, Terrassa, Girona y Manlleu formarán una sola entidad. Pero queda por diseñar el resto del mapa. Y ahí es donde existen todavía problemas graves.

“La prioridad es cerrar cuanto antes las fusiones internas, es decir, las que afectan a la propia comunidad. Queremos tener una estructura de cajas potente y, si alguna se queda descolgada, ya se estudiará el tema en su momento”, dice a El Confidencial una fuente de la Administración que sigue de cerca el tema de la fusiones de cajas.

Lo único seguro hasta el momento es que las cuatro cajas citadas han iniciado el proceso de fusión. Queda ahora pendiente la fusión de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa. Pero varias piedras en el camino dificultan la operación. Hay quien habla de cuestiones económicas, hay quien habla de cuestiones “políticas” y hay quien habla de cuestiones personales: nada se ha materializado hasta ahora.

Según fuentes consultadas por este diario, Caixa Tarragona, que preside Gabriel Ferraté, no es muy proclive a la fusión con Catalunya exactamente por los mismos motivos por los que Caixa Girona se descolgó de esta operación y decidió sumarse a las entidades del interior de Cataluña: puede quedar diluida dentro de una institución tan grande como Caixa Catalunya. Son más de 63.000 millones en activos frente a poco más de 11.000 millones. Por lo tanto, el peso que puede tener la entidad tarraconense se diluye demasiado dentro de la nueva criatura. Tanto desde Caixa Catalunya , que preside Narcís Serra y dirige Adolf Todó, como desde la Generalitat, se le han dado garantías esta semana de que su peso específico aumentará dentro de la nueva institución: se le puede ofrecer hasta el 30% de la cuota de poder dentro de la nueva institución, pero la pelota está todavía en el aire.

Desde la Administración se afirma que “sería bueno que Caixa Tarragona no se quedase ahora descolgada, después de que Caixa Girona abandonase el proyecto de unión de las cajas que dependen de las diputaciones”. Pero todo puede suceder en la viña del señor.

Un nuevo escenario

La Consejería de Economía de la Generalitat, que ha apostado decididamente por crear grandes entidades a partir de la unión de las cajas existentes, ya ha comenzado a prever otras realidades. Hace una semana, una reunión interna de responsables del área, abrió otros horizontes y en ella se admitió, por primera vez, que Caixa Tarragona no apostase por Caixa Catalunya. “Lo que se quiere hacer es apostar por Barcelona como plaza económica con corporaciones potentes. Si no puede ser, han de buscarse otras alternativas”, reconoce una fuente cercana a estas reuniones.

Por eso -y por primera vez- comenzó a sopesarse un posible nuevo escenario: la unión de Tarragona con Caixa Penedès, la única institución que ha dicho claramente que descarta a priori una operación intracomunitaria. Si a estas dos entidades se le sumase Caixa Laietana, la operación podría ser redonda, ya que incluso se complementan territorialmente. El tema, sin embargo, aún está muy verde, según reconocen las fuentes citadas.

Es cierto que todas estas entidades no están todavía emparejadas, pero ello no quiere decir que puedan llegar a acuerdos. En Caixa Tarragona reconocen que “hemos hablado con todas, absolutamente, con todas las cajas que operan en Cataluña, incluidas las que ya han anunciado su fusión. Pero no hay nada decidido todavía”, señalaron a El Confidencial fuentes de la entidad tarraconense.

En realidad, según ha podido saber este diario, Caixa Penedès, que es la tercera entidad catalana por recursos propios, tiene un as en la manga. La entidad que preside Josep Colomer y dirige Ricard Pagès tiene diseñada una operación en dos fases para una fusión, a medio plazo, con tres cajas de fuera de Cataluña. Para ello, parte de la base de que tiene su sistema operativo parcialmente conectado con una caja aragonesa, una de Castilla-León y una andaluza. Una de las posibilidades que contempla su dirección es la ampliación de esta colaboración a más servicios con las otras tres cajas, lo que podría llevar a considerar una segunda fase en la que las cuatro entidades abordarían un proceso de fusión de las otras áreas. Con ello, habría hecho los deberes.

En ese caso, Caixa Tarragona se vería abocada a aceptar la fusión con Caixa Catalunya y Caixa Manresa para no quedar descolgada. Aunque desde determinados círculos se apunta a que esta unión está lastrada también por rencillas personales, fuentes de las propias entidades lo desmienten. Es cierto, reconocen, que el director general de Caixa Tarragona, Rafael Jené, proviene de Caixa Catalunya, pero las relaciones entre las entidades son buenas. “Jené salió de Catalunya hace quince años, cuando no estaban los actuales directivos. Es una insensatez decir que hay cuestiones personales en esta operación”, señala una fuente de Caixa Tarragona.

Laietana, ‘no problem’

El único “enigma” que quedaría por resolver es Caixa Laietana, pero a nadie parece preocuparle. “Es una entidad que no tiene problemas y que puede incorporarse a cualquiera de las corporaciones que resulten en el nuevo mapa”, afirman fuentes de la Administración. En Laietana, que preside Jaume Boter y que dirige Josep Ibern, no se tiene prisa por fusionarse. “No prevemos ninguna solución ni dentro ni fuera. Tenemos un balance saneado, una cuenta de resultados perfecta y una morosidad controlada, por lo que podemos seguir trabajando sin problemas”, señalan fuentes de la entidad. Estas fuentes subrayan que “en el mar hay barcos grandes y pequeños y todos navegan. Y en ellos hay un capitán que marca el rumbo y dice por dónde hemos de ir. En estos momentos, nuestro director general tiene las ideas muy claras y lleva el timón”.

Aunque son conscientes de que posiblemente en el futuro no tengan más remedio que fusionarse, no es un tema que le preocupe a la entidad, que tiene la sede en la localidad costera de Mataró. “Somos la caja número 20 en el ránking de eficiencia de España y, de ser la segunda con más morosidad hace dos años, hemos pasado a una situación totalmente saneada. Por tanto, seguiremos trabajando en esta línea”. Y desde la Administración advierten: “Ya se le asignará novio”. Hasta entonces, la preocupación de la autoridad económica es clarificar el futuro de las restantes cajas.

¿Fusión? ¿Qué fusión? Las cajas de ahorro catalanas que todavía no han comenzado el proceso de concentración viven momentos estresantes: por un lado, tienen la presión de la Administración, que les urge que se busquen novios y a que tengan diseñado su futuro antes del 31 de diciembre. Por otro lado, han de compatibilizar el devenir propio de su quehacer diario con las negociaciones con otras entidades similares para materializar las grandes corporaciones que les exige la Administración. En este momento, sólo cuatro cajas han iniciado el proceso de fusión: Sabadell, Terrassa, Girona y Manlleu formarán una sola entidad. Pero queda por diseñar el resto del mapa. Y ahí es donde existen todavía problemas graves.