Rajoy busca un político joven y residente en Pamplona para liderar el PP de Navarra

Hace falta un líder. Es la frase que se repite en los despachos de la madrileña calle Génova, desde donde el Partido Popular ha comenzado a tejer su propia infraestructura en Navarra. El PP está buscando sede, preparando una página web, sondeando a parlamentarios y concejales de UPN, y la próxima semana anunciara la composición de la gestora encargada de conducir este proceso. Sin embargo, todavía no se ha encontrado al candidato ideal para liderar la marca PP de Navarra.

Entre los primeros descartados figura el ex diputado de UPN Jaime Ignacio del Burgo, pese a que se ha apresurado a romper el carné de la formación regionalista y a darse de alta en el PP. Del Burgo es un político veterano y posee su propio círculo de apoyo en Navarra, pero también cuenta con detractores y, además, no encaja en el proyecto de renovación de Mariano Rajoy. El presidente del PP busca a un líder joven, que resida en Navarra y tenga la energía suficiente para comenzar un proyecto casi desde cero.

De momento, Santiago Cervera, el diputado que desobedeció las órdenes de UPN y rechazó junto al PP los Presupuestos Generales en el Congreso, no cumple con el perfil trazado por Rajoy. En primer lugar, porque todavía no ha abandonado la militancia del partido regionalista y, en segundo, porque si conserva su escaño en Madrid, le resultaría prácticamente imposible compatibilizar su labor parlamentaria con la presidencia del nuevo PP navarro. Un cargo que exige vivir de forma permanente en la comunidad foral y ganarse a la militancia potencial día a día.

Cervera aseguró a este diario que todavía no ha hablado con nadie de la dirección del PP sobre su futuro político, ni sobre su hipotética afiliación al partido. El diputado navarro está centrado en la preparación de su defensa ante el Comité de Disciplina de UPN, que a partir del lunes juzgará su negativa a abstenerse a los Presupuestos. Curiosamente, entre los cinco miembros que conforman este comité se encuentra Carlos Salvador, padre del diputado del mismo nombre que se mantuvo fiel a las directrices de UPN. El diputado navarro admitió que es probable que sea expulsado, y culpó de ello al “poder absoluto” del presidente, Miguel Sanz.  

La estrategia popular

PP y UPN quieren evitar a toda costa aparecer ante la opinión pública como responsables de la ruptura, y la formación regionalista ha aprovechado su fuerte implantación en la comunidad para tratar de persuadir a los navarros de que la culpa es de los populares. Sanz ha multiplicado sus declaraciones públicas, y ayer se permitió incluso afirmar que la crisis ha hecho que “muchísima gente” haya solicitado su afiliación a UPN.

Por su parte, los populares se han puesto en contacto con diversos cargos públicos de UPN con el objetivo de lograr su respaldo al regreso del PP a Navarra. Asimismo, en el seno del PP pervive la idea de que un cambio en la dirección de UPN, con la llegada a la presidencia de Yolanda Barcina en sustitución de Sanz, podría reparar las relaciones entre ambos partidos.

No obstante, Cervera expresó su rechazo a ambas estrategias, ya que, el PP podría dar una imagen de “debilidad” al encontrar escaso apoyo entre las filas regionalistas, y, a su juicio, Barcina sólo podría liderar UPN con el consentimiento y supervisión del propio Sanz. De acuerdo con Cervera, la táctica de los populares debería consistir en utilizar como trampolín las próximas elecciones europeas, donde las siglas del PP pueden competir en buenas condiciones con las de UPN, especialmente si concentran el voto de castigo a José Luis Rodríguez Zapatero.