Alonso responsabiliza a Solbes del retraso de los inhibidores en Líbano

Los inhibidores que hubieran podido evitar la muerte de los seis cascos azules españoles en Líbano no se instalaron antes porque Hacienda no permitió un cambio de partida presupuestaria hasta el 1 de enero de este año. Así lo explicó ayer el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, durante su comparecencia en la comisión correspondiente del Congreso.

Según Alonso, los mandos militares creyeron conveniente dotar de inhibidores a los vehículos enviados a Afganistán y cursaron las órdenes oportunas entre el 24 de octubre y el 15 de noviembre, pero Defensa, que disponía de un remanente de crédito de 6 millones de euros, no pudo dedicar un millón a la compra de los inhibidores hasta que Hacienda lo autorizó en el nuevo presupuesto de este año, que entró en vigor el 1 de enero. En caso contrario, hubiera incurrido en prevaricación.

Para el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, las explicaciones de Alonso son una excusa de mal pagador. “Usted ha incumplido el compromiso adquirido el 7 de septiembre de 2006 en el Congreso de que nuestras tropas irían entrenadas, protegidas y con medios para hacer frente a tácticas de tipo terrorista”, dijo antes de recomendar al ministro que “la próxima vez diga la verdad, diga que la protección va a depender del procedimiento administrativo, diga que tiene que hablar con Solbes y diga que no sabe cuándo va a resolver la carencia de medios de seguridad”.

Medallas de guerra

Alonso también adujo que la concesión de la medalla con distintivo amarillo a los fallecidos obedecía al decreto en vigor, aunque reconoció que fallecieron en una zona de conflicto o guerra y que ha ordenado modificar el decreto. Zaplana le replicó que la existencia de ese decreto no le impedía concederles el máximo galardón militar con distintivo rojo, como corresponde a un ataque bélico con procedimientos terroristas. De hecho, Zaplana recordó que el decreto de medallas y galardones militares no impidió a su antecesor José Bono otorgar el distintivo rojo a los agentes del CNI asesinados en Iraq, a los que Federico Trillo había otorgado la cruz al mérito militar con distintivo amarillo. El trasfondo de la discusión sobre las medallas se reduce a que tanto el anterior gobierno del PP como el actual del PSOE se han negado a reconocer que Iraq y Líbano sean zonas de guerra.

El portavoz del PP, que optó por intervenir en la Comisión de Defensa en sustitución de su compañero Fernando López Amor, recordó la “actitud demagógica y desleal” de los socialistas ante el envío de soldados a Iraq y criticó las imprevisiones de seguridad de la misión en Líbano. Dijo que sólo quince días antes del ataque contra los solados estallaron dos coches bomba con el resultado de 11 muertos y fueron localizados y desactivados otros tres coches más.

“No somos Dios, el riesgo cero no existe”

No obstante, Alonso se escudó en que la amenaza de coches-bomba contra los cascos azules era “baja” y “no significativa”, según los agentes del Centro de Información Militar (CIFAS) que realizan la información táctica sobre el terreno. Ante ello, Zaplana le invitó a “contar la verdad y dar toda la información en la Comisión de Secretos Oficiales”. Entonces el ministro reconoció que la amenaza de los grupos locales de Al Qaeda había sido evaluada por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y señaló que las patrullas de la misión de FINUL se redujeron a lo imprescindible entre el 3 y el 10 de junio por temor a un atentado.