Zapatero vuelve a confiar el espionaje a un militar tras el fiasco de los dos civiles

La situación de Alberto Saiz al frente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) era insostenible, acosado por los escándalos en su gestión y, sobre todo, por la rebelión silenciosa de una parte de sus subordinados. Ayer presentó su dimisión en el cargo, en el que será sustituido por el general Félix Sanz Roldán, ex número uno de las Fuerzas Armadas y un militar de la máxima confianza de José Luis Rodríguez Zapatero.

Saiz era el segundo civil al frente de los servicios secretos del Estado. Su antecesor, el diplomático Jorge Dezcallar, fue promocionado por José María Aznar en 2001, cuando el CNI dejó de llamarse CESID y adquirió su actual denominación.

Pero la experiencia ha resultado infructuosa, y Zapatero ha decidido confiar nuevamente la dirección del espionaje a un militar con una brillante hoja de servicios a su espalda y que no provoca el menor recelo en el principal partido de la oposición. De esta forma, el Gobierno recupera la tradición de poner el CNI -o el antiguo CESID- en manos de militares. Sus tres primeros responsables fueron los generales Emilio Alonso Manglano, Félix Miranda y Javier Calderón.

Saiz indicó ayer, en un comunicado del propio CNI, que dimite para evitar "un posible deterioro" del centro e impedir que pueda salir perjudicada la imagen del Gobierno. El hasta ahora director del CNI indicó que no puede permitir dicho deterioro "por responsabilidad con la institución y sus trabajadores y por su compromiso con la seguridad de los españoles".

Saiz, acusado del uso de fondos públicos para fines privados según ha venido denunciando El Mundo, indicó que la toma de esta decisión ha requerido un "proceso de reflexión sereno y profundo", tras el "desgaste personal sufrido debido a la campaña mediática dirigida contra su honor y su prestigio personal y profesional". Saiz aprovechó el comunicado para reiterar la "falsedad" de dichas acusaciones e indicar que actuó "con total transparencia" en sus comparecencias en el Congreso, tanto en la Comisión de Defensa como en la de Secretos Oficiales. Añadió que había servido "lealmente" al Gobierno de España.

Su sustituto, el conquense Sanz Roldán, tiene 64 años y fue, entre 2004 y 2008, jefe del Estado Mayor de la Defensa, cargo en el que fue sustituido por Julio Rodríguez Fernández. En estos momentos se encargaba de preparar los asuntos relacionados con la Defensa durante la presidencia española de la Unión Europea en 2010. Es doctor honoris causa por la Universidad Alfonso X el Sabio y cuenta con la medalla de Oro de Castilla-La Mancha.