Rajoy se impone a Rato y Montilla en casa del empresariado catalán

Se han cruzado otra vez esta mañana. Como antiguos compañeros de Gobierno, Mariano Rajoy y Rodrigo Rato volvieron a guardar las apariencias este viernes cuando se dieron paso en la jornada organizada por el Círculo de Economía con motivo de la celebración de su 50 aniversario. Cada uno fue a hablar de lo suyo, como también hizo a primera hora de la mañana, tras romper el hielo, el ministro de la Generalitat, José Montilla.

Aunque las intervenciones fueron institucionales, las palabras del líder del PP compusieron la mejor música, siempre a oídos de un aforo repleto de la crème de la crème entre la burguesía empresarial catalana. Doble ovación, tanto por su mini ideario para impulsar España, como por su convicción para encabezar la oposición con un discurso simpático, no tan de campaña como el protagonizado cuando estaba en el poder y en la última legislatura.

No ocurrió lo mismo con la intervención de José Montilla a primera hora de la mañana. El líder del PSC y presidente de la Generalitat cuenta con los apoyos justos dentro del empresariado catalán. Le sobra, probablemente, con el de José Manuel Lara, que ejerció como anfitrión por su condición de presidente del Círculo. La sintonía entre ambos es plena, aunque eso no quitó para que el presidente de Planeta diera paso a Montilla después de una breve intervención, donde no faltó un tono de crítica abierta y constructiva.

A diferencia de Javier Solana, que participó y maravilló con un discurso genérico y a vuela pluma sobre los principales temas de interés en política internacional, Rodrigo Rato tomó la palabra a media mañana para hablar sobre la situación financiera global. Sin embargo, su análisis no despejó ninguna duda ni alumbró sobre los pasos a tomar en el futuro más inmediato. Según el ex director general del FMI y ahora asesor externo de La Caixa, entre otros cargos, España debe abordar medidas estructurales para salvar la crisis.

Aunque interesados por su condición de empresarios en la radiografía que ofrecieron tanto Rato, como Joseph Oliu (Sabadell), como el propio Solana, el morbo y la atención fueron para Mariano Rajoy. Nadie perdió comba en su intervención. Estaban presentes casi todos los que son: Albert Carulla (Agrolimen), Isaac Andik (Mango), Claudio Boada (Círculo de Empresarios), Juan Maria Nin (La Caixa), Luis Isasi (Morgan Stanley), Joan Gaspart (Husa), Nemesio Fernández Cuesta (Repsol), Antonio Castells (Generalitat) o el mismísimo Jordi Pujol.

Ante una platea dispuesta a conceder una oportunidad al nuevo discurso del PP, las propuestas de Rajoy mejor recibidas fueron aquellas dirigidas a regenerar el discurso político de su partido, abierto a partir de ahora al diálogo con todas las fuerzas, y a encabezar la alternativa política al gobierno, a pesar de que haya personas “dentro y fuera del partido que no quieren que me presente. Sin embargo, si lo hago, tengan presente que es porque me lo ha pedido una inmensa mayoría, a pesar de que no cuente con el apoyo de alguna región en concreto”, según indicó en su discurso.