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Movilizaciones para liberalizar el peaje de acceso a Barcelona por la costa
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LOS CONDUCTORES QUE CIRCULAN POR ESTA VÍA LLEVAN 40 AÑOS "PAGANDO COMO BURROS"

Movilizaciones para liberalizar el peaje de acceso a Barcelona por la costa

Esta semana se cumplen 40 años de la puesta en marcha de la primera autopista de pago de toda España. El 2 de julio de 1969

Foto: Movilizaciones para liberalizar el peaje de acceso a Barcelona por la costa
Movilizaciones para liberalizar el peaje de acceso a Barcelona por la costa

Esta semana se cumplen 40 años de la puesta en marcha de la primera autopista de pago de toda España. El 2 de julio de 1969 en las marquesinas del peaje de Vilassar de Mar se celebraba la inauguración de la autopista del Maresme (C-32), la primera vía en todo el estado en la que se tenía que pagar para poder circular. El precio por aquel entonces era de 25 pesetas. Esta obra suponía una vía de acceso rápida desde los pueblos del Maresme a Barcelona.

 

Han pasado cuatro décadas y los conductores aún tiene que abonar el peaje para poder circular por esta vía. Justamente de esto es de lo que se quejan los vecinos de la zona cansados de que la carretera, que la Generalitat de Catalunya tiene la concesión y que está gestionada por Abertis, no se liberalice. De hecho, la concesión ha sido prorrogada dos veces y en un principio no vence hasta el 2021. Un representante de la Plataforma Cívica Camí Ral, organización de la comarca que abandera la reivindicación de la gratuidad de la vía, ha señalado que “la infraestructura está más que amortizada” y que “llevamos cuarenta años pagando como burros”.

La Plataforma Cívica Camí Ral pide “la total gratuidad del peaje de la C-32 y la eliminación de la carretera N-2” a su paso por el Maresme, de tal forma que la autopista pueda absorber el tráfico de la nacional y convertir ésta en un paseo. Los usuarios subrayan que la N-2 es una carretera considerada peligrosa porque discurre por el interior de los pueblos costaneros del Maresme. De hecho, este tramo de la red viaria catalana está catalogado como punto negro por su alta siniestralidad.

Para hacerse oír, la Plataforma ha decidido manifestarse mañana por la mañana cortando la carretera N-2. Esta acción podría conllevar importantes retenciones ya que esta es una vía muy concurrida para acceder a las playas de la zona. Pero este no será el único acto reivindicativo que se llevará a cabo desde la Plataforma. Las manifestaciones se iniciaron el pasado jueves, cuando cerca de un centenar de personas de la agrupación cortaron el peaje de Vilassar de Dalt para brindar con cava y cantar el cumpleaños feliz.

 

La Generalitat reclama el traspaso de la N-2

 

La Generalitat de Cataluña es quien tiene la última palabra sobre este tema. Hoy por hoy entre los planes del Gobierno catalán no entra rescatar el peaje de esta autopista. Manel Nadal, secretario de movilidad del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas, asegura que esta posibilidad “no la contemplamos, pero estamos buscando fórmulas para reducir el coste a los usuarios habituales”. Entre las medidas que ya se han tomado señala “los peajes blandos” así como “las importantes bonificaciones ya existentes”. Sin embargo, esto es insuficiente para los usuarios.

Asimismo, Nadal ha querido recordar que para que se pueda realizar un nuevo diseño de las vías de circulación del Maresme es imprescindible que el Ministerio de Fomento, en manos de José Blanco, traspase la N-2 a la Generalitat como se acordó en 2008. Este traspaso debe ir acompañado además de una transferencia de 400 millones de euros para construir una nueva vía alternativa.

Por su parte, Abertis, la gestora de infraestructuras encargada de la C-32, no se ha querido pronunciar sobre la liberalización del peaje. Fuentes oficiales de la compañía, han explicado a El Confidencial, que “estos temas no nos atañen a nosotros sino al Departamento de Política Territorial y Obras Públicas” dirigido por el socialista Joaquim Nadal.

Esta semana se cumplen 40 años de la puesta en marcha de la primera autopista de pago de toda España. El 2 de julio de 1969 en las marquesinas del peaje de Vilassar de Mar se celebraba la inauguración de la autopista del Maresme (C-32), la primera vía en todo el estado en la que se tenía que pagar para poder circular. El precio por aquel entonces era de 25 pesetas. Esta obra suponía una vía de acceso rápida desde los pueblos del Maresme a Barcelona.