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Rajoy entierra el aznarismo
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TRAS EL XVI CONGRESO DEL PP

Rajoy entierra el aznarismo

Parecía que después de los avatares precongresuales, el cónclave ‘popular’ de este fin de semana iba a ser tranquilo y sin demasiadas estridencias, pero lo cierto

Foto: Rajoy entierra el aznarismo
Rajoy entierra el aznarismo

Parecía que después de los avatares precongresuales, el cónclave ‘popular’ de este fin de semana iba a ser tranquilo y sin demasiadas estridencias, pero lo cierto es que el XVI Congreso del PP ha marcado un antes y un después en la vida interna del PP. Si el Congreso de Sevilla de 1990 fue el de la refundación del Partido Popular, éste ha sido el Congreso en el que ha quedado sepultado el aznarismo, y el PP inicia una nueva etapa marcada por la recuperación del centro y el espíritu reformista.

Una nueva etapa que queda marcada con nombres propios: María Dolores de Cospedal, nueva secretaria general; Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz en el Congreso; Pío García Escudero, portavoz en el Senado; Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación; Ana Mato, vicesecretaria de Organización y Electoral; Javier Arenas, vicesecretario de Autonomías y Local; y Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid y figura emergente, a la vista de los aplausos que cosechó en este ‘cónclave’, y del poder que ha ganado dentro de la estructura del partido.

Estos siete, más el presidente, elegido con el 84,24% de los votos emitidos, Mariano Rajoy, conforman el nuevo equipo, el Comité de Dirección que se reunirá todos los lunes. Ya no habrá maitines. Estos son los ‘hombres del presidente’, a los que se unen los nuevos coordinadores y secretarios. Una ‘plantilla’ joven, con las excepciones de Javier Arenas y Federico Trillo, único recuerdo de otra época, junto al propio Rajoy, de la que el Congreso ha pasado página.

El propio Aznar tuvo que ser consciente en el Congreso de que algo estaba cambiando en el PP. Su discurso del sábado por la mañana generó división, una división que le fue desfavorable, pues la mayoría de los compromisarios no entendieron ni su gesto despreciativo del viernes hacia Rajoy, ni la intervención reivindicativa de sí mismo y llena de reproches del sábado. Aznar se convirtió el sábado en el líder de la oposición a Rajoy, y ese liderazgo se midió en las urnas: obtuvo menos de un 16% de apoyo.

“Nos han renovado a todos, menos a ti”

Por eso fue muy significativa la frase que José María Aznar le dedicó a Javier Arenas el viernes por la tarde, cuando llegó al Congreso del PP a eso de las cinco y media e irrumpió en el Plenario buscando los aplausos de los compromisarios: “Nos han renovado a todos, menos a ti”. Ese ‘todos’ tiene muchos nombres, políticos que han quedado en la cuneta, aunque Rajoy irá intentando recuperar a algunos de ellos. De entrada, los cuatro críticos del último Comité Ejecutivo: Costa, Aragonés, Elorriaga e Ignacio González.

Aragonés y Elorriaga eran los últimos ‘fontaneros’ de Aznar que continuaban en la Dirección del PP. Ya no. Tampoco estará Baudilio Tomé, un hombre próximo a Elorriaga y de quien Rajoy ha ‘tirado’ mucho durante esta última legislatura. Pero es un problema de lealtades. Lo de Juan Costa era esperable. “Si alguien pensaba que después de lo que ha pasado Mariano Rajoy iba a incluirlo en la Ejecutiva, es que no conoce a Rajoy”, dicen fuentes de su entorno.

Pero es que Costa supone, además, el adiós definitivo de la política de su padrino y mentor: Rodrigo Rato. El ex director gerente del FMI apareció el viernes por la tarde en el Congreso, saludó a Rajoy y estuvo el tiempo suficiente para comprobar que este ya no es su momento, antes de partir de viaje a Singapur. De los ‘suyos’ solo queda Montoro, que se ha subido al carro de Rajoy con toda la energía que trae en esta nueva etapa después de un merecido descanso en Bruselas.

Aguirre y Mayor, también pierden

La salida de Ignacio González de la Ejecutiva era, también, inevitable. Rajoy se sintió especialmente herido por su discurso en el Comité Ejecutivo en el que también hablaron Costa, Aragonés y Elorriaga. Con su salida de la Dirección, Esperanza Aguirre pierde un peón importante, y peso. De alguna manera, es el castigo que impone Rajoy. Con todo, el líder del PP acepta a un ‘aguirrista’ en la nueva Ejecutiva, Juan José Güemes, pero respondiendo al nuevo espíritu: González representa, para Génova, el pasado, y Güemes es una joven promesa.

Quien también pudo comprobar el mismo sábado por la tarde que su tiempo había pasada fue Jaime Mayor Oreja. Sus palabras ya no despiertan las pasiones de antaño. Ese discurso monotemático no enciende los ánimos de los militantes del PP. La retirada de María San Gil le señala directamente, y es más que probable que no sea el cabeza de lista del PP en las próximas europeas. Con ellos se fue, también, una época. Pero Rajoy, en un alarde de astucia, ha evitado romper las amarras con el sector más nostálgico del PP con una incorporación que toca la fibra sensible: Marimar Blanco.

El adiós elegante de Acebes. La decisión de última hora de Ignacio Astarloa de seguir los pasos de su amigo y ex jefe en el ministerio del Interior, así como el adiós escenificado en actos dramatúrgicos por un Eduardo Zaplana que ni siquiera pisó un Congreso del que era compromisario por haber formado parte de la Junta Directiva que lo convocó, ponen la nota definitiva al borrón y cuenta nueva. Se acabó una etapa. Empieza otra distinta.

Y es que no solo de nombres vive el nuevo PP. Rajoy ha marcado el camino, y las ponencias lo suscriben: diálogo, moderación, consenso. Sin perder de vista ni los principios –unidad de España, soberanía nacional, derrota de ETA, apoyo a las víctimas...- ni los valores –libertad, igualdad, justicia. La democratización interna –primarias al estilo americano- y la regeneración democrática serán las guías para andar ese camino.

Parecía que después de los avatares precongresuales, el cónclave ‘popular’ de este fin de semana iba a ser tranquilo y sin demasiadas estridencias, pero lo cierto es que el XVI Congreso del PP ha marcado un antes y un después en la vida interna del PP. Si el Congreso de Sevilla de 1990 fue el de la refundación del Partido Popular, éste ha sido el Congreso en el que ha quedado sepultado el aznarismo, y el PP inicia una nueva etapa marcada por la recuperación del centro y el espíritu reformista.

Mariano Rajoy José María Aznar Botella