Las Academias militares quedarán adscritas a las Universidades públicas con la nueva ley

La ley de la carrera militar ha superado el trámite de ponencia y será debatida la próxima semana en la Comisión de Defensa del Congreso sin que el PSOE y el PP hayan alcanzado un acuerdo en lo esencial: el carácter universitario de las Academias militares. Los socialistas quieren adscribir las Academias de formación de oficiales de las Fuerzas Armadas a las universidades públicas, y los populares rechazan la fórmula. En los demás aspectos de la ley, ambos partidos han alcanzado un amplio acuerdo, al que se han sumado todos los grupos, a excepción de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), cuyo portavoz, Joan Puig, ha dejado patente el desinterés de su grupo por esta ley.

El debate previo sobre la creación de la Universidad de las Fuerzas Armadas o, en su caso, la homologación de las enseñanzas en los centros militares con las que imparten las universidades civiles, cristalizó en esta última fórmula. A partir de ahí, los estudios no estrictamente militares en las Academias de Zaragoza (Ejército de Tierra), San Javier (Ejército del Aire) y Marín (Armada), recibirán la homologación y la titulación de las universidades públicas de la zona, como centros adscritos a las mismas.

Sin embargo, esta fórmula no ha sido aceptada por el PP, que prefiere mantener el carácter tradicional de las Academias y rechaza la supervisión y colaboración de las universidades públicas con las mismas. Su ponente, Asunción Oltra, anuncia el voto en contra del capítulo cuarto de la ley, lo que obliga al portavoz socialista, Jesús Cuadrado, a recabar el apoyo de CiU, IU, BNG y Coalición Canaria para sacar el texto adelante.

Los acuerdos

En cambio, los populares han hecho valer sus criterios en la simplificación de los cuerpos y escalas militares. Su aportación ha sido decisiva para resolver el problema de las escalas auxiliares y los ascensos de los suboficiales de las escalas especiales. El nuevo escalafón beneficiará a unos y a otros. También, a propuesta de CiU, IU y BNG, se ha facilitado la continuidad en el Ejército de los militares de complemento y su pase a la escala de oficiales permanentes.

Socialistas y populares han rechazado las enmiendas de los nacionalistas que reclamaban el uso del catalán, el gallego y el euskera en los actos castrenses que tengan lugar en las respectivas comunidades autónomas. Luego ya, todos los grupos están de acuerdo en suprimir el criterio de antigüedad a partir del primer ascenso y en reducir cincuenta puestos de generales y doscientos de coroneles.