Cataluña refuerza su presencia internacional abriendo su cuarta ‘embajada’ al margen del Gobierno

El Gobierno catalán sigue expandiendo sus fronteras de representación internacional al margen del Gobierno central. El vicepresidente de la Generalitat, el republicano Josep Lluís Carod-Rovira ha anunciado la apertura de la cuarta ‘embajada’ catalana en el mundo. Tras las oficinas de Berlín, París y Londres ahora le toca el turno a la Nueva York. 

 

A los catalanes les costará tener embajada en la Gran Manzana el montante de 90.000 euros anuales, una cifra que sólo contempla el alquiler y el mantenimiento del edificio. A ello hay que sumarle el gasto del personal y el sueldo del delegado que asciende a la friolera de 87.596 euros brutos anuales, lo mismo que cobra, actualmente, un director general de la Generalitat.

 

Esta cifra hay que multiplicarla por cada una de las ‘oficinas de representación’ a las que Carod-Rovira va cortando la cinta -la apertura de Nueva York está prevista para este mismo otoño-, y que tanto se desajusta del plan de austeridad anunciado a bombo y platillo por el presidente del Gobierno catalán, José Montilla, antes del verano.

Adiós al plan de austeridad de Montilla

A Montilla, al que parece que la crisis ya no le da miedo, ha enterrado sus propias palabras, aquéllas en las que aseguraba que se iban a reducir un 25% el gasto corriente y la contención de la contratación de nuevos funcionarios, hasta el punto de no sustituir al personal que causase baja. Las sedes que ya están a pleno funcionamiento tienen, además del delegado, una media de entre tres y cuatro funcionarios cada una. Asimismo, Montilla apuntaba que los nuevos expedientes de gasto que no fueran de carácter recurrente tendrían que ser aprobados por el Gobierno, un trámite que la oficina de Nueva York ha superado sin problema.

La embajada neoyorquina se encargará de las relaciones con las autoridades federales, estatales y provinciales tanto de Estados Unidos como de Canadá, y coordinará las relaciones entre el Gobierno catalán y Naciones Unidas, con la que el ejecutivo de Montilla ya mantiene distintos acuerdos de colaboración.

Asimismo, esta sede canalizará las relaciones con gobiernos descentralizados como Quebec y con organismos internacionales con sede en América del Norte que tengan un interés relevante para Cataluña. A juzgar por la lista de tareas que se encargarán al nuevo delegado de la Generalitat en Nueva York bien podría ir de la mano del embajador español en Estados Unidos porque sus trabajos, claramente, se solapan.

 

Un cargo para ‘enchufados’

 

Antes de que Carod-Rovira se desplace a Estados Unidos para inaugurar su sede debe encontrar a su embajador. Viendo el perfil de los representantes que ya trabajan en París, Londres y Berlín, sólo pueden echar su currículum aquellos que tengan marcado carácter independentista o bien miembros de la familia de Carod. Pues, el representante en París no es otro que su hermano Apel"les Carod-Rovira. En Berlín se encuentra Martí Estruch conocido por sus artículos ensalzando la necesidad y las bondades de la independencia para Cataluña. Mientras que en Londres está Xavier Solano, que ha sido analista parlamentario de la diputada laborista Wendy Alexander, y asesor del Partido Nacional Escocés. Además, Solano es conocido por haber sido uno de los promotores del Cercle d’Estudis Sobiranistes, que encabezan los independentistas Alfons López Tena y Héctor López Bofill.

Los plantes de apertura de esta cuarta embajada catalana en el mundo han desatado las críticas de la oposición. El Partido Popular de Cataluña ha mostrado en reiteradas ocasiones su rechazo a la política exterior catalana al margen del ejecutivo de Zapatero. Y no comparte el plan de la Generalitat de ir abriendo embajadas catalanes alrededor del mundo.