Guardans contra su jefe de filas: “CiU quiere una mayoría con ERC próxima al independentismo”

La elección del catedrático Ramón Tremosa como cabeza de lista a las próximas elecciones europeas de Convergència i Unió (CiU) ha sido una jugada personal de Artur Mas que ha sentado mal en algunos círculos del propio partido.

El actual europarlamentario convergente, Ignasi Guardans, está desconcertado y dolido. “La decisión de Artur Mas es legítima, pero ha sido tomada de cara a la realidad política catalana. En este sentido, no es diferente a la estrategia que siguen otros partidos, como el Partido Popular, por ejemplo, al volver a elegir a Jaime Mayor Oreja. Son decisiones tomadas en clave nacional. Pero la cuestión de la elección de Tremosa está en el mensaje que se quiere dar de aproximación a Esquerra Republicana de Catalunya. Hay un sector importante de Convergència que cree que el futuro del partido pasa por formar una mayoría nacionalista muy próxima al independentismo. Pero eso es como la sábana de una cama: si uno estira hacia un lado, el otro lado de la cama se queda sin sábana”, declaró Guardans a El Confidencial.

El eurodiputado de CiU admite estar dolido “con algunas personas de Convergència, no con el partido”, y critica la deriva de la federación catalanista: “Mi reflexión es política, no personal: la cuestión de hacia dónde va el partido plantea interrogantes importantes que crean desconcierto. Lo que está claro es que la Casa Grande del Catalanismo propugnada por Artur Mas no da cabida a todos. Es una casa en la que, para que entren unos, tienen que salir otros. No la he entendido nunca. No sé si será una casa tan grande cuando yo no quepo en ella”, admite Guardans.

En este sentido, aplica una máxima de Helmut Schmidt: en la vida hay amigos, enemigos y compañeros de partido, en escala progresiva. Algunos de sus compañeros le han fallado. En esta semana, en sólo dos días, ha recibido multitud de llamadas no sólo de votantes y amigos, sino de altos cargos de Convergència y de Unió.

Un desperdicio de energías

El eurodiputado habló hace un mes y medio con Artur Mas. “Ya me quedó claro que no confirmaba mi repetición, porque me dijo que estaba pensando qué perfil era el más adecuado del cabeza de lista. Por tanto, había una posibilidad real de que no contara conmigo”, añade. Esta situación, subraya, es un error: “Es muy raro estar una sola legislatura en el Parlamento europeo. Esto requiere un tiempo para ver cómo funciona y tener capacidad de influencia, que no se gana con sonrisas, sino con un trabajo constante. Sólo para dominar los mecanismos, pasa un año y medio o dos. Y es al final de legislatura cuando uno llega a la velocidad de crucero. Por tanto, considero un desperdicio de energías el relevar al candidato tan pronto, además de desechar la formación recibida en estos cinco años”.

Su relación con Artur Mas había sido, hasta ahora, normal. Hace un tiempo, su jefe de filas le preguntó qué votaría si se planteara la independencia en un referéndum. “Le dije que votaría no. Él me dijo que votaría y que m preguntara si no me había equivocado de partido. Pero no le voy a dar mayor importancia a esta conversación. Lo cierto es que durante estos cinco años no tuve ni una sola divergencia en cuanto a contenido de mis actuaciones en el Parlamento europeo. Ni críticas. Ni reproche alguno o puesta en cuestión al votar o apoyar determinadas iniciativas”.

Busca empleo

Guardans rehúye la crítica a su sucesor. “Ramón Tremosa es un catedrático que está cualificado. Ignoro qué estrategia llevará, pero sería un error plantear cuestiones locales en el Parlamento europeo. Aquí no se viene a hablar de España o de Cataluña, sino desde España y desde Cataluña. En temas como la inmigración, por ejemplo, es diferente la percepción que pueda tener un español ante un catalán, que tiene sus matices, o ante un finlandés. Lo mismo pasa con el sector de la automoción, las televisiones públicas, la Policía o la seguridad. Se equivoca quien pretenda resolver problemas de política nacional en el Parlamento europeo. Eso es un error que ya han tenido muchos europarlamentarios, como los italianos, pero también alguna vez ha ocurrido con españoles. Por tanto, temas como la financiación, el Estatuto o la autodeterminación no se resolverán en este foro”.

El eurodiputado convergente deja algunos temas pendientes, como el de la seguridad consular de los ciudadanos europeos (“cuestión en la que ya he puesto mi pequeña semilla”). Además, la presidencia española abre un periodo en el que poner en marcha otras ideas, como los proyectos de desarrollo de telecomunicaciones en Europa.

Lo cierto es que, a partir de mayo, buscará empleo. “Desde los 15 años tengo interés en la res publica, que decían los clásicos. Después de las elecciones, probablemente me dedicaré a trabajar en otros ámbitos. Si tengo ocasión, evidentemente, me mantendré en el servicio público. Pero ya he descartado entrar en otras listas o presentarme en otras contiendas electorales”, afirma.