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Los críticos de Ciutadans alejan el fantasma de la ruptura: “Sabíamos que no íbamos a ganar, pero hemos conseguido mucho”
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Los críticos de Ciutadans alejan el fantasma de la ruptura: “Sabíamos que no íbamos a ganar, pero hemos conseguido mucho”

La crisis dentro de Ciutadans se ha conjurado de momento. El recuento de votos ha roto el bloque monolítico que había conseguido el presidente, Albert Rivera,

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Los críticos de Ciutadans alejan el fantasma de la ruptura: “Sabíamos que no íbamos a ganar, pero hemos conseguido mucho”

La crisis dentro de Ciutadans se ha conjurado de momento. El recuento de votos ha roto el bloque monolítico que había conseguido el presidente, Albert Rivera, en el congreso que el partido celebró el pasado fin de semana y que, en un principio, copó los 20 puestos de la Ejecutiva surgida del cónclave. Las suspicacias de los críticos, sin embargo, forzaron un recuento de papeletas porque los números no cuadraban. “Había una diferencia de más de 1.000 votos. Salían más votos que electores”, manifestó un miembro de los críticos. A ello, hay que añadir que el propio Rivera ya ha hecho saber a Luis Bouza-Brey, su principal rival y líder del sector crítico Regeneración Democrática, que quiere hablar con él para restañar heridas.

Ayer martes, el recuento se prolongó hasta casi las 11 de la noche y, al final, los números cuadraron. “Había un problema con el programa. Una persona de Madrid fue la encargada de volcar los datos en un Excell y un fallo provocó que se duplicasen votos”, afirma una fuente oficial. Con los datos verdaderos sobre la mesa, los críticos consiguieron colocar en una de las vocalías a la candidata al ayuntamiento de Alicante, Eva Climent, que calentó la campaña electoral con un vídeo promocional donde se daba un apasionado beso con su marido.

“Hemos conseguido mucho”

El recuento y la actitud abierta de Rivera han paliado, de momento, la crisis. El sector crítico se siente legitimado para continuar siendo oposición. “Sabíamos que no íbamos a ganar, pero hemos conseguido mucho: el 40% de los votos y hemos roto la unanimidad de la Ejecutiva, aunque no tenemos representación en el Consejo General. También forzamos la presentación de listas abiertas que, aunque en un primer fueron rechazadas en la comisión de Estatutos, ganamos la votación en el plenario del congreso. Y conseguimos desaprobar la gestión económica y la gestión de la Ejecutiva”, explica una fuente de Regeneración Democrática.

La nota negativa del congreso fue “la demora en realizar las votaciones. El primer día había 480 delegados, pero el segundo, para la votación final, sólo había 417. Los que faltaban se fueron enfadados, ya que tenían lo billetes de los viajes de vuelta a sus casas reservados y no pudieron estar en la votación del Consejo General. Eso nos perjudicó”.

Algunos militantes de Ciutadans también se sienten dolidos con la denominación de fuerza política de centro-izquierda. “Hubiese sido mejor seguir sin identificarnos. En estos momentos, parecemos unos okupas de espacio político”, dice un militante destacado de la formación. Por esta causa, el partido ha padecido algunas bajas, pero de poca importancia. Una de las que más mella hicieron fue Vicente Serrano, presidente de la federación de Nou Barris, de la ciudad de Barcelona, un barrio que puede ser semillero de votos. Paradójicamente, el dimisionario tiene un ideario de izquierdas, en consonancia con la denominación aprobada en el congreso. Serrano adujo como motivo que no le había gustado cómo se había desarrollado el proceso y no se sentía identificado con la nueva dirección. Lo curioso del caso es que Serrano, encuadrado en las filas de Bouza-Brey (es decir, que aboga por un mayor liberalismo) proviene de las filas de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), la rama catalana de Izquierda Unida (IU).

Sobre la mesa queda también cómo abordar el tema de la concurrencia electoral con la Plataforma Basta Ya que encabeza Fernando Savater. Los dos sectores mayoritarios de Ciutadans pretenden un acercamiento a esta plataforma, pero difieren en el modo en que se produzca este acercamiento: Rivera aboga por una coalición, mientras que Bouza-Brey sugiere una fusión.

La crisis dentro de Ciutadans se ha conjurado de momento. El recuento de votos ha roto el bloque monolítico que había conseguido el presidente, Albert Rivera, en el congreso que el partido celebró el pasado fin de semana y que, en un principio, copó los 20 puestos de la Ejecutiva surgida del cónclave. Las suspicacias de los críticos, sin embargo, forzaron un recuento de papeletas porque los números no cuadraban. “Había una diferencia de más de 1.000 votos. Salían más votos que electores”, manifestó un miembro de los críticos. A ello, hay que añadir que el propio Rivera ya ha hecho saber a Luis Bouza-Brey, su principal rival y líder del sector crítico Regeneración Democrática, que quiere hablar con él para restañar heridas.