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Vidal-Quadras: "Hay que suspender la autonomía vasca para que Ibarretxe se entere de lo que vale un peine"
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ENTREVISTA A EL CONFIDENCIAL

Vidal-Quadras: "Hay que suspender la autonomía vasca para que Ibarretxe se entere de lo que vale un peine"

Llegó a Bruselas hace nueve años, es vicepresidente del Parlamento Europeo y pasa casi todo su tiempo fuera de España. Sin embargo, Alejo Vidal-Quadras (Barcelona, 1945),

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Vidal-Quadras: "Hay que suspender la autonomía vasca para que Ibarretxe se entere de lo que vale un peine"

Llegó a Bruselas hace nueve años, es vicepresidente del Parlamento Europeo y pasa casi todo su tiempo fuera de España. Sin embargo, Alejo Vidal-Quadras (Barcelona, 1945), ex presidente del Partido Popular de Cataluña, no ha dejado de influir en la política nacional. Azote de los partidos nacionalistas y defensor de una reforma constitucional que consolide las competencias del Estado, sus descaradas opiniones no siempre han encajado en la estrategia de la dirección de su partido. Ahora, Mariano Rajoy le ha incluido en su Comité Ejecutivo Nacional, pero el veterano político evita declararse ‘marianista’. “Intento ser un buen patriota español”, asegura en una entrevista telefónica con El Confidencial.

Usted es uno de los firmantes del Manifiesto por una lengua común, ¿por qué nace este movimiento?

La de España es una situación grotesca. Es el único país del mundo en que una familia no puede escolarizar a sus hijos en la lengua oficial del Estado. Se trata de una política derivada de los nacionalistas, en connivencia con el Gobierno socialista, aunque el problema viene de lejos. Ha sido un proceso de 20 o 30 años en que todo el mundo ha cerrado los ojos, hasta llegar a un punto en que es intolerable. El castellano está siendo eliminado del espacio oficial y público de Cataluña, Galicia y, ahora, del País Vasco. Por ejemplo, para tener un contrato como profesor en una universidad catalana hay que tener el nivel C de catalán. Esto es un aberración, porque se pierde calidad educativa. La universidad debería poder contratar profesores de todo el mundo. Por eso, los dos grandes partidos, PSOE y PP, deben alcanzar un pacto para acabar con esta situación. Hay una vulneración de derechos flagrante.

Con este discurso, ¿se ganan o se pierden votos en Cataluña?

El discurso es el correcto. Los votos vendrá después, lo primero es defender lo correcto. Yo, cuando era presidente del PP catalán (1991-1996), tripliqué el número de escaños, porque hay muchos ciudadanos sensibles a este discurso. Un chico educado en catalán ve mermadas sus posibilidades de acceder a un trabajo, porque hoy en día existe mucha movilidad laboral dentro y fuera de España. ¿Cómo condenar a un niño a hablar un castellano rudimentario y pobre, si es la segunda lengua de comunicación universal? Eso sólo se le puede ocurrir a un descerebrado.

En el reciente Congreso del PP se incorporó a la Ponencia Política su propuesta de reforma constitucional, así como su idea de dar prioridad a los pactos con el PSOE en lugar de con nacionalistas. ¿Confía en que Mariano Rajoy lleve a cabo esta política, o cree que fue sólo un gesto para integrarle?

La reforma de la Constitución está en el programa electoral, otra cosa es el énfasis, el acento y la visibilidad que se le otorgue. Rajoy no lo menciona en sus intervenciones públicas, ni lo utilizó en la pasada campaña. Si Rajoy no quiere destacarlo, creo que se equivoca, porque millones de españoles tienen esa sensibilidad.

Entonces, ¿el PP debe evitar cualquier pacto con CiU o PNV?

Si hay elecciones y el que gana es el PP o el PSOE, el otro partido debería darle el apoyo que necesita para gobernar, en lugar de buscar el apoyo de nacionalistas para desbancarlo. Esto debería ser un Pacto de Estado. De lo contrario, te encuentras con un Estatuto catalán que hace saltar por los aires la Constitución de 1978, con que no se pueda escolarizar en castellano, cuendas hidrográficas gobernadas a trozos, un sistema de financiación en el que cada uno mira los suyo… O se unen PP o PSOE, o la nación se va de las manos.

De ese modo se descarta que el PP pueda gobernar alcanzando acuerdos con un partido nacionalista.

Si el PP propone una reforma del mercado laboral, o del impuesto sobre sociedades o cualquiera que puede ser buena para el país, y CiU o PNV lo votan, no hay problema. Me refiero a la estructura política. Me refiero a que en Baleares ganó el PP y el PSOE gobierna con los nacionalistas; y que en Canarias ganó el PSOE, y el PP gobierna con los nacionalistas. El PP debería gobernar en Baleares y el PSOE, en Canarias. Así los nacionalistas no podrían seguir destruyendo la nación.

¿Qué consecuencias tendrá el hecho de que el Parlamento Vasco haya dado luz verde a la consulta de Ibarretxe?

Es un dislate. Una consulta ilegal y delirante. El Gobierno, además de ir a los tribunales, tiene que hacer cumplir la ley e impedir el referéndum con los procedimientos del Estado de derecho. Que suspenda la autonomía del País Vasco por tres o seis meses, como prevé la Constitución, e Ibarretxe se enterará de lo que vale un peine.

De vuelta a la actualidad de su partido, ¿usted también se ha hecho ‘marianista’?

No soy ni ‘marianista’ ni ‘aznarista’, sino que defiendo mis propios criterios. Soy un liberal conservador, intento ser un buen patriota español y un buen catalán. Soy un militante disciplinado.

Pero, ¿se siente cómodo en la nueva Ejecutiva Nacional de Rajoy?

Se lo diré en unos meses, veremos lo que da de sí. Dije que si se aceptaban mis ponencias, no tendría inconveniente en colaborar. La Ponencia Política aprobada en el Congreso es la adecuada, pero veremos si se aplica.

Dado que considera que la Ponencia Política es la adecuada, ¿volverá María San Gil?

Creo que María San Gil ha de volver. Es parte del cuerpo y el alma del PP. Si hubo un conflicto hay que arreglarlo, el PP no se puede permitir prescindir de María. Si intentan enterrarla en el olvido, que no cuenten conmigo. Es insustituible. Si alguien cree que su marcha no tiene coste electoral, se equivoca, y lo veremos en las próximas elecciones vascas.

Usted dijo de Alberto Ruiz-Gallardón que era como una pantera agazapada. ¿Lo mantiene?

Galladón aspira a lo máximo, quiere ser presidente del PP y presidente del Gobierno. La ambición es legítima y nadie le puede criticar por eso. Pero me preocupa cuál va a ser su proyecto, con quién se juntará y con quién se aliará. Me suscita inquietud.

¿Detecta una colisión entre la estrategia que articula José María Aznar desde FAES y la de Mariano Rajoy en la presidencia del PP?

El discurso de Aznar en el Congreso del partido fue admonitorio, advirtió de riesgos, y si hay choque se verá con el tiempo. Vamos a ver qué política hace el PP en el Congreso de los Diputados. España afronta cuatro grandes crisis: una económica profunda, una moral, una institucional y una sobre el modelo de Estado. Por eso no es suficiente ofrecer un cambio de imagen, cosmético o de lenguaje como se ha venido diciendo. Eso está bien porque si no gustas no te votan; pero además de gustar debe haber contenido. Un proyecto serio.

La lucha por el liderazgo continúa ahora en el PP de Cataluña. ¿Quién es mejor candidato, Daniel Sierera, Alberto Fernández Díaz o Montserrat Nebrera?

En Cataluña hay dos candidatos, porque la tercera hace planteamientos que no responden a la realidad del PP. Entre Sirera y Fernández Díaz, los dos me parecen adecuados. Lo ideal es que trabajaran juntos, pero son los compromisarios los que deben decidir.

¿Cómo se ve Europa desde la vicepresidencia del Parlamento Europeo?

Europa está en crisis. Crisis institucional por el tropezón del ‘no’ de Irlanda; económica, porque no acabamos de ser competitivos con los rivales del mercado global; y, también una crisis de valores, porque la UE flojea en determinados principios éticos y morales.

Llegó a Bruselas hace nueve años, es vicepresidente del Parlamento Europeo y pasa casi todo su tiempo fuera de España. Sin embargo, Alejo Vidal-Quadras (Barcelona, 1945), ex presidente del Partido Popular de Cataluña, no ha dejado de influir en la política nacional. Azote de los partidos nacionalistas y defensor de una reforma constitucional que consolide las competencias del Estado, sus descaradas opiniones no siempre han encajado en la estrategia de la dirección de su partido. Ahora, Mariano Rajoy le ha incluido en su Comité Ejecutivo Nacional, pero el veterano político evita declararse ‘marianista’. “Intento ser un buen patriota español”, asegura en una entrevista telefónica con El Confidencial.

Mariano Rajoy