Abu Dahdah dice que no le extrañó el 11-M "por la guerra de Iraq"

El líder de Al Qaeda en España Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, quien actualmente cumple una condena de 12 años de cárcel, calificó este martes de "inadmisible" los atentados de Madrid, aunque aseguró que tampoco le extrañó que se produjeran "por la guerra de Iraq" que comenzó en 2003.

En su declaración como testigo en la vigésimo sexta sesión del juicio por el 11-M, "Abu Dahdah", al preguntarle la fiscal Olga Sánchez por qué quiso ver al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón tras la masacre, explicó que porque "el hecho que ha pasado es inadmisible", "que no se puede hacer", precisó.

"Si pasó yo no extrañar por la guerra de Iraq", apuntó el testigo en un limitado castellano y añadió: "en nuestros países, en nuestras culturas, la guerra genera odio. El abuso genera odio".

Barakat, quien hace dos años fue juzgado en la misma sala en la que este martes declaró y que actualmente cumple una condena de 12 años de cárcel por liderar una célula de Al Qaeda, insistió en que "bajo nuestra ideología -la del Islám- no se puede hacer esto" y recordó que "en nuestra historia sólo lo han hecho unas sectas".

"Si se es un musulmán no se puede matar seres humanos", reiteró el sirio, nacionalizado español, quien destacó que todo lo que conoce del 11-M es "por los medios de comunicación". Al ser cuestionado acerca de sus conocimientos de la doctrina Takfir Wal Hijra (movimiento islámico radical, integrado en el salafismo jihadista marroquí) supuso que los autores del 11-M, "si son" de origen islámico, debían de pertenecer a esa doctrina.

Sobre los posibles seguidores de este movimiento y si les ha visto aliarse con "narcotraficantes y ladrones", recalcó que sólo "conozco doctrina, no personas". Respecto a su presunta relación con los acusados y con los supuestos responsables del 11-M manifestó que únicamente conocía al marroquí Jamal Zougam de venderle mercancía para su tienda de alimentación -la que regentaba en Lavapiés antes de abrir un locutorio-, y al procesado y compatriota sirio Mouhannad Almallah Dabas, que, explicó, le arregló una lavadora.

También admitió que conocía de vista al suicida Serhane Ben Abdelmajid, "El Tunecino", de verle en la mezquita de la M-30, aunque aseguró que nunca tuvo relación con él. Fue al ver su imagen en la televisión cuando se dio cuenta de que "su cara es familiar" y recordó haberlo visto en la mezquita alguna de las veces que acudió a dejar a sus hijos.

También dijo haber coincidido en la mezquita con Almallah Dabas y aunque negó haber estado en su domicilio de la calle de Virgen del Coro, en el que supuestamente se celebraban reuniones de proselitismo, sí que admitió que este acusado acudió en alguna ocasión a su casa para arreglarle la lavadora, ya que tenía una tienda de electrodomésticos y "era común entre nosotros" ayudarnos.

Una de las acusaciones le preguntó además si conocía a "Abu Dujana El Afgani", alias con el que se identifica la persona que reivindicó el 11-M en un vídeo encontrado en las proximidades de la mezquita de la M-30, y tras repetir que no sabía a qué se refería, señaló que "hay mucho Abu Dujana, incluso un cantante" se llama así.

La relación con Zougam

Respecto a Jamal Zougam, recordó que conoció su nombre cuando este acusado declaró como testigo en su juicio y relató que era dueño de una de las tiendas de alimentación a las que repartía verduras de tipo oriental, como "okra", procedentes de una empresa que tenía un compañero en Granada y en la que él trabajó "una temporada".