El PP arremete contra el Gobierno turco de Erdogán y cuestiona la declaración de los forenses

El Partido Popular está claramente alineado en la defensa de su responsable de Justicia e Interior, Federico Trillo, frente a lo que se considera una nueva maniobra contra el partido que lidera Mariano Rajoy, esta vez a cuenta del Yak-42. Fuentes solventes de la Dirección del PP señalaron ayer a este diario al gobierno turco de Erdogán como principal responsable de los errores que se cometieron en la identificación de los cadáveres, y relacionan la “extraña aparición” de los forenses con un intento de Turquía por eludir esa responsabilidad.

Un intento para el que “el Gobierno turco ha contado con la inestimable colaboración del diario El Mundo”, añadieron. El PP considera “sorprendente” el cambio de criterio de la Audiencia Nacional admitiendo ahora la declaración de unos forenses que rechazó al inicio del proceso. En un principio, la Audiencia reclamó la presencia de los dos forenses de Trabzón -lugar del accidente- que firmaron el acta de entrega de los cadáveres. El gobierno turco, sin embargo, les negó tanto la asistencia al juicio como la declaración en el consulado.

La justificación fue que la Constitución turca prohíbe esa declaración de los forenses por videoconferencia. Según estas fuentes, no existe ningún artículo en la Constitución turca que impida declarar por videoconferencia, pero sí que autoriza al Gobierno a restringir la libertad de salir del país, que fue lo que hizo con los dos forenses reclamados por la Audiencia. Sin embargo, días más tarde y tras producirse la declaración de los nuevos forenses a un diario nacional en las que se acusaba al general Navarro de estar borracho, si que se permite “paradójicamente” su salida.

Según estas fuentes, uno de estos forenses acusa al general Navarro de estar borracho después de haber ingerido una botella de 70 centilitros de vodka, aunque después de eso sí que estaba plenamente consciente para aceptar la recepción de 30 cadáveres sin identificar y firmar un acta redactada en turco que esos mismos forenses no firmaron. El otro forense no recordaba haberle visto beber, pero sí que olía muchísimo a vodka. La Audiencia ha aceptado la declaración de estos forenses, cuando la Ley de Enjuiciamiento Criminal prohíbe al Tribunal admitir testigos ya rechazados, sobre todo si son de cargo.

Ambiente hediondo

El PP se pregunta las razones de todo esto y cuestiona el papel del medio que lo reveló: “¿Por qué el Gobierno turco autorizó la venida de estos forenses de Estambul y, por el contrario, prohibió venir a los forenses de Trabzón que trabajaron allí los tres días? ¿Por qué el diario El Mundo publica, justo el domingo anterior a la última sesión del juicio, y en portada, esta exclusiva?”, señalan estas fuentes que recuerdan que en seis años de instrucción esta es la primera vez que se dice que el general Navarro estaba borracho o que olía a alcohol.

De hecho, estas fuentes se preguntan “cómo es posible que esos dos forenses turcos olieran el alcohol en una lonja de pescado, habilitada como morgue, para 73 cadáveres, muchos de ellos destrozados, otros carbonizados y todos en plena descomposición durante tres días”. Y añaden que “el ambiente era tan hediondo, incluso a distancia, que exigía trabajar permanentemente con mascarilla, como puede observarse en las fotos publicadas. Y además, el vodka no huele: es un destilado inodoro y su consumo no es detectable por el olfato”, concluyen.

Para el PP “la única explicación posible que hace coincidir el interés del grupo de familiares de la acusación particular con el Gobierno de Turquía, es que este no quiera asumir las cuantiosas responsabilidades civiles derivadas de los errores en las identificaciones, puesto que solo ellos eran legalmente responsables de las mismas. Los médicos militares españoles ayudaron en esos trabajos y su deber era repatriar los cadáveres como los propios turcos reconocen”. En Génova recuerdan las “estrechas relaciones entre el Gobierno de Erdogán y el de Zapatero”.