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Cambios en la Constitución... pero sin prisa
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Cambios en la Constitución... pero sin prisa

El nacimiento de la Infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias y segunda en la línea de sucesión al trono tras su padre, ha reactivado

El nacimiento de la Infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias y segunda en la línea de sucesión al trono tras su padre, ha reactivado el debate sobre la reforma de la Constitución para poner fin a la anacrónica e histórica discriminación de la mujer con respecto al hombre en la sucesión de la Corona. Fuerzas políticas y expertos mostraron un consenso casi unánime en cuanto a la necesidad de reformar la Carta Magna para que la recién nacida pueda reinar, aunque también coincidieron en que no hay prisa para ello.

“Los tiempos los deben marcar las Cortes Generales”, señalaba el propio Príncipe Felipe la pasada madrugada en su comparecencia ante los medios de comunicación.

El artículo 57.1 de la Constitución Española señala que "la sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos”.

Ese es el artículo que deberá ser modificado para que la Infanta Leonor pueda reinar aunque tenga posteriormente un hermano varón. La propia Constitución señala cómo hacer ese cambio: es preciso para ello que así lo decidan el Congreso y el Senado por mayoría de dos tercios, que inmediatamente se disuelvan las Cortes y se convoquen elecciones, que vuelvan a votar las nuevas Cámaras por idéntica mayoría y, finalmente, que la reforma se apruebe en referéndum.

Pese al consenso, la complejidad del procedimiento y el hecho de que el acuerdo no sea el mismo para los otros cambios propuestos por el Gobierno en la Carta Magna -reformas en el Senado y el cambio de denominación de la Comunidades Autónomas- impiden que la reforma se haya planteado ya.

Tras el nacimiento de la infanta, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que se mantiene el calendario previsto de acometer la reforma a finales de la Legislatura, a principios de 2008, y que, entre tanto, la comisión de estudios del Consejo de Estado, seguirá analizando la reforma.

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, descartó que el nacimiento de Leonor suponga "ningún apremio adicional" para la reforma constitucional, porque la iniciativa "está en marcha", recordó. Aguilar subrayó que, en las actuales circunstancias, la Infanta Leonor "tiene derecho a la sucesión en la Corona".

Carácter retroactivo de la reforma

El rector de la Universidad Carlos III y ponente de la Constitución Española, Gregorio Peces-Barba, abogó por introducir en la Constitución los cambios necesarios para eliminar la prevalencia del varón en la sucesión al trono con "calma y tranquilidad" y consideró que el nacimiento de la Infanta Leonor no obliga a acelerar esas modificaciones. Sin embargo, se mostró partidario de "no dejar las cosas pendientes", sobre todo para garantizar la seguridad jurídica, y añadió que sería bueno que los cambios estuvieran aprobados al final de esta legislatura o, como mucho, en la siguiente.

Para Peces-Barba, la posibilidad de que los Príncipes de Asturias tuvieran un hijo varón antes de que esa modificación sea efectiva "tampoco supondría un problema, ya que el Parlamento es soberano" y tiene la potestad de cambiar la regulación.

Sin embargo, muchos de los expertos en Derecho Constitucional creen que la reforma podría aplicarse con carácter retroactivo debido a que su objetivo sería enmendar una contradicción con el propio texto, que consagra la igualdad entre sexos en al artículo 14, otros dudan de que pudiera aplicarse esa reforma, favorable a la Infanta Leonor, si los Príncipes de Asturias ya hubieran tenido un hijo varón.

El nacimiento de la Infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias y segunda en la línea de sucesión al trono tras su padre, ha reactivado el debate sobre la reforma de la Constitución para poner fin a la anacrónica e histórica discriminación de la mujer con respecto al hombre en la sucesión de la Corona. Fuerzas políticas y expertos mostraron un consenso casi unánime en cuanto a la necesidad de reformar la Carta Magna para que la recién nacida pueda reinar, aunque también coincidieron en que no hay prisa para ello.