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El responsable cultural de Murcia se gasta para espectáculos 20 millones de euros en dos años
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EL PABELLÓN DE MURCIA EN LA BIENAL DE VENECIA COSTÓ 240.000€

El responsable cultural de Murcia se gasta para espectáculos 20 millones de euros en dos años

Los madrileños que pasearon por Callao esta primavera pasada vieron, quizá asombrados, un cartelón de una veintena de metros de alto desde el que un ‘tipo’

Foto: El responsable cultural de Murcia se gasta para espectáculos 20 millones de euros en dos años
El responsable cultural de Murcia se gasta para espectáculos 20 millones de euros en dos años

Los madrileños que pasearon por Callao esta primavera pasada vieron, quizá asombrados, un cartelón de una veintena de metros de alto desde el que un ‘tipo’ con aspecto de profesora les llamaba la atención sobre la excelencia no típica de Murcia. Era el mismo personaje que también pudieron ver todos los españoles en sus pantallas de televisión profiriendo un alarido pseudo-operístico para que fijaran sus mentes en los atractivos turísticos de esa región uniprovincial del rincón sureste de la piel de toro.

 

Fue la última, hasta el momento, gran boutade cultural del responsable regional de la cosa, Pedro Alberto Cruz, quien desde su nombramiento en junio de 2007, ha gastado más de veinte millones de euros en promociones culturales cuanto menos discutibles. O al menos, así les parece a representantes de algunos sectores culturales de la Región. A otros, que participan de la fiesta, obviamente no.

La última ha sido la participación con un pabellón “de Murcia” en la Bienal del Venecia, que ha acogido a un solo artista de la comunidad y ha costado unos 240.000 euros, según lo publicado en la prensa regional recogiendo información oficial. Con ese último cuarto de millón de euros, las cuentas, no exhaustivas, de gasto en “eventos” artístico-culturales han llegado a los casi 20 millones de euros desde junio de 2007, según una recopilación realizada para este diario.

Lo del profesor antropólogo estrambótico y gritón que se hacía llamar Vladimir Karabatic, de procedencia croata, y que en realidad era el actor catalán Josep Seguí, no dejaría de ser una más de las salidas de pata de banco con pretensiones de ultramodernidad –o posmodernidad– a que tiene acostumbrada la Consejería de Cultura a los murcianos, si no fuera porque la broma costó tres millones de euros, más otros 600.000 para pagar el lema (‘Murcia no typical’) “inventado” por el falso profesor.

Pero ésa no es más que la punta del iceberg de un Gobierno cuyo presidente, Ramón Luis Valcárcel, tío político del consejero, alardea de tener la estructura más reducida de las 17 autonomías españolas. Sólo Cataluña se permite el lujo de ir por libre a Venecia.

Los críticos a esa política de dispendio cultural se preguntan si los 50 millones de euros ahorrados en los últimos meses (diciembre-junio), según anunció el Ejecutivo regional a principios de junio pasado, han servido para pagar los dos millones y medio de euros, Cruz dixit, gastados en el festival SOS 4.8 de mayo de 2009, superando el millón novecientos mil usados en la edición de 2008.

En ese año, nada más hacerse cargo de la Consejería, Pedro Alberto Cruz utilizó 776.000 euros en el polémico festival bianual PAC (Proyecto de Arte Contemporáneo) 2008, según se publicó en su momento. Otro festival oficial de arte, el Alter Arte, tuvo 250.000 de presupuesto. La Agencia de las Artes, 500.000. Y el Plan de Dinamización-Impulso de la Industria Cultural, la friolera de 9,7 millones de euros.

En la vanguardia del arte, a la cola de la economía

La lista hasta llegar a los 20 millones de euros en dos años no es exhaustiva, pues no incluye lo gastado o presupuestado para la nueva sede de la Editora Regional o el Centro de Investigación y Fomento del Diseño o el nuevo Archivo Musical, por poner dos ejemplos. Ni las subvenciones de la Consejería en 2009 que serán de 3.819.000 euros.

La perspectiva es que el sobrino político del presidente regional continúe con su política de coleccionar famosos nombres que visitan Murcia, dicen sus críticos. Quienes la aceptan como buena esgrimen que la región está ya en primera línea del arte y el espectáculo mundial, gracias a esa política precisamente, aunque siga a la cola de la mayoría de los índices socioeconómicos entre todas las autonomías españolas.

Cruz, indiferente a las críticas, piensa continuar en la misma línea. El PAC 2010 tendrá más presupuesto que el del 2008. La novedosa participación murciana en la Bienal Europea en Viena, costará tres millones de euros, lo mismos que la pasada campaña del falso antropólogo croata Karabatic. Aunque, quizá en un rasgo de sensatez probablemente debido a la situación de crisis económica, el consejero se ha dirigido a través de la prensa local a la nueva ministra socialista de Cultura, Ángeles González Sinde, para que le ayude con los fastos vieneses. Y así sucesivamente.

Los madrileños que pasearon por Callao esta primavera pasada vieron, quizá asombrados, un cartelón de una veintena de metros de alto desde el que un ‘tipo’ con aspecto de profesora les llamaba la atención sobre la excelencia no típica de Murcia. Era el mismo personaje que también pudieron ver todos los españoles en sus pantallas de televisión profiriendo un alarido pseudo-operístico para que fijaran sus mentes en los atractivos turísticos de esa región uniprovincial del rincón sureste de la piel de toro.

Murcia Ramón Luis Valcárcel