Nuevo lapsus de Zapatero: se refiere a la bomba de Barajas como “un trágico accidente”

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió hoy un minuto de silencio durante la III Conferencia de Presidentes, que se celebra en Madrid, como expresión institucional de condena y rechazo al atentado del pasado día 30 en Barajas que calificó de “trágico accidente” y que ha costado la vida de dos personas.

El presidente de La Rioja, el popular Pedro Sanz, tomó nota textual de las palabras de Zapatero y reveló que eran las siguientes: “Y dado que hace muy pocos días hemos tenido un trágico accidente, un trágico atentado terrorista en Barajas, en la Comunidad de Madrid, quería proponernos que mostráramos nuestra enérgica condena, nuestra repulsa más intensa, y que mostremos nuestra profunda solidaridad con las víctimas”.

Tras leerlo, Sanz reconoció que no sabía si era un lapsus o una traición del inconsciente, pero que era algo significativo y que, además, el presidente del Gobierno no había pedido perdón y había continuado con su intervención.

Enterado de la maniobra que estaba realizando el PP, el presidente de Andalucía, Manuel Chaves, convocó una conferencia de prensa de urgencia -pocos minutos antes que la de Sanz- en la que consideró “una indecencia” aprovechar un “lapsus corregido inmediatamente” para criticar a Zapatero.

“Es una indecencia –proclamó Chaves- impropia de personas con representación institucional. Está claro que un atentado no es un accidente” y enfatizó que Zapatero siempre lo ha calificado de atentado y ha expresado su solidaridad con las víctimas.

Sanz, como decano de los presidentes populares, había entregado a Zapatero al comienzo de la Conferencia una propuesta de resolución sobre el terrorismo en nombre del PP y de las comunidades autónomas gobernadas por esta formación política. Hecho que luego criticaron los presidentes de las autonomías del PSOE, al entender que allí no había ningún partido representado.

“Tomo nota”

Zapatero cogió el papel, lo leyó por encima, respondió “tomo nota” y, apartándolo a un lado, afirmó que no era un asunto a tratar en la reunión, que ésta tenía el orden del día cerrado. Dicho lo cual, tomó la palabra para pedir la condena institucional al atentado y un minuto de silencio a los 17 presidentes de autonomías y los dos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Y para hablar del “trágico accidente, trágico atentado terrorista”.

La propuesta de resolución del PP proponía una condena “enérgica” del atentado terrorista que provocó la muerte de dos personas, el traslado de la solidaridad y apoyo a las familias de los afectados y un tercer punto que hubiera sido imposible de aprobar, dada la relación de este partido con el PSOE. Este punto dice textualmente:

“Solicitar al presidente del Gobierno que rectifique la política contra el terrorismo y que vuelva a la acordada en el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que está abierto a todos y que impide cualquier tipo de acuerdo o negociación con ETA y que tiene como principal objetivo la derrota definitiva de los terroristas desde la Ley y el Estado de Derecho”.

Sin embargo, la Conferencia dedicó los primeros veinte minutos al terrorismo. Los presidentes de las comunidades del PP optaron por centrar sus intervenciones en este asunto, en especial el de Navarra, Miguel Sanz. Algunos del PSOE tomaron la palabra, sobre todo el de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, para considerar evidente que sería “muy difícil pensar que si se busca la unidad en la lucha contra el terrorismo se exija a todos los demás que corrijan” su política antiterrorista, según relató el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.