Blanco telefoneó a Puras poco antes de la reunión con NaBai para ‘recordar’ que debía romper el pacto

En la mañana de ayer, poco antes de reunirse con Patxi Zabaleta, líder de Nafarroa Bai, el candidato socialista a presidir el Ejecutivo navarro, Fernando Puras, recibió una llamada de Ferraz. Al otro lado del teléfono estaba el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, quien le transmitía una orden clara y directa: no puede haber un pacto de Gobierno entre el PSN y la coalición nacionalista Nafarroa Bai (NaBai). La razón principal que esgrimió Blanco ante el cabeza de lista del PSN no era nueva -las encuestas auguran una pérdida de votos al PSOE en el resto de España en las elecciones generales de marzo de 2008 si el acuerdo se materializara (ver El Confidencial del pasado 5 de julio)-, pero sí la rotundidad de la instrucción, según ha podido saber este diario en fuentes cercanas a los protagonistas.

De hecho, tanto dirigentes de NaBai como de la tercera pata del ahora frustrado tripartito, IU de Navarra, han asegurado a este diario que varios socialistas navarros les reconocieron ayer que habían recibido estas instrucciones de Ferraz: “Nos han dicho que desde Madrid no veían el acuerdo y que les había estrechado el margen de maniobra tanto que no podían ni mantener la propuesta que nos habían hecho el día 5 julio [un Ejecutivo foral con mayoría de independientes y dos consejeros del PSN, dos de NaBai y uno de IU] y que nosotros ya habíamos rechazado entonces”, añaden estas fuentes.

Las sospechas de que el futuro del hipotético tripartito navarro se estaba decidiendo a muchos kilómetros de Pamplona ya la arrastraban NaBai e IU desde hace semanas, en concreto, desde que el pasado 5 de julio se cerrara el acuerdo sobre el programa e, inmediatamente, el PSN evitara a toda costa mantener nuevos encuentros para acordar el reparto de consejerías (ver El Confidencial del pasado 12 de julio). Ayer mismo, un hecho anecdótico confirmó las sospechas de que los socialistas navarros seguían instrucciones de Madrid: “Una emisora de radio anunció la ruptura de las negociaciones cuando el encuentro aún no había finalizado”, recordaba ayer a este diario, totalmente indignado, un cercano colaborador de Patxi Zabaleta que no dudaba de calificar de “esperpento” y “teatro” la reunión de ayer. “La decisión la han tomado en Ferraz y Puras se ha limitado a escenificarla”, apuntaba otro dirigente político navarro.

Desde la coalición nacionalista rechazan de plano formar parte de un Gobierno de concentración como anunciaba poco después de la reunión el propio Puras en rueda de prensa. “Plantear eso es estar en un limbo político. En el encuentro ni siquiera lo han puesto sobre la mesa y, por supuesto, nosotros no entramos a ello”. Estas fuentes incluso rechazan una de las opciones que desde el primer momento se abrió tras las elecciones del 27 de mayo: dejar gobernar a Miguel Sanz en minoría hasta después de las elecciones generales de marzo de 2008 para no perjudicar al voto del PSOE y, tras ellas, plantear una moción de censura contra el líder de UPN. “Ya les hemos dicho que nosotros no aceptamos ese tipo de filibusterismo político”.

Crisis en el socialismo navarro