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Conde-Pumpido a Fungairiño: "O firmas tu renuncia o te ceso fulminantemente"
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Conde-Pumpido a Fungairiño: "O firmas tu renuncia o te ceso fulminantemente"

Eduardo Fungairiño, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, acudió a su cita con el Fiscal General del Estado a las doce de la mañana de ayer

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Conde-Pumpido a Fungairiño: "O firmas tu renuncia o te ceso fulminantemente"

Eduardo Fungairiño, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, acudió a su cita con el Fiscal General del Estado a las doce de la mañana de ayer convencido de que se trataba de un despacho ordinario. Sin embargo, a su llegada, Cándido Conde-Pumpido, acompañado por Juan Martín Cazallo, teniente fiscal del Tribunal Supremo, y por Elvira Tejada, jefa de la secretaría técnica de la Fiscalía, le situó ante una tesitura inesperada: “Firma este escrito de renuncia o en caso contrario estarás cesado fulminantemente”.

Aunque “se veía venir”, la decisión anunciada ayer causó una sorpresa mayúscula en el mundo de la judicatura, como han asegurado a este diario distintas fuentes de este estamento. De acuerdo con la sucesión de los hechos, todo estaba preparado desde el pasado lunes. Ese día recibió la llamada de la secretaria del Fiscal General del Estado para la cita. Entre medias, una consulta desde la Audiencia Nacional para saber si tenía que llevar algún documento al encuentro con Conde-Pumpido.

“Ha sido el final de una historia largamente anunciada”, explica un magistrado. De acuerdo con los testimonios recogidos, el Fiscal General del Estado hizo balance de una larga lista de agravios, una acumulación de episodios que venían a argumentar la decisión final. Entre ellos, la intervención de Fungairiño días antes de la convocatoria del acto de Batasuna en Baracaldo refiriéndose a su ilegalidad, un pronunciamiento que dejaba en evidencia a Conde-Pumpido.

El recién dimisionario fiscal jefe de la Audiencia cumplía su mandato en febrero de 2008. “Era demasiado tiempo para que el Gobierno soportara la presencia de un hombre que era muy difícil de manipular”, apunta un compañero de la carrera. Sin embargo, y aunque el enfrentamiento soterrado era evidente, “como un choque de trenes”, Fungairiño aceptó la invitación de Conde-Pumpido: “He preferido salir sin plantear batalla para evitar una nueva sangría en la casa”.

El ánimo ayer en la Audiencia Nacional no era el mejor. Tampoco el de Fungairiño, que firmó papeles hasta antes de irse. “El hombre estaba muy emocionado”, afirma una persona de su círculo próximo. “Era un buen jefe y daba la cara por sus fiscales, incluso por los que no se lo merecían. Otra cosa son los errores que haya podido cometer en algunos sumarios, pero puedes tener claro que por motivos personales [argumento esgrimido por Fungairiño] no es”.

Discrepancias en el sumario del 11-M

La cuerda se ha roto por el lado más débil. “Ninguno de los dos estaba cómodo con la presencia del otro”, reconoce otro juez. Las líneas de acción de la Fiscalía General y del fiscal jefe de la Audiencia Nacional han sido diametralmente opuestas en algunos casos, como ha ocurrido en la instrucción del sumario del 11-M, donde la participación de Fungairiño, que aboga por agotar todas las posibles vías de investigación, es casi irrelevante.

Y sin tiempo para las despedidas, durante la misma tarde trascendieron los primeros nombres de los candidatos a suceder a Fungairiño. Entre todos, aparece con más posibilidades el antiguo fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, ahora al frente de la sala tercera de Tribunal Supremo. Pero en la terna de futuribles, también figuran el actual fiscal Antidroga, Javier Zaragoza, y el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena.

Mientras tanto, Eduardo Fungairiño encontrará acomodo en su nuevo destino. El ex fiscal jefe de la Audiencia Nacional ocupará la presidencia de la sala segunda del Tribunal Supremo. “El fiscal con más experiencia contra terroristas de España pasa a controlar las casaciones sobre terrorismo”, explica un letrado. “Es un cambio de trinchera, de la vanguardia a la retaguardia”.

Eduardo Fungairiño, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, acudió a su cita con el Fiscal General del Estado a las doce de la mañana de ayer convencido de que se trataba de un despacho ordinario. Sin embargo, a su llegada, Cándido Conde-Pumpido, acompañado por Juan Martín Cazallo, teniente fiscal del Tribunal Supremo, y por Elvira Tejada, jefa de la secretaría técnica de la Fiscalía, le situó ante una tesitura inesperada: “Firma este escrito de renuncia o en caso contrario estarás cesado fulminantemente”.