El Congreso cuenta ahora con menos diputadas que en la anterior Legislatura

La Igualdad no se impone a golpe de Boletín Oficial del Estado. No, al menos, en el Congreso de los Diputados. Por mucho que Esperanza Aguirre se esmere en recordar que “éste es el siglo de las mujeres”, lo cierto es que el sexo masculino sigue siendo machaconamente mayoritario en los butacones de la carrera de San Jerónimo, en donde a día de hoy se sientan finalmente menos mujeres que en la Legislatura pasada. Y eso a pesar de que los del 9-M eran los primeros comicios con listas paritarias.

La paridad 100% no traspasa las reuniones del Consejo de Ministros. Tras la renuncia a su escaño parlamentario de los nuevos secretarios de Estado, el hemiciclo ha perdido a seis diputadas y ha ganado, en cambio, solamente a tres nuevas representantes. Lo que deja, en definitiva, un panorama compuesto por 123 señorías, dos menos que en la anterior Legislatura, que representan solo el 36% de la Cámara. Parecido retrato se observa en el Senado, en donde finalmente se sientan 73 mujeres, ni siquiera un tercio del total de los 255 escaños con los que cuenta la cámara Alta.

Tras el 9 de marzo, 126 mujeres fueron llamadas a sentarse en la cámara Baja. Pero una vieja costumbre no escrita del grupo parlamentario socialista, según la cual los diputados que sean nombrados secretarios de Estado deben acto seguido renunciar a su acta parlamentaria, ha modificado la composición del hemiciclo. Seis diputadas se han marchado para cumplir, ahí sí, con la paridad del Gobierno en sus cargos de segundo y tercer nivel. Trinidad Jiménez, Leire Pajín, Consuelo Rumí y Amparo Valcarce han asumido sus responsabilidades como secretarias de Estado, mientras que Cristina Narbona ha sido nombrada embajadora ante la OCDE y María Luis Carcedo, presidenta de la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y de Calidad de los Servicios.

En su lugar, se estrenan María Eugenia Carballedo que ocupará el hueco dejado por Eduardo Zaplana y dos socialistas, Helena Castellano (en sustitución de Valcarce) y Ana Cano (por Consuelo Rumí). El poder femenino ocupará ahora solo el 36% de la cámara, lejos aún de la igualdad de sexos que persigue la Ley de Igualdad aprobada el 15 de marzo de 2007.

Hecha la ley…

Según la norma que ahora debe custodiar y hacer cumplir la ministra Bibiana Aído, ningún sexo puede superar el 60% o estar por debajo del 40% en cada tramo de cinco puestos de las listas electorales. Esto no impide que los puestos de salida estén copados, casi por completo, por hombres, tal y como sucedió en las últimas elecciones, en las que la proporción era mayoritariamente de tres a dos a favor de los varones. En circunscripciones como Guadalajara, Ávila, Segovia, Zamora, Ceuta y Melilla solo fueron elegidos candidatos masculinos, mientras que Cantabria fue la única en la que la toda la representación obtenida por un partido, el PSOE, fue femenina.