El Gobierno recurre la absolución de 'El Egipcio' para mantener vivo el 11-M hasta las elecciones generales

La Fiscalía General del Estado decidió ayer recurrir la absolución del presunto cerebro de la masacre del 11 de marzo de 2004, debido a que no es firme su condena en Italia por pertenencia a una organización terrorista. Tanto el Gobierno como el PP realizaron gestos para asumir la sentencia y eludir el debate político en torno a los atentados, pero todo apunta a que el Ejecutivo pretende mantener viva la polémica de cara a las próximas elecciones generales y en especial el papel del Ejecutivo del PP en la guerra de Iraq.

La Fiscalía, que pedía para Rabei Osman El Sabed, El Egipcio, 38.962 años de cárcel como inductor de los atentados, cree que el tribunal de la Audiencia Nacional que juzgó el 11-M debía haberle condenado, al menos, por el delito de pertenencia a organización terrorista, ya que la sentencia por la que se le ha condenado en Italia por este delito aún no es firme. La legislación española establece que una persona no puede ser condenada en más de una ocasión por el mismo delito, pero el ministerio público considera además que este presunto terrorista formaba una célula en Italia diferente de la española.

La comparecencia ayer del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el Congreso dejó claro que ni PP ni PSOE tienen intención de pasar página de la masacre, por mucho que lo proclamen sus portavoces o incluso los gestos de cara a la galería. El primero se ha quedado enquistado en lo que ocurrió entre el 11 y el 13 de marzo de 2004, cuando 24.000 personas “acosaron” las sedes del PP y en la defensa de la gestión de su Gobierno de entonces. Por su parte, Rubalcaba insiste en que el Ejecutivo de José María Aznar no les dijo nada al PSOE entre el día 11 y la tarde del 13 de marzo.

Uno de los gestos aparentes de cambio de tercio fue la designación del portavoz del PP en la comparecencia del ministro del Interior ayer en el Congreso. Se trataba de Jorge Fernández Díaz, el número dos del grupo parlamentario, persona de la máxima confianza de Mariano Rajoy y desconocido en estas lides conspiratorias hasta el punto de que ayer confundió al Egipcio con el Chino, otro de los delincuentes condenados. El portavoz titular, Eduardo Zaplana, estaba de viaje privado en el extranjero y el PP eludió en esta ocasión que su portavoz fueran dos diputados especialmente beligerantes con el Gobierno socialista en el 11-M, Jaime Ignacio del Burgo y Vicente Martínez Pujalte.

El PSOE "nos va a encontrar"

Fernández Díaz dejó bien claro un mensaje: el PP aspira a pasar página pero si el PSOE se empeña en seguir con el 11-M “nos va a encontrar”. Y tanto que les encontró, porque Rubalcaba se presentó conciliador, invitando a mirar hacia delante, cosa que no ocurrió con el portavoz del PSOE, Antonio Hernando, ni con los partidos aliados: había donde morder al PP, y lo hicieron, en especial en lo referido a la total exclusión de ETA en la trama del 11-M. Lo mismo se puede decir del portavoz popular, que sacó hasta los GAL.

Y vuelta a lo que ocurrió entre el 11 y el 14 de marzo, a las “mentiras”, según Hernando, que difundió el Gobierno del PP y que han quedado cuestionadas en la sentencia del 11-M como es la famosa mochila con explosivos recuperada de la estación de El Pozo y de la que el tribunal no tiene ninguna duda de que fue utilizada por el comando terrorista.

Las apariencias del PP y del PSOE llegaron a tal punto que el primero se arrancó con un “ataque preventivo”, como dijo Rubalcaba, hacia los demás partidos antes de que éstos siquiera empezaran a criticar a los populares y el portavoz socialista decía que su discurso era una respuesta improvisada a los duros ataques del PP, pero llevaba el discurso plastificado.