Felipe González elogia a Helmut Kohl por ser "constructor de un país que celebra referéndum para sentirse más unido"

Felipe González reflexionó en voz alta en la entrega del premio Carlos V a Helmut Kohl sobre la "pausa" que vive Europa, una crisis que reconoce le inquieta y ante la que se siente "incómodo", pero está convencido, al igual que Kohl, de que "se puede detener durante un tiempo, pero no volver atrás". "Europa sufre de una cierta indigestión por la ampliación (a veinticinco), pero no es un problema tan grave", afirmó Felipe González, que echa en falta una mayor relevancia de Europa en el nuevo mundo globalizado. "Sólo lo seremos juntos", recalcó.

Desde su experiencia vital compartida con el ex canciller alemán, González aseguró no sentir la ausencia del poder aunque sí la ausencia de la amistad, "que tan rara es en política".

Elogió al "constructor" de la nueva Alemania y de Europa, al amigo de España y al antiguo canciller de un país que cada vez que celebra un referéndum es "para sentirse más unido, sin que nadie le toque su condición de Estado federal".

Fue su "amigo" Felipe González quien hizo la "laudatio" de Kohl, de quien el ex presidente del Gobierno español admira su sentido de la Historia, de la familia y de la amistad. "Ha sido un hombre de poder y hoy un ser humano con autoridad moral, que pervive cuando el poder ya no se tiene".

Desde un lugar tan "evocador" para la Historia de Europa como es el Monasterio de Yuste, el Rey animó a todos en la "ilusionante tarea" de construir "Europa como gran espacio común", y destacó el protagonismo que Kohl, "europeísta comprometido" y "probado amigo de España", ha tenido en ese proceso.

Tanto el Rey como Felipe González recordaron sus palabras cuando hace veinte años, en los días en los que España se incorporaba como miembro de pleno derecho a la entonces Comunidad Económica Europea, decía que "Europa sin España estaría incompleta". "Amigo de España -dijo González- nos comprendió siempre bien, incluso más que otros que debían comprendernos mejor. Ha sido un constructor decisivo de Europa".

En este año del veinte aniversario del ingreso de España en la CEE, don Juan Carlos dijo que Europa representó un "factor decisivo" en nuestra apertura, modernización y desarrollo. Ello ha significado en las últimas décadas que hayamos "recobrado y fortalecido" nuestra posición en el mundo. Entonces, recordó Kohl, había muchos recelos en España en cuanto a pérdida de identidad, temor que el tiempo ha demostrado equivocado. "España -dijo entonces y hoy- necesita a Europa, pero Europa necesita también a España".

Reconoció públicamente don Juan Carlos la "importante aportación" de Kohl al desarrollo de la amistad hispano-alemana, y dijo que ha sido un "interlocutor leal, solidario y amigo". Sus años al frente de la Cancillería, entre 1982 y 1998, fueron tan "fructíferos" para Europa como para su país, Alemania, sobre todo a partir de la reunificación tras la caída del Muro de Berlín, "acogida en España con particular alegría".

Unidad de Europa

El Rey pidió en Yuste, tras entregar a Helmut Kohl el Premio Europeo Carlos V, un "esfuerzo renovado" para avanzar en la unidad de Europa, que atraviesa una "etapa compleja", y reivindicó un lenguaje "genuinamente europeo", el del compromiso "en favor de la mayor unidad e integración". En el monasterio que fue la última morada del Emperador Carlos V, don Juan Carlos dijo que para que Europa sea una realidad política, social y económicamente "cada vez más unida" todos "debemos compartir y defender nuestros valores comunes, nuestros ideales europeos".